
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP) activó su sistema biométrico nacional de entrada y salida a las 12:01 a.m. EST del 26 de diciembre. Según la norma final, todo extranjero—sin importar edad, nacionalidad o tipo de admisión—debe ser fotografiado (y, cuando se solicite, tomarle las huellas digitales) cada vez que ingrese o salga de Estados Unidos por aire, tierra o mar. La regla elimina exenciones previas que aplicaban a niños menores de 14 años, adultos mayores de 79, la mayoría de visitantes canadienses, diplomáticos y tripulación aérea, y autoriza a CBP a ampliar la recolección biométrica a nuevos modos de viaje como aviones privados, cruceros y cruces vehiculares y peatonales.
CBP asegura que el sistema cerrará brechas de seguridad históricas y dificultará que personas que exceden su visa o impostores evadan los controles de salida. La agencia estima que la implementación total capturará datos de aproximadamente 120 millones de salidas anuales, frente a unos 40 millones actuales. Durante el último año, los aeropuertos han instalado puertas biométricas y adaptado las áreas de embarque; en las fronteras terrestres se están incorporando portales con cámaras que toman la foto del conductor sin detener el vehículo.
Para viajeros y gestores de movilidad que buscan orientación sobre si necesitan visas o autorizaciones adicionales, y para mantener actualizados los datos del pasaporte para que el sistema de reconocimiento facial funcione sin problemas, VisaHQ ofrece servicios en línea simplificados y soporte experto en vivo. Su portal para EE. UU. (https://www.visahq.com/united-states/) brinda información actualizada sobre visas, listas de documentos y opciones de renovación que facilitan la preparación antes de pasar por una puerta biométrica.
Desde la perspectiva de la movilidad empresarial, el cambio más importante es que el reconocimiento facial ahora se realiza tanto en la salida como en la llegada en cada viaje internacional. Las empresas que trasladan personal entre fronteras deberán informar a sus empleados sobre este paso adicional y que las imágenes se conservarán en bases de datos del DHS hasta por 75 años. No cumplir puede acarrear multas de hasta 5,000 dólares y, en casos extremos, la negación de embarque o admisión futura.
Abogados de inmigración advierten que la norma también elimina la excepción para “viajeros confiables”; los miembros de Global Entry seguirán teniendo carriles rápidos, pero serán fotografiados a la salida como todos los demás. Los viajeros con pasaportes renovados recientemente deben verificar que sus perfiles en aerolíneas y registros ESTA/EVUS estén actualizados para que el algoritmo de reconocimiento facial encuentre la foto correcta.
Funcionarios de CBP aseguran que el programa no retrasará el embarque. Aeropuertos pioneros como Atlanta y Dallas–Fort Worth reportan que las puertas biométricas procesan pasajeros en unos dos segundos, más rápido que la revisión manual de documentos. Sin embargo, durante los días pico de vacaciones, el 26 y 27 de diciembre, las filas en algunos centros del Este del país fueron más largas de lo habitual mientras agentes y viajeros se adaptaban al nuevo proceso.
CBP asegura que el sistema cerrará brechas de seguridad históricas y dificultará que personas que exceden su visa o impostores evadan los controles de salida. La agencia estima que la implementación total capturará datos de aproximadamente 120 millones de salidas anuales, frente a unos 40 millones actuales. Durante el último año, los aeropuertos han instalado puertas biométricas y adaptado las áreas de embarque; en las fronteras terrestres se están incorporando portales con cámaras que toman la foto del conductor sin detener el vehículo.
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Desde la perspectiva de la movilidad empresarial, el cambio más importante es que el reconocimiento facial ahora se realiza tanto en la salida como en la llegada en cada viaje internacional. Las empresas que trasladan personal entre fronteras deberán informar a sus empleados sobre este paso adicional y que las imágenes se conservarán en bases de datos del DHS hasta por 75 años. No cumplir puede acarrear multas de hasta 5,000 dólares y, en casos extremos, la negación de embarque o admisión futura.
Abogados de inmigración advierten que la norma también elimina la excepción para “viajeros confiables”; los miembros de Global Entry seguirán teniendo carriles rápidos, pero serán fotografiados a la salida como todos los demás. Los viajeros con pasaportes renovados recientemente deben verificar que sus perfiles en aerolíneas y registros ESTA/EVUS estén actualizados para que el algoritmo de reconocimiento facial encuentre la foto correcta.
Funcionarios de CBP aseguran que el programa no retrasará el embarque. Aeropuertos pioneros como Atlanta y Dallas–Fort Worth reportan que las puertas biométricas procesan pasajeros en unos dos segundos, más rápido que la revisión manual de documentos. Sin embargo, durante los días pico de vacaciones, el 26 y 27 de diciembre, las filas en algunos centros del Este del país fueron más largas de lo habitual mientras agentes y viajeros se adaptaban al nuevo proceso.










