
Los viajeros australianos enfrentaron un periodo complicado de 24 horas desde la noche del 16 hasta el 17 de diciembre, con datos recopilados por VisaHQ y el rastreador de aviación OAG que muestran 578 salidas retrasadas y 24 cancelaciones totales en los tres aeropuertos más concurridos del país. Melbourne-Tullamarine registró la peor puntualidad (215 retrasos, seis cancelaciones), seguido por Sydney Kingsford Smith (190/7) y Brisbane (173/11).
Las aerolíneas del grupo Qantas —Qantas, Jetstar y QantasLink— representaron más de la mitad de las interrupciones, en parte debido a un boletín de software para el Airbus A320neo que ha dejado varios aviones fuera de servicio. Virgin Australia también enfrentó problemas por la escasez de tripulación, mientras que las tormentas eléctricas en la costa este complicaron aún más el flujo en bancos de franjas horarias ya saturados.
Las repercusiones son significativas para las empresas que trasladan personal dentro del país antes del cierre por Navidad. Los equipos de movilidad reportan cargos por reprogramación de hasta 400 AUD por boleto y conexiones internacionales perdidas para viajes posteriores a sitios de proyectos en Asia-Pacífico. Algunas compañías han optado por trasladar viajes urgentes a servicios de tren nocturno o usar videoconferencias para reuniones sensibles al tiempo.
Para los gestores de viajes que intentan reorganizar itinerarios, el portal de VisaHQ en Australia (https://www.visahq.com/australia/) ofrece una forma rápida y completamente digital de verificar o asegurar nuevas visas y autorizaciones de viaje que surjan por cambios inesperados de ruta. Las actualizaciones en tiempo real y el soporte dedicado ayudan a evitar que los cambios de último minuto se conviertan en problemas burocráticos, permitiendo que los empleados sigan en movimiento incluso cuando los vuelos fallan.
Aunque la mayoría de los retrasos fueron menores a una hora, el toque de queda en Sídney amplificó las cancelaciones en cadena: una vez que se acerca el límite de las 11 p.m., las aerolíneas suelen cancelar vuelos retrasados para evitar multas. Esta situación resalta por qué la industria está presionando por mayor flexibilidad en las franjas horarias, un debate que se intensificará cuando el Gobierno revise la Ley del Toque de Queda del Aeropuerto de Sídney a principios de 2026.
Los viajeros durante la próxima semana deberían incluir tiempo de contingencia en sus itinerarios y considerar cláusulas de seguro de viaje que cubran conexiones perdidas. Los gestores de movilidad podrían aprobar por adelantado alternativas de alquiler de coches para trayectos urbanos de menos de 800 km.
Las aerolíneas del grupo Qantas —Qantas, Jetstar y QantasLink— representaron más de la mitad de las interrupciones, en parte debido a un boletín de software para el Airbus A320neo que ha dejado varios aviones fuera de servicio. Virgin Australia también enfrentó problemas por la escasez de tripulación, mientras que las tormentas eléctricas en la costa este complicaron aún más el flujo en bancos de franjas horarias ya saturados.
Las repercusiones son significativas para las empresas que trasladan personal dentro del país antes del cierre por Navidad. Los equipos de movilidad reportan cargos por reprogramación de hasta 400 AUD por boleto y conexiones internacionales perdidas para viajes posteriores a sitios de proyectos en Asia-Pacífico. Algunas compañías han optado por trasladar viajes urgentes a servicios de tren nocturno o usar videoconferencias para reuniones sensibles al tiempo.
Para los gestores de viajes que intentan reorganizar itinerarios, el portal de VisaHQ en Australia (https://www.visahq.com/australia/) ofrece una forma rápida y completamente digital de verificar o asegurar nuevas visas y autorizaciones de viaje que surjan por cambios inesperados de ruta. Las actualizaciones en tiempo real y el soporte dedicado ayudan a evitar que los cambios de último minuto se conviertan en problemas burocráticos, permitiendo que los empleados sigan en movimiento incluso cuando los vuelos fallan.
Aunque la mayoría de los retrasos fueron menores a una hora, el toque de queda en Sídney amplificó las cancelaciones en cadena: una vez que se acerca el límite de las 11 p.m., las aerolíneas suelen cancelar vuelos retrasados para evitar multas. Esta situación resalta por qué la industria está presionando por mayor flexibilidad en las franjas horarias, un debate que se intensificará cuando el Gobierno revise la Ley del Toque de Queda del Aeropuerto de Sídney a principios de 2026.
Los viajeros durante la próxima semana deberían incluir tiempo de contingencia en sus itinerarios y considerar cláusulas de seguro de viaje que cubran conexiones perdidas. Los gestores de movilidad podrían aprobar por adelantado alternativas de alquiler de coches para trayectos urbanos de menos de 800 km.









