
Justo cuando los aeropuertos de São Paulo comenzaban a despejar el retraso causado por el ciclón, una nueva ola de problemas operativos el 13 de diciembre obligó a las aerolíneas a cancelar más de 100 vuelos adicionales en centros desde Santos Dumont en Río hasta Viracopos en Campinas. Según Travel & Tour World, hubo al menos 25 cancelaciones en Santos Dumont, 20 en Viracopos y 18 en Guarulhos, con efectos en cadena en Brasília y Belo Horizonte.
Analistas de aviación señalan una tormenta perfecta: desubicación de tripulaciones por retrasos meteorológicos previos, limitaciones de franjas horarias debido al aumento de frecuencias estacionales y cortes de energía que dificultan las operaciones en tierra. Los vuelos internacionales a Buenos Aires y el lucrativo puente aéreo Río-São Paulo fueron de los más afectados, dejando a viajeros de negocios y turistas en apuros.
En medio del caos en los horarios, algunos pasajeros internacionales descubrieron que las re-rutas inesperadas o escalas forzadas requerían trámites nuevos de tránsito o entrada. Servicios como VisaHQ (https://www.visahq.com/brazil/) pueden acelerar la obtención de e-visas, actualizar a los viajeros sobre cambios de última hora en las normativas y ayudar a modificar solicitudes existentes, un recurso invaluable cuando las conexiones ajustadas y los itinerarios cambiantes no dejan margen de error.
Según las normas de ANAC, las aerolíneas deben ofrecer reembolsos o reubicaciones, pero los pasajeros reportaron largas filas y poca disponibilidad de asientos. Las tarifas de transporte por app se dispararon cerca de los aeropuertos, mientras que los hoteles en São Paulo y Río alcanzaron brevemente un 90 % de ocupación. Los departamentos de viajes corporativos recomendaron a sus empleados trasladar reuniones a formato virtual y considerar alternativas por tren o carretera.
Empresas de logística advierten que las interrupciones en la carga podrían afectar la planificación de inventarios navideños, especialmente para minoristas que dependen de importaciones just-in-time a través de Guarulhos. Expertos del sector señalan que este episodio pone en evidencia las limitaciones crónicas de capacidad en la infraestructura aérea de Brasil y la necesidad de fortalecer la planificación de contingencias ante el aumento de eventos climáticos extremos.
Analistas de aviación señalan una tormenta perfecta: desubicación de tripulaciones por retrasos meteorológicos previos, limitaciones de franjas horarias debido al aumento de frecuencias estacionales y cortes de energía que dificultan las operaciones en tierra. Los vuelos internacionales a Buenos Aires y el lucrativo puente aéreo Río-São Paulo fueron de los más afectados, dejando a viajeros de negocios y turistas en apuros.
En medio del caos en los horarios, algunos pasajeros internacionales descubrieron que las re-rutas inesperadas o escalas forzadas requerían trámites nuevos de tránsito o entrada. Servicios como VisaHQ (https://www.visahq.com/brazil/) pueden acelerar la obtención de e-visas, actualizar a los viajeros sobre cambios de última hora en las normativas y ayudar a modificar solicitudes existentes, un recurso invaluable cuando las conexiones ajustadas y los itinerarios cambiantes no dejan margen de error.
Según las normas de ANAC, las aerolíneas deben ofrecer reembolsos o reubicaciones, pero los pasajeros reportaron largas filas y poca disponibilidad de asientos. Las tarifas de transporte por app se dispararon cerca de los aeropuertos, mientras que los hoteles en São Paulo y Río alcanzaron brevemente un 90 % de ocupación. Los departamentos de viajes corporativos recomendaron a sus empleados trasladar reuniones a formato virtual y considerar alternativas por tren o carretera.
Empresas de logística advierten que las interrupciones en la carga podrían afectar la planificación de inventarios navideños, especialmente para minoristas que dependen de importaciones just-in-time a través de Guarulhos. Expertos del sector señalan que este episodio pone en evidencia las limitaciones crónicas de capacidad en la infraestructura aérea de Brasil y la necesidad de fortalecer la planificación de contingencias ante el aumento de eventos climáticos extremos.










