
El gobierno de Nueva Gales del Sur desplegará una de sus operaciones de seguridad más grandes para los famosos fuegos artificiales de Año Nuevo en Sídney, tras el apuñalamiento terrorista ocurrido el 18 de diciembre en Bondi Beach. El premier Chris Minns y la comisionada de policía de NSW, Karen Webb, confirmaron el 20 de diciembre que ya se han instalado bolardos de concreto para bloquear vehículos en Martin Place y otros puntos concurridos del centro, mientras que se implementarán controles adicionales de equipaje al estilo aeroportuario y un comando antiterrorista reforzado en Circular Quay.
Más de un millón de personas suelen congregarse en la costa del puerto el 31 de diciembre, generando un gasto estimado de 280 millones de dólares australianos en turismo. Las autoridades esperan una menor afluencia este año, ya que algunos turistas están reconsiderando sus planes de viaje, pero aseguran que el evento se realizará con “tolerancia cero” hacia conductas vigilantes o motivadas por el odio. La policía monitorea las redes sociales en busca de contenido extremista y ha advertido que se pueden cancelar visas y deportar visitantes que inciten a la violencia, facultades reforzadas recientemente mediante enmiendas a la Ley de Migración.
Para los viajeros internacionales que aún planean recibir el 2024 en el puerto, VisaHQ facilita el proceso para obtener la visa australiana correcta y mantiene informados a los solicitantes sobre cualquier cambio de última hora en las normas de ingreso. Su portal en línea (https://www.visahq.com/australia/) ofrece soporte paso a paso, permitiendo a los visitantes centrarse en el itinerario y la seguridad en lugar de en trámites burocráticos.
El aumento en las medidas de seguridad tendrá un impacto inmediato en la movilidad. Los cortes de calles en el centro comenzarán antes, a las 14:00 en lugar de las 16:00 habituales, y se ampliarán las zonas de exclusión marítima, afectando a operadores de charter. Los hoteles reportan un aumento en cancelaciones de último minuto por parte de grupos entrantes que citan preocupaciones de seguridad, aunque las reservas anticipadas desde Nueva Zelanda y Singapur se mantienen firmes.
Para empleadores que organizan eventos de fin de año o reciben VIPs, se recomienda confirmar los itinerarios cuanto antes, prever tiempo extra para traslados desde el aeropuerto y registrar embarcaciones privadas en Ports NSW antes del 24 de diciembre. Expertos en seguridad de eventos también aconsejan revisar los protocolos de responsabilidad, incluyendo árboles de comunicación de emergencia y aplicaciones de registro para grandes reuniones de personal.
A largo plazo, se espera que el incidente de Bondi acelere la adopción de diseños de “mitigación contra vehículos hostiles” en los principales espacios públicos australianos, similares a los implementados en Londres y París. Los planificadores de movilidad deben anticipar controles de acceso más estrictos y posibles verificaciones de identidad en futuros eventos masivos, especialmente cuando haya delegados internacionales presentes.
Más de un millón de personas suelen congregarse en la costa del puerto el 31 de diciembre, generando un gasto estimado de 280 millones de dólares australianos en turismo. Las autoridades esperan una menor afluencia este año, ya que algunos turistas están reconsiderando sus planes de viaje, pero aseguran que el evento se realizará con “tolerancia cero” hacia conductas vigilantes o motivadas por el odio. La policía monitorea las redes sociales en busca de contenido extremista y ha advertido que se pueden cancelar visas y deportar visitantes que inciten a la violencia, facultades reforzadas recientemente mediante enmiendas a la Ley de Migración.
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El aumento en las medidas de seguridad tendrá un impacto inmediato en la movilidad. Los cortes de calles en el centro comenzarán antes, a las 14:00 en lugar de las 16:00 habituales, y se ampliarán las zonas de exclusión marítima, afectando a operadores de charter. Los hoteles reportan un aumento en cancelaciones de último minuto por parte de grupos entrantes que citan preocupaciones de seguridad, aunque las reservas anticipadas desde Nueva Zelanda y Singapur se mantienen firmes.
Para empleadores que organizan eventos de fin de año o reciben VIPs, se recomienda confirmar los itinerarios cuanto antes, prever tiempo extra para traslados desde el aeropuerto y registrar embarcaciones privadas en Ports NSW antes del 24 de diciembre. Expertos en seguridad de eventos también aconsejan revisar los protocolos de responsabilidad, incluyendo árboles de comunicación de emergencia y aplicaciones de registro para grandes reuniones de personal.
A largo plazo, se espera que el incidente de Bondi acelere la adopción de diseños de “mitigación contra vehículos hostiles” en los principales espacios públicos australianos, similares a los implementados en Londres y París. Los planificadores de movilidad deben anticipar controles de acceso más estrictos y posibles verificaciones de identidad en futuros eventos masivos, especialmente cuando haya delegados internacionales presentes.










