
Tarde del 21 de diciembre, la Policía Federal solicitó formalmente al Ministerio de Justicia aumentar la tarifa estándar del pasaporte brasileño de R$ 257,25 hasta un máximo de R$ 430,01, un incremento del 67 % y el primer ajuste desde 2015. Las autoridades indican que las tarifas actuales ya no cubren las mejoras en seguridad biométrica, logística y el aumento en el costo de los chips.
El ministerio ha iniciado una revisión interna de costo-beneficio, pero aún no ha anunciado una fecha para la implementación. Las tarifas adicionales por emisión de emergencia, pasaportes perdidos y pasaportes infantiles también aumentarían proporcionalmente según la propuesta.
Para manejar estos cambios en los costos, muchos departamentos de recursos humanos y viajes recurren a VisaHQ, cuyo portal para Brasil (https://www.visahq.com/brazil/) ofrece alertas en tiempo real sobre tarifas, listas de documentos y servicios de procesamiento acelerado para pasaportes y visas, ayudando a organizaciones y viajeros individuales a evitar sorpresas de último momento.
En términos de presupuestos para movilidad global, los números suben rápido: una familia de cuatro renovando pasaportes pagaría alrededor de R$ 1,720 en lugar de R$ 1,030. Las empresas de gestión de viajes aconsejan a sus clientes revisar la validez de los pasaportes y renovar los documentos que estén por expirar antes de que el aumento entre en vigor, señalando retrasos de tres a cinco semanas en enero en las principales oficinas de la Policía Federal.
Incluso con el nuevo precio, Brasil seguiría siendo más barato que Estados Unidos (≈US$ 165), pero más caro que Chile (≈R$ 385). La sensibilidad política de aumentar los costos de viaje en un contexto inflacionario podría llevar al Ministerio de Justicia a escalonar los incrementos, aunque pocos esperan que la solicitud sea rechazada por completo.
Las empresas deberían ajustar las asignaciones para reubicación, informar a sus empleados y monitorear de cerca las fechas de implementación. Si el flujo de caja lo permite, renovar los pasaportes con anticipación podría ahorrar R$ 170 por solicitante.
El ministerio ha iniciado una revisión interna de costo-beneficio, pero aún no ha anunciado una fecha para la implementación. Las tarifas adicionales por emisión de emergencia, pasaportes perdidos y pasaportes infantiles también aumentarían proporcionalmente según la propuesta.
Para manejar estos cambios en los costos, muchos departamentos de recursos humanos y viajes recurren a VisaHQ, cuyo portal para Brasil (https://www.visahq.com/brazil/) ofrece alertas en tiempo real sobre tarifas, listas de documentos y servicios de procesamiento acelerado para pasaportes y visas, ayudando a organizaciones y viajeros individuales a evitar sorpresas de último momento.
En términos de presupuestos para movilidad global, los números suben rápido: una familia de cuatro renovando pasaportes pagaría alrededor de R$ 1,720 en lugar de R$ 1,030. Las empresas de gestión de viajes aconsejan a sus clientes revisar la validez de los pasaportes y renovar los documentos que estén por expirar antes de que el aumento entre en vigor, señalando retrasos de tres a cinco semanas en enero en las principales oficinas de la Policía Federal.
Incluso con el nuevo precio, Brasil seguiría siendo más barato que Estados Unidos (≈US$ 165), pero más caro que Chile (≈R$ 385). La sensibilidad política de aumentar los costos de viaje en un contexto inflacionario podría llevar al Ministerio de Justicia a escalonar los incrementos, aunque pocos esperan que la solicitud sea rechazada por completo.
Las empresas deberían ajustar las asignaciones para reubicación, informar a sus empleados y monitorear de cerca las fechas de implementación. Si el flujo de caja lo permite, renovar los pasaportes con anticipación podría ahorrar R$ 170 por solicitante.










