
El equipo global de movilidad e inmigración de Google envió un correo urgente a cientos de empleados el 19 de diciembre, tras la alerta del bufete externo BAL Immigration Law sobre un fuerte aumento en los tiempos de espera para el estampado de visas en embajadas y consulados de EE.UU. El mensaje, reportado primero por Business Insider y confirmado por Reuters, advierte a quienes tienen visas de trabajo H-1B, L-1 u otras que cualquier viaje internacional ahora implica “un riesgo significativo de permanecer fuera de Estados Unidos por un período prolongado, potencialmente hasta 12 meses”.
Dado que la mayoría de las visas emitidas dentro de EE.UU. deben ser físicamente estampadas en el pasaporte antes de poder reingresar, este cuello de botella podría dejar a los viajeros varados en el extranjero.
Los retrasos en el procesamiento se han disparado desde la proclamación del presidente Trump el 6 de diciembre, que instauró un escrutinio en redes sociales para todos los solicitantes de H-1B y elevó la tarifa de petición a 100,000 dólares. Las secciones consulares dedican más tiempo a cada caso y han reasignado personal para manejar exenciones y opiniones de seguridad, reduciendo la capacidad para citas de estampado. En muchas sedes, como Nueva Delhi, Pekín y Londres, las primeras citas disponibles son a finales de 2026.
Para quienes aún planean viajar, VisaHQ ofrece un apoyo adicional. Sus herramientas de seguimiento en tiempo real y paneles específicos por embajada permiten monitorear la disponibilidad de citas, mientras que el centro de recursos para visas de EE.UU. (https://www.visahq.com/united-states/) detalla opciones alternativas de consulados y servicios de mensajería que pueden reducir días en el proceso. Empresas y viajeros pueden usar esta información para tomar decisiones más informadas y seguras.
Google no está solo: abogados de inmigración en Silicon Valley indican que varias empresas tecnológicas están circulando discretamente avisos similares de “no viajar”. Más del 70% de las 85,000 nuevas visas H-1B emitidas anualmente se destinan a compañías de TI e ingeniería, y se estima que los trabajadores extranjeros representan el 30% de la plantilla técnica de Google en EE.UU. Ausencias prolongadas en el extranjero podrían retrasar cronogramas de productos, provocar reasignaciones de proyectos y complicar las reglas fiscales de residencia.
Para los empleadores, el memo subraya la necesidad de un riguroso control previo a los viajes. BAL recomienda crear un punto de aprobación para todos los empleados extranjeros, considerar renovaciones “drop-box” dentro del país donde aún estén disponibles, y explorar alternativas como el estatus “commuter” L-1 para personal basado en Canadá. A los trabajadores ya fuera de EE.UU. se les insta a solicitar citas de emergencia, aunque las tasas de éxito son bajas e impredecibles.
A largo plazo, los abogados de inmigración prevén presión corporativa sobre el Departamento de Estado y el Congreso para restaurar la revalidación de visas dentro del país, un programa que hasta 2004 permitía a ciertos titulares de H-1B y L-1 renovar sin salir de EE.UU. Mientras tanto, los responsables de movilidad global aconsejan precaución: el boleto más barato esta temporada navideña podría ser el que nunca se compre.
Dado que la mayoría de las visas emitidas dentro de EE.UU. deben ser físicamente estampadas en el pasaporte antes de poder reingresar, este cuello de botella podría dejar a los viajeros varados en el extranjero.
Los retrasos en el procesamiento se han disparado desde la proclamación del presidente Trump el 6 de diciembre, que instauró un escrutinio en redes sociales para todos los solicitantes de H-1B y elevó la tarifa de petición a 100,000 dólares. Las secciones consulares dedican más tiempo a cada caso y han reasignado personal para manejar exenciones y opiniones de seguridad, reduciendo la capacidad para citas de estampado. En muchas sedes, como Nueva Delhi, Pekín y Londres, las primeras citas disponibles son a finales de 2026.
Para quienes aún planean viajar, VisaHQ ofrece un apoyo adicional. Sus herramientas de seguimiento en tiempo real y paneles específicos por embajada permiten monitorear la disponibilidad de citas, mientras que el centro de recursos para visas de EE.UU. (https://www.visahq.com/united-states/) detalla opciones alternativas de consulados y servicios de mensajería que pueden reducir días en el proceso. Empresas y viajeros pueden usar esta información para tomar decisiones más informadas y seguras.
Google no está solo: abogados de inmigración en Silicon Valley indican que varias empresas tecnológicas están circulando discretamente avisos similares de “no viajar”. Más del 70% de las 85,000 nuevas visas H-1B emitidas anualmente se destinan a compañías de TI e ingeniería, y se estima que los trabajadores extranjeros representan el 30% de la plantilla técnica de Google en EE.UU. Ausencias prolongadas en el extranjero podrían retrasar cronogramas de productos, provocar reasignaciones de proyectos y complicar las reglas fiscales de residencia.
Para los empleadores, el memo subraya la necesidad de un riguroso control previo a los viajes. BAL recomienda crear un punto de aprobación para todos los empleados extranjeros, considerar renovaciones “drop-box” dentro del país donde aún estén disponibles, y explorar alternativas como el estatus “commuter” L-1 para personal basado en Canadá. A los trabajadores ya fuera de EE.UU. se les insta a solicitar citas de emergencia, aunque las tasas de éxito son bajas e impredecibles.
A largo plazo, los abogados de inmigración prevén presión corporativa sobre el Departamento de Estado y el Congreso para restaurar la revalidación de visas dentro del país, un programa que hasta 2004 permitía a ciertos titulares de H-1B y L-1 renovar sin salir de EE.UU. Mientras tanto, los responsables de movilidad global aconsejan precaución: el boleto más barato esta temporada navideña podría ser el que nunca se compre.










