
En una rápida respuesta política al tiroteo terrorista ocurrido la semana pasada en Bondi Beach, el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, confirmó el 20 de diciembre de 2025 que el parlamento estatal sesionará de emergencia para aprobar leyes que prohíban eslóganes de odio específicos —incluido ‘globalizar la intifada’— y para restringir las protestas hasta por tres meses tras incidentes relacionados con el terrorismo.
El proyecto de ley también penalizará la exhibición pública de símbolos vinculados a organizaciones proscritas como ISIS, Hamas y Hezbollah, siguiendo las medidas federales contra el terrorismo. Se proponen penas de hasta dos años de prisión, y la policía tendrá poderes ampliados para retirar prendas que cubran el rostro y dispersar reuniones no autorizadas.
Para los profesionales de movilidad internacional, el impacto más inmediato está en el cumplimiento de visados: el Gobierno de Albanese ha señalado que utilizará la información de las investigaciones estatales sobre crímenes de odio para ejercer los poderes reforzados (anunciados el 18 de diciembre) para rechazar o cancelar visados de extranjeros que promuevan discursos extremistas. Por ello, los empleadores que reciban trabajadores desplazados o visitantes de negocios a corto plazo deben informar a los viajeros sobre el nuevo marco legal de protestas y revisar las políticas de redes sociales para proteger la reputación corporativa y el estatus migratorio.
En este contexto, los facilitadores especializados en visados pueden ser de gran ayuda. VisaHQ, por ejemplo, cuenta con un centro australiano (https://www.visahq.com/australia/) que monitorea en tiempo real los cambios legislativos, guía a los empleadores en sus obligaciones de patrocinio y preselecciona a los viajeros para detectar posibles problemas de carácter antes de presentar las solicitudes.
Grupos de defensa de las libertades civiles advierten que estas medidas podrían ser excesivas y limitar la expresión política legítima, pero encuestas realizadas tras el ataque muestran que el 74% de los encuestados apoya leyes más estrictas contra el discurso de odio. Se espera que la legislación sea aprobada con respaldo bipartidista, aunque un comité parlamentario revisará su constitucionalidad a principios de 2026.
El consejo práctico para los asignados internacionales en Nueva Gales del Sur es evitar participar en manifestaciones hasta que la situación legal sea más clara, estar atentos a los canales oficiales sobre cierres de rutas de protesta que puedan afectar sus desplazamientos y entender que incluso la promoción en línea de eslóganes prohibidos podría desencadenar investigaciones sobre su carácter.
El proyecto de ley también penalizará la exhibición pública de símbolos vinculados a organizaciones proscritas como ISIS, Hamas y Hezbollah, siguiendo las medidas federales contra el terrorismo. Se proponen penas de hasta dos años de prisión, y la policía tendrá poderes ampliados para retirar prendas que cubran el rostro y dispersar reuniones no autorizadas.
Para los profesionales de movilidad internacional, el impacto más inmediato está en el cumplimiento de visados: el Gobierno de Albanese ha señalado que utilizará la información de las investigaciones estatales sobre crímenes de odio para ejercer los poderes reforzados (anunciados el 18 de diciembre) para rechazar o cancelar visados de extranjeros que promuevan discursos extremistas. Por ello, los empleadores que reciban trabajadores desplazados o visitantes de negocios a corto plazo deben informar a los viajeros sobre el nuevo marco legal de protestas y revisar las políticas de redes sociales para proteger la reputación corporativa y el estatus migratorio.
En este contexto, los facilitadores especializados en visados pueden ser de gran ayuda. VisaHQ, por ejemplo, cuenta con un centro australiano (https://www.visahq.com/australia/) que monitorea en tiempo real los cambios legislativos, guía a los empleadores en sus obligaciones de patrocinio y preselecciona a los viajeros para detectar posibles problemas de carácter antes de presentar las solicitudes.
Grupos de defensa de las libertades civiles advierten que estas medidas podrían ser excesivas y limitar la expresión política legítima, pero encuestas realizadas tras el ataque muestran que el 74% de los encuestados apoya leyes más estrictas contra el discurso de odio. Se espera que la legislación sea aprobada con respaldo bipartidista, aunque un comité parlamentario revisará su constitucionalidad a principios de 2026.
El consejo práctico para los asignados internacionales en Nueva Gales del Sur es evitar participar en manifestaciones hasta que la situación legal sea más clara, estar atentos a los canales oficiales sobre cierres de rutas de protesta que puedan afectar sus desplazamientos y entender que incluso la promoción en línea de eslóganes prohibidos podría desencadenar investigaciones sobre su carácter.









