
A pocos días de finalizar 2025, Pekín ha presentado una transformación radical del turismo entrante que va mucho más allá de la reapertura post-pandemia. Las últimas iniciativas —que incluyen la incorporación de más países europeos y asiáticos a su lista de exención de visados, la integración de enlaces ferroviarios de alta velocidad con el Sudeste Asiático y la promoción de viajes “lentos y sostenibles”— reflejan un cambio estratégico de cantidad a calidad.
Las autoridades enmarcan esta política dentro de un “Corredor Turístico Panasiático”, donde los viajeros podrán subirse a un tren en Yunnan y llegar a Vientián o Bangkok sin necesidad de pasar por un mostrador de facturación. Al combinar un ferrocarril sin interrupciones con exenciones de visado de 30 días, China busca atraer a millennials comprometidos con el medio ambiente y a delegados de negocios interesados en itinerarios multi-país bajo un enfoque de baja huella de carbono.
Para quienes no estén seguros de si califican para la nueva exención o necesiten un permiso específico —por ejemplo, para estancias de negocios superiores a 30 días— VisaHQ ofrece una solución sencilla. Su portal dedicado a China (https://www.visahq.com/china/) actualiza en tiempo real los cambios normativos, preselecciona pasaportes según elegibilidad y organiza la recogida de documentos pendientes mediante mensajería, permitiendo a los visitantes centrarse en planificar sus aventuras ferroviarias en lugar de descifrar formularios consulares.
Los principales centros ya notan el impacto: Pekín y Shanghái reportan un crecimiento de dos dígitos en llegadas de extranjeros, mientras que ciudades secundarias como Guilin o Xining promocionan experiencias culturales auténticas en lugar de turismo masivo. Esta estrategia se alinea con el lanzamiento de Parques Nacionales en China y los servicios de “Turismo Inteligente” con realidad aumentada, que reducen tiempos de espera y personalizan itinerarios mediante sistemas de reconocimiento facial para la emisión de billetes.
Para las multinacionales, el mensaje es claro: el mercado chino está nuevamente abierto, pero con mayores exigencias. Los incentivos ahora favorecen conferencias en espacios con certificación ecológica, y los socios locales esperan un compromiso con criterios ESG. Los gestores de movilidad deben revisar las cláusulas de sostenibilidad en las solicitudes de viaje y considerar rutas ferroviarias como primera opción para desplazamientos intraasiáticos que antes se realizaban en vuelos de corta distancia.
Las autoridades enmarcan esta política dentro de un “Corredor Turístico Panasiático”, donde los viajeros podrán subirse a un tren en Yunnan y llegar a Vientián o Bangkok sin necesidad de pasar por un mostrador de facturación. Al combinar un ferrocarril sin interrupciones con exenciones de visado de 30 días, China busca atraer a millennials comprometidos con el medio ambiente y a delegados de negocios interesados en itinerarios multi-país bajo un enfoque de baja huella de carbono.
Para quienes no estén seguros de si califican para la nueva exención o necesiten un permiso específico —por ejemplo, para estancias de negocios superiores a 30 días— VisaHQ ofrece una solución sencilla. Su portal dedicado a China (https://www.visahq.com/china/) actualiza en tiempo real los cambios normativos, preselecciona pasaportes según elegibilidad y organiza la recogida de documentos pendientes mediante mensajería, permitiendo a los visitantes centrarse en planificar sus aventuras ferroviarias en lugar de descifrar formularios consulares.
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Para las multinacionales, el mensaje es claro: el mercado chino está nuevamente abierto, pero con mayores exigencias. Los incentivos ahora favorecen conferencias en espacios con certificación ecológica, y los socios locales esperan un compromiso con criterios ESG. Los gestores de movilidad deben revisar las cláusulas de sostenibilidad en las solicitudes de viaje y considerar rutas ferroviarias como primera opción para desplazamientos intraasiáticos que antes se realizaban en vuelos de corta distancia.









