
Las misiones diplomáticas chinas en cinco continentes anunciaron simultáneamente el 19 de diciembre que dejarán de tomar huellas dactilares a los viajeros que soliciten visas chinas válidas para estancias de hasta 180 días. El piloto, que se extiende desde el 19 de diciembre de 2025 hasta el 31 de diciembre de 2026, elimina un paso biométrico que era obligatorio desde 2018 y que obligaba a los solicitantes a presentarse en persona, incluso cuando el resto de la documentación podía tramitarse en línea. Los consulados en Surinam, Micronesia, Indonesia, Mauricio, Australia y Países Bajos publicaron los avisos en cuestión de horas, señalando un despliegue coordinado desde el centro.
Según las nuevas normas, los turistas (L), visitantes de negocios (M), quienes visitan a familiares (Q2/S2) y estudiantes de corta duración (X2) pueden ahora enviar sus pasaportes por mensajería a los centros de visas o utilizar agentes externos, reduciendo los tiempos de procesamiento hasta en dos semanas y disminuyendo los costos relacionados con viajes y permisos laborales. Los solicitantes de categorías vinculadas a residencia, como trabajo (Z), periodismo (J1) y estudios a largo plazo (X1), deben seguir presentando sus huellas dactilares, ya que deben convertir su visa de entrada en un permiso de residencia tras su llegada. Las exenciones ya existentes para titulares de pasaportes diplomáticos, niños menores de 14 años y adultos mayores de 70 años se mantienen vigentes.
Los coordinadores de viajes que prefieran una solución integral pueden delegar todo el proceso en VisaHQ. El departamento de China de la empresa (https://www.visahq.com/china/) monitorea en tiempo real los cambios en las normativas consulares, proporciona los formularios correctos y organiza la recogida y devolución segura de pasaportes por mensajería, asegurando que organizaciones y viajeros individuales aprovechen la nueva rapidez sin necesidad de asignar personal para gestionar trámites.
La decisión de Pekín es interpretada por las empresas de gestión de viajes como la última pieza en la reactivación de las visas tras la pandemia. En los últimos 12 meses, China ha restablecido la entrada sin visa para 45 países, introducido un esquema de tránsito sin visa de 240 horas en 65 puertos y lanzado un sistema de tarjeta de llegada en línea. La eliminación de la captura biométrica para la mayoría de las categorías de corta estancia sitúa la práctica consular china a la par con la zona Schengen y el Reino Unido, que solo toman huellas a quienes solicitan residencia o permisos de trabajo de larga duración.
Para los equipos de movilidad corporativa, el cambio elimina uno de los mayores cuellos de botella para reincorporar a ingenieros, ejecutivos y gerentes de proyectos a las plantas en el continente. Los gestores globales de movilidad deben actualizar sus listas de verificación de visas, informar a los viajeros que ya no se requieren citas presenciales para viajes cortos y monitorear los sitios web locales de los centros de visas para conocer los procedimientos revisados de presentación de documentos. Las empresas que dependen de agencias de visas también querrán renegociar las tarifas de servicio, ya que ya no es necesario que el personal acompañe a los solicitantes para la toma de huellas.
Dado que el piloto está programado para un año completo, los expertos esperan que se convierta en permanente, siempre que no ocurran incidentes de seguridad importantes. De ser así, China habrá revertido efectivamente un elemento clave de su expansión biométrica de 2018 y habrá señalado que fomentar el turismo entrante ahora tiene más peso que los beneficios marginales de seguridad que aporta tomar huellas a todos los visitantes.
Según las nuevas normas, los turistas (L), visitantes de negocios (M), quienes visitan a familiares (Q2/S2) y estudiantes de corta duración (X2) pueden ahora enviar sus pasaportes por mensajería a los centros de visas o utilizar agentes externos, reduciendo los tiempos de procesamiento hasta en dos semanas y disminuyendo los costos relacionados con viajes y permisos laborales. Los solicitantes de categorías vinculadas a residencia, como trabajo (Z), periodismo (J1) y estudios a largo plazo (X1), deben seguir presentando sus huellas dactilares, ya que deben convertir su visa de entrada en un permiso de residencia tras su llegada. Las exenciones ya existentes para titulares de pasaportes diplomáticos, niños menores de 14 años y adultos mayores de 70 años se mantienen vigentes.
Los coordinadores de viajes que prefieran una solución integral pueden delegar todo el proceso en VisaHQ. El departamento de China de la empresa (https://www.visahq.com/china/) monitorea en tiempo real los cambios en las normativas consulares, proporciona los formularios correctos y organiza la recogida y devolución segura de pasaportes por mensajería, asegurando que organizaciones y viajeros individuales aprovechen la nueva rapidez sin necesidad de asignar personal para gestionar trámites.
La decisión de Pekín es interpretada por las empresas de gestión de viajes como la última pieza en la reactivación de las visas tras la pandemia. En los últimos 12 meses, China ha restablecido la entrada sin visa para 45 países, introducido un esquema de tránsito sin visa de 240 horas en 65 puertos y lanzado un sistema de tarjeta de llegada en línea. La eliminación de la captura biométrica para la mayoría de las categorías de corta estancia sitúa la práctica consular china a la par con la zona Schengen y el Reino Unido, que solo toman huellas a quienes solicitan residencia o permisos de trabajo de larga duración.
Para los equipos de movilidad corporativa, el cambio elimina uno de los mayores cuellos de botella para reincorporar a ingenieros, ejecutivos y gerentes de proyectos a las plantas en el continente. Los gestores globales de movilidad deben actualizar sus listas de verificación de visas, informar a los viajeros que ya no se requieren citas presenciales para viajes cortos y monitorear los sitios web locales de los centros de visas para conocer los procedimientos revisados de presentación de documentos. Las empresas que dependen de agencias de visas también querrán renegociar las tarifas de servicio, ya que ya no es necesario que el personal acompañe a los solicitantes para la toma de huellas.
Dado que el piloto está programado para un año completo, los expertos esperan que se convierta en permanente, siempre que no ocurran incidentes de seguridad importantes. De ser así, China habrá revertido efectivamente un elemento clave de su expansión biométrica de 2018 y habrá señalado que fomentar el turismo entrante ahora tiene más peso que los beneficios marginales de seguridad que aporta tomar huellas a todos los visitantes.








