
Justo cuando las aerolíneas esperaban estabilizar sus operaciones antes del ajetreo navideño, una nueva ola de cancelaciones afectó a los aeropuertos brasileños el 18 de diciembre. El rastreador de la industria FlightStats registró 54 salidas canceladas en Viracopos (Campinas), Guarulhos (São Paulo) y Afonso Pena (Curitiba) entre las 00:00 y las 18:00 hora local, afectando a aproximadamente 9,000 pasajeros. Las rutas hacia Río de Janeiro, Porto Seguro, Florianópolis, Teresina, Santiago y Nueva York estuvieron entre las más afectadas.
Azul fue la aerolínea con mayor número de vuelos cancelados, principalmente porque Viracopos es su principal centro de operaciones, pero LATAM y American Airlines también suspendieron servicios debido a problemas en la rotación de tripulaciones tras retrasos causados por el clima a principios de semana. El efecto dominó se siente más allá de Brasil: las conexiones transamericanas vía São Paulo están perdiendo sus estrechos tiempos de conexión, obligando a algunos viajeros de larga distancia a pasar la noche en hoteles.
Las aerolíneas atribuyen esta situación a una tormenta perfecta de factores: restricciones residuales en el suministro eléctrico en São Paulo, límites de tiempo de servicio de tripulación alcanzados tras múltiples desvíos y escasez de aviones de reserva debido a que las líneas de mantenimiento pesado están a plena capacidad. Los coordinadores de franjas horarias en los aeropuertos han autorizado intercambios ad hoc para que las aerolíneas puedan proteger los servicios más estratégicos, especialmente las rutas São Paulo–Nueva York y Guarulhos–Santiago.
Los consultores en gestión de riesgos de viaje recomiendan a las empresas diversificar sus rutas, volando vía Brasília o Buenos Aires cuando sea posible, y utilizar plataformas de cuidado del viajero que envíen alertas en tiempo real a dispositivos móviles. Los equipos de recursos humanos que gestionan empleados de vacaciones o asignados en tránsito por Brasil también están revisando la validez de visas para estancias inesperadas, especialmente para ciudadanos de EE. UU., Canadá y Australia, quienes volverán a necesitar e-visas a partir de abril de 2025.
Si necesita una visa brasileña con poca antelación debido a una escala o cambio de ruta imprevisto, VisaHQ puede agilizar el proceso. Su plataforma en línea (https://www.visahq.com/brazil/) guía a los viajeros a través del trámite del e-visa, verifica la documentación en tiempo real y ofrece opciones de procesamiento exprés, muy útiles cuando las interrupciones de vuelo dejan poco tiempo para obtener la autorización de entrada.
Los reguladores de ANAC (la autoridad de aviación civil de Brasil) han convocado una reunión extraordinaria con las aerolíneas para el 19 de diciembre para discutir medidas de contingencia, incluyendo la posible relajación temporal del toque de queda nocturno en aeropuertos secundarios para despejar los retrasos acumulados.
Azul fue la aerolínea con mayor número de vuelos cancelados, principalmente porque Viracopos es su principal centro de operaciones, pero LATAM y American Airlines también suspendieron servicios debido a problemas en la rotación de tripulaciones tras retrasos causados por el clima a principios de semana. El efecto dominó se siente más allá de Brasil: las conexiones transamericanas vía São Paulo están perdiendo sus estrechos tiempos de conexión, obligando a algunos viajeros de larga distancia a pasar la noche en hoteles.
Las aerolíneas atribuyen esta situación a una tormenta perfecta de factores: restricciones residuales en el suministro eléctrico en São Paulo, límites de tiempo de servicio de tripulación alcanzados tras múltiples desvíos y escasez de aviones de reserva debido a que las líneas de mantenimiento pesado están a plena capacidad. Los coordinadores de franjas horarias en los aeropuertos han autorizado intercambios ad hoc para que las aerolíneas puedan proteger los servicios más estratégicos, especialmente las rutas São Paulo–Nueva York y Guarulhos–Santiago.
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Los reguladores de ANAC (la autoridad de aviación civil de Brasil) han convocado una reunión extraordinaria con las aerolíneas para el 19 de diciembre para discutir medidas de contingencia, incluyendo la posible relajación temporal del toque de queda nocturno en aeropuertos secundarios para despejar los retrasos acumulados.






