
Nueva Delhi ha eliminado discretamente una capa adicional de seguridad del Ministerio del Interior para los ciudadanos chinos que solicitan visas de negocios (B) para India, reduciendo el tiempo promedio de aprobación de varios meses a “alrededor de cuatro semanas”, según India Briefing y funcionarios citados por Reuters.
Este cambio de política, que entró en vigor formalmente el 16 de diciembre, sigue a la reanudación en octubre de vuelos directos de pasajeros y a la visita del primer ministro Narendra Modi a Pekín en agosto, el primer viaje de alto nivel desde el enfrentamiento fronterizo de 2020. Think tanks indios estiman que solo los fabricantes de electrónica perdieron 15.000 millones de dólares en producción durante los últimos cuatro años porque ingenieros y personal de control de calidad chinos no pudieron ingresar a las plantas a tiempo.
Bajo las nuevas reglas simplificadas, las solicitudes de visa presentadas a través de la plataforma e-Visa de India serán aceleradas cuando estén respaldadas por una invitación de una empresa registrada en India y pruebas de habilidades técnicas especializadas. El Ministerio de Relaciones Exteriores enfatizó que el cambio es “recíproco en espíritu”: en noviembre, China extendió unilateralmente la entrada sin visa por 30 días a titulares de pasaportes suecos y prolongó las exenciones existentes para más de 40 países.
Los solicitantes chinos que quieran aprovechar el nuevo plazo de cuatro semanas pueden simplificar aún más el proceso a través de VisaHQ, que ofrece soporte integral para el sistema e-Visa de India, preparación de documentos y logística de mensajería. La página dedicada a China en la plataforma (https://www.visahq.com/china/) proporciona listas de verificación en mandarín e inglés, asegurando que los viajeros de negocios presenten solicitudes completas y eviten retrasos de último momento.
Para las multinacionales con cadenas de suministro entre China e India, esta mejora reduce el riesgo de retrasos en proyectos y ofrece un cronograma más claro para enviar equipos de instalación o ejecutivos. Sin embargo, los asesores migratorios advierten que el plazo de cuatro semanas actualmente solo aplica para asignaciones comerciales a corto plazo y no para visas de empleo (E), que aún requieren autorización de seguridad.
Los analistas consideran esta medida parte de la estrategia más amplia de India para atraer inversiones en medio de la creciente presión arancelaria de EE. UU.: junto con el alivio en visas, Delhi está revisando los límites de inversión extranjera directa, concesiones arancelarias para bienes de capital y un nuevo incentivo para semiconductores alineado con fabricantes chinos de equipos.
Este cambio de política, que entró en vigor formalmente el 16 de diciembre, sigue a la reanudación en octubre de vuelos directos de pasajeros y a la visita del primer ministro Narendra Modi a Pekín en agosto, el primer viaje de alto nivel desde el enfrentamiento fronterizo de 2020. Think tanks indios estiman que solo los fabricantes de electrónica perdieron 15.000 millones de dólares en producción durante los últimos cuatro años porque ingenieros y personal de control de calidad chinos no pudieron ingresar a las plantas a tiempo.
Bajo las nuevas reglas simplificadas, las solicitudes de visa presentadas a través de la plataforma e-Visa de India serán aceleradas cuando estén respaldadas por una invitación de una empresa registrada en India y pruebas de habilidades técnicas especializadas. El Ministerio de Relaciones Exteriores enfatizó que el cambio es “recíproco en espíritu”: en noviembre, China extendió unilateralmente la entrada sin visa por 30 días a titulares de pasaportes suecos y prolongó las exenciones existentes para más de 40 países.
Los solicitantes chinos que quieran aprovechar el nuevo plazo de cuatro semanas pueden simplificar aún más el proceso a través de VisaHQ, que ofrece soporte integral para el sistema e-Visa de India, preparación de documentos y logística de mensajería. La página dedicada a China en la plataforma (https://www.visahq.com/china/) proporciona listas de verificación en mandarín e inglés, asegurando que los viajeros de negocios presenten solicitudes completas y eviten retrasos de último momento.
Para las multinacionales con cadenas de suministro entre China e India, esta mejora reduce el riesgo de retrasos en proyectos y ofrece un cronograma más claro para enviar equipos de instalación o ejecutivos. Sin embargo, los asesores migratorios advierten que el plazo de cuatro semanas actualmente solo aplica para asignaciones comerciales a corto plazo y no para visas de empleo (E), que aún requieren autorización de seguridad.
Los analistas consideran esta medida parte de la estrategia más amplia de India para atraer inversiones en medio de la creciente presión arancelaria de EE. UU.: junto con el alivio en visas, Delhi está revisando los límites de inversión extranjera directa, concesiones arancelarias para bienes de capital y un nuevo incentivo para semiconductores alineado con fabricantes chinos de equipos.







