
Justo cuando las aerolíneas esperaban estabilizar sus horarios tras el colapso a mitad de semana, datos de FlightStats confirmaron la cancelación de 54 vuelos adicionales el 18 de diciembre (reportado el 19 de diciembre) en los aeropuertos de Viracopos, Guarulhos y Afonso Pena. Aproximadamente 9,000 pasajeros resultaron afectados, muchos de ellos ya habían sido reubicados por interrupciones previas.
Azul fue la más afectada, ya que Viracopos es su principal centro de operaciones, pero LATAM y American Airlines también redujeron sus vuelos de larga distancia tras problemas con la rotación de tripulaciones y la inmovilización de aviones de reserva por mantenimiento pesado. El impacto en la red se extendió más allá de Brasil, provocando conexiones perdidas en Santiago y Buenos Aires.
El regulador de aviación civil, ANAC, convocó una reunión extraordinaria con las aerolíneas, sugiriendo que podría flexibilizar temporalmente las restricciones nocturnas en aeropuertos secundarios para que las compañías puedan despejar los atrasos. Las firmas de gestión de riesgos de viaje recomiendan a las empresas diversificar rutas —utilizando Brasília o Porto Alegre como puntos de entrada— y verificar la validez de visas para el personal que pueda necesitar pernoctar inesperadamente.
Para los viajeros que deban cambiar su ruta por ciudades alternativas, la plataforma en línea de VisaHQ (https://www.visahq.com/brazil/) puede acelerar la verificación y solicitud de visas brasileñas, ayudando a los gestores de viajes corporativos a confirmar la documentación del personal en minutos y evitar mayores contratiempos.
Este episodio pone de manifiesto cómo el clima, la fragilidad de la infraestructura y la estricta programación de tripulaciones pueden desestabilizar rápidamente la red aérea brasileña en temporada alta. Se recomienda a las multinacionales enviar alertas en tiempo real a sus empleados en viaje y asegurarse de que los proveedores de cuidado y asistencia tengan datos de contacto actualizados.
Azul fue la más afectada, ya que Viracopos es su principal centro de operaciones, pero LATAM y American Airlines también redujeron sus vuelos de larga distancia tras problemas con la rotación de tripulaciones y la inmovilización de aviones de reserva por mantenimiento pesado. El impacto en la red se extendió más allá de Brasil, provocando conexiones perdidas en Santiago y Buenos Aires.
El regulador de aviación civil, ANAC, convocó una reunión extraordinaria con las aerolíneas, sugiriendo que podría flexibilizar temporalmente las restricciones nocturnas en aeropuertos secundarios para que las compañías puedan despejar los atrasos. Las firmas de gestión de riesgos de viaje recomiendan a las empresas diversificar rutas —utilizando Brasília o Porto Alegre como puntos de entrada— y verificar la validez de visas para el personal que pueda necesitar pernoctar inesperadamente.
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