
Una esperada decisión del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia ha confirmado que la tarifa de presentación de $100,000 impuesta por el presidente Trump para cada nueva petición H-1B es legal, dejando a empleadores y talento extranjero en la urgencia de reevaluar sus planes de personal para 2026. La jueza Beryl Howell rechazó los argumentos de la Cámara de Comercio de EE.UU. y varios co-demandantes, que sostenían que este elevado recargo contradecía la Ley de Inmigración y Nacionalidad y excedía la autoridad ejecutiva. En una opinión de 32 páginas, Howell afirmó que el amplio poder del presidente bajo la sección §212(f) para restringir la entrada de no ciudadanos “incluye claramente la imposición de tarifas diseñadas para disuadir visas que desplazan a trabajadores estadounidenses.”
En la práctica, esta tarifa multiplica por veinte el costo de contratar un trabajador H-1B, que antes oscilaba entre $2,000 y $5,000. Empresas tecnológicas, hospitales y universidades advierten que esta nueva barrera financiera los obligará a absorber millones en costos inesperados o a recortar proyectos críticos. Pequeñas y medianas empresas que dependen de unos pocos empleados extranjeros especializados dicen que podrían abandonar el programa por completo. Abogados de inmigración reportan que sus clientes ya están explorando alternativas como la Estrategia Global de Habilidades de Canadá o la relocalización de equipos a México.
Para empleadores que buscan mantener abiertas sus opciones, VisaHQ ofrece una plataforma integral que rastrea todos los requisitos actuales de visas para EE.UU., incluyendo el recién confirmado recargo H-1B, mientras simplifica la recopilación y presentación de documentos. Los equipos de recursos humanos pueden comparar categorías como H-1B, L-1 y otras, establecer recordatorios para fechas límite y recibir asesoría en tiempo real de especialistas experimentados a través de https://www.visahq.com/united-states/, asegurando que las fuentes de talento sigan su curso a pesar de los cambios en las tarifas.
La decisión llega apenas semanas antes de que comience la temporada de cupos H-1B para el año fiscal 2027, en marzo de 2026. Los empleadores que habían detenido la preparación de peticiones deben ahora decidir si continúan y presupuestan el recargo o si consideran transferencias L-1, contratación remota o acelerar el patrocinio para residencia permanente. Los equipos de cumplimiento también deben anticipar un mayor escrutinio del Departamento de Trabajo: la opinión menciona despidos junto con solicitudes de visa como justificación para la tarifa, lo que indica una aplicación más estricta de las normas contra el desplazamiento laboral.
Para los gestores de movilidad, el fallo subraya una tendencia más amplia: el uso de la política de tarifas por parte del poder ejecutivo para reformar la inmigración legal sin acción del Congreso. Analistas señalan que la administración podría apuntar próximamente a otras categorías laborales, como visas TN o E, con recargos por ‘reciprocidad’. Se recomienda a las multinacionales modelar diferentes escenarios de personal, revisar sus fuentes de talento y preparar a los departamentos financieros para estos nuevos costos. Paralelamente, la Cámara ha indicado que podría apelar o solicitar una suspensión, aunque es poco probable que haya alivio antes del sorteo del 1 de abril.
Mientras tanto, los empleadores afectados deberían: 1) asegurar datos salariales temprano para evitar complicaciones posteriores en PERM, 2) evaluar si el procesamiento premium sigue siendo rentable, y 3) comunicarse con transparencia con los extranjeros afectados, cuyo traslado o extensión de estatus ahora depende de tarifas significativamente más altas.
En la práctica, esta tarifa multiplica por veinte el costo de contratar un trabajador H-1B, que antes oscilaba entre $2,000 y $5,000. Empresas tecnológicas, hospitales y universidades advierten que esta nueva barrera financiera los obligará a absorber millones en costos inesperados o a recortar proyectos críticos. Pequeñas y medianas empresas que dependen de unos pocos empleados extranjeros especializados dicen que podrían abandonar el programa por completo. Abogados de inmigración reportan que sus clientes ya están explorando alternativas como la Estrategia Global de Habilidades de Canadá o la relocalización de equipos a México.
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La decisión llega apenas semanas antes de que comience la temporada de cupos H-1B para el año fiscal 2027, en marzo de 2026. Los empleadores que habían detenido la preparación de peticiones deben ahora decidir si continúan y presupuestan el recargo o si consideran transferencias L-1, contratación remota o acelerar el patrocinio para residencia permanente. Los equipos de cumplimiento también deben anticipar un mayor escrutinio del Departamento de Trabajo: la opinión menciona despidos junto con solicitudes de visa como justificación para la tarifa, lo que indica una aplicación más estricta de las normas contra el desplazamiento laboral.
Para los gestores de movilidad, el fallo subraya una tendencia más amplia: el uso de la política de tarifas por parte del poder ejecutivo para reformar la inmigración legal sin acción del Congreso. Analistas señalan que la administración podría apuntar próximamente a otras categorías laborales, como visas TN o E, con recargos por ‘reciprocidad’. Se recomienda a las multinacionales modelar diferentes escenarios de personal, revisar sus fuentes de talento y preparar a los departamentos financieros para estos nuevos costos. Paralelamente, la Cámara ha indicado que podría apelar o solicitar una suspensión, aunque es poco probable que haya alivio antes del sorteo del 1 de abril.
Mientras tanto, los empleadores afectados deberían: 1) asegurar datos salariales temprano para evitar complicaciones posteriores en PERM, 2) evaluar si el procesamiento premium sigue siendo rentable, y 3) comunicarse con transparencia con los extranjeros afectados, cuyo traslado o extensión de estatus ahora depende de tarifas significativamente más altas.










