
El ejercicio militar chino de dos días “Misión Justicia 2025” que rodeó Taiwán y concluyó el 30 de diciembre, tuvo un impacto inmediato en la aviación civil. La Administración de Aeronáutica Civil de Taiwán reportó 857 retrasos en vuelos internacionales y 84 cancelaciones domésticas, ya que las aerolíneas se vieron obligadas a desviar sus rutas para evitar las zonas de fuego real declaradas por el Ejército Popular de Liberación. Las interrupciones afectaron no solo a los servicios hacia Taipei Taoyuan, sino también a Shanghai Pudong y Xiamen Gaoqi, donde los controladores de tráfico aéreo implementaron medidas de control de flujo para mantener las aeronaves alejadas del espacio aéreo restringido.
Los datos de seguimiento de vuelos muestran que los tiempos promedio en el sector de Asia Oriental se extendieron entre 18 y 35 minutos el 29 de diciembre, lo que se traduce en costos adicionales de combustible y horas de tripulación estimados en 4,8 millones de dólares. Cathay Pacific, China Airlines y EVA activaron horarios de contingencia, mientras que FedEx reprogramó sus llegadas a su centro asiático en Guangzhou para evitar los toques de queda provocados por los ejercicios. Los operadores de jets privados reportaron denegaciones de franjas horarias para misiones hacia Shenzhen y Xiamen, complicando los planes de viaje ejecutivo antes de las reuniones de fin de año.
Consultores en riesgos de viaje señalan que el EPL emitió seis NOTAMs (Avisos a los Aviadores) con apenas 12 horas de antelación, mucho menos que el aviso típico de 3 días en ejercicios anteriores, lo que dejó a las aerolíneas luchando por reprogramar planes de vuelo y obtener aprobaciones de sobrevuelo. Por ello, los equipos de movilidad deben revisar los protocolos de gestión de crisis para asignados en Taiwán y la costa de Fujian, asegurando rutas alternativas vía Hong Kong o Seúl.
Más allá de la logística inmediata, el ejercicio revela una vulnerabilidad mayor: cerca del 30% de los vuelos desde China continental hacia el Sudeste Asiático cruzan la Región de Información de Vuelo (FIR) de Taipei. La persistencia de tensiones geopolíticas podría forzar a las aerolíneas a adoptar corredores más largos por el sur, vía Hainan, aumentando costos que eventualmente podrían trasladarse a pasajeros y presupuestos corporativos de viaje.
Para organizaciones que necesiten reubicar personal rápidamente o modificar itinerarios entre China continental, Hong Kong y Taiwán, VisaHQ puede agilizar los trámites. Su portal dedicado a China (https://www.visahq.com/china/) ofrece procesamiento exprés de visas, envío de documentos y actualizaciones regulatorias en tiempo real, ayudando a los gestores de viajes a mantener a sus equipos y ejecutivos en regla, incluso cuando las rutas aéreas cambian sin previo aviso.
El gobierno taiwanés presentó protestas y anunció que buscará una discusión en la OACI para minimizar el impacto civil. Pekín culpó a la “interferencia externa” y reiteró que los ejercicios son medidas defensivas rutinarias, un discurso poco tranquilizador para los planificadores de viajes que enfrentaron trastornos similares durante el ejercicio “Espada Conjunta” de agosto de 2024.
Los datos de seguimiento de vuelos muestran que los tiempos promedio en el sector de Asia Oriental se extendieron entre 18 y 35 minutos el 29 de diciembre, lo que se traduce en costos adicionales de combustible y horas de tripulación estimados en 4,8 millones de dólares. Cathay Pacific, China Airlines y EVA activaron horarios de contingencia, mientras que FedEx reprogramó sus llegadas a su centro asiático en Guangzhou para evitar los toques de queda provocados por los ejercicios. Los operadores de jets privados reportaron denegaciones de franjas horarias para misiones hacia Shenzhen y Xiamen, complicando los planes de viaje ejecutivo antes de las reuniones de fin de año.
Consultores en riesgos de viaje señalan que el EPL emitió seis NOTAMs (Avisos a los Aviadores) con apenas 12 horas de antelación, mucho menos que el aviso típico de 3 días en ejercicios anteriores, lo que dejó a las aerolíneas luchando por reprogramar planes de vuelo y obtener aprobaciones de sobrevuelo. Por ello, los equipos de movilidad deben revisar los protocolos de gestión de crisis para asignados en Taiwán y la costa de Fujian, asegurando rutas alternativas vía Hong Kong o Seúl.
Más allá de la logística inmediata, el ejercicio revela una vulnerabilidad mayor: cerca del 30% de los vuelos desde China continental hacia el Sudeste Asiático cruzan la Región de Información de Vuelo (FIR) de Taipei. La persistencia de tensiones geopolíticas podría forzar a las aerolíneas a adoptar corredores más largos por el sur, vía Hainan, aumentando costos que eventualmente podrían trasladarse a pasajeros y presupuestos corporativos de viaje.
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El gobierno taiwanés presentó protestas y anunció que buscará una discusión en la OACI para minimizar el impacto civil. Pekín culpó a la “interferencia externa” y reiteró que los ejercicios son medidas defensivas rutinarias, un discurso poco tranquilizador para los planificadores de viajes que enfrentaron trastornos similares durante el ejercicio “Espada Conjunta” de agosto de 2024.







