
Nuevos datos del mercado laboral publicados el 14 de diciembre muestran que los trabajadores extranjeros están pasando de estar al margen a formar parte central de la economía brasileña. Según el último boletín del Cadastro Geral de Empregados e Desempregados (Caged), entre enero y octubre de 2025, los extranjeros representaron un aumento neto de 73.400 empleos, lo que equivale al 4 % de todos los nuevos puestos de trabajo con tarjeta laboral. Casi la mitad de estas contrataciones —el 47,8 %— fueron ciudadanos venezolanos que huyen de la crisis socioeconómica en la frontera norte. Haitianos, argentinos y paraguayos completan el top cuatro de nacionalidades.
Los economistas relacionan este aumento en la contratación de extranjeros con dos tendencias convergentes: una tasa histórica de desempleo baja, del 5,4 %, y un flujo constante de migrantes regionales. Sectores con escasez de mano de obra, como el agroindustrial, la construcción y la industria alimentaria, están recurriendo a trabajadores migrantes para cubrir vacantes y contener la inflación salarial. Los empleadores también destacan la afinidad lingüística y la relativa facilidad para contratar bajo el acuerdo de residencia del Mercosur, que permite a los ciudadanos de países vecinos regularizar su situación rápidamente.
Para los responsables de movilidad global, estos datos confirman lo que muchos equipos de recursos humanos están observando en el terreno: una fuerza laboral más diversa internacionalmente y una mayor demanda de servicios en portugués para la integración, igualación fiscal y apoyo familiar. Las empresas que envían expatriados a Brasil deben ahora considerar la mayor competencia por la vivienda en ciudades con alta concentración de migrantes como Boa Vista, Manaos y São Paulo, así como las largas filas en las oficinas de la Policía Federal que registran a los residentes extranjeros.
En este contexto, la asistencia especializada para visas es fundamental. VisaHQ, por ejemplo, agiliza el proceso para obtener permisos de trabajo brasileños, tarjetas de residencia del Mercosur y visas de reunificación familiar a través de una plataforma online fácil de usar, verificación de documentos y seguimiento en tiempo real del estado de la solicitud, apoyando tanto a empleadores como a solicitantes individuales. Más información está disponible en https://www.visahq.com/brazil/.
Especialistas legales señalan que el aumento en la contratación formal coincide con una mayor fiscalización de las normas de autorización laboral. El Ministerio de Trabajo ha intensificado las inspecciones en los lugares de trabajo y está cruzando los datos del Caged con las categorías de visa. Las multas por empleo informal de extranjeros comienzan en R$800 por trabajador y pueden superar los R$100.000 para reincidentes.
De cara al futuro, los analistas prevén que la proporción de extranjeros entre los nuevos contratados seguirá creciendo si la economía brasileña mantiene un crecimiento superior al 2 % y la inestabilidad regional continúa impulsando la emigración. También advierten que el impacto en el mercado laboral variará según el estado: en Roraima, los venezolanos ya representan más de uno de cada cinco trabajadores formales, mientras que en el sur su presencia es casi imperceptible.
Los economistas relacionan este aumento en la contratación de extranjeros con dos tendencias convergentes: una tasa histórica de desempleo baja, del 5,4 %, y un flujo constante de migrantes regionales. Sectores con escasez de mano de obra, como el agroindustrial, la construcción y la industria alimentaria, están recurriendo a trabajadores migrantes para cubrir vacantes y contener la inflación salarial. Los empleadores también destacan la afinidad lingüística y la relativa facilidad para contratar bajo el acuerdo de residencia del Mercosur, que permite a los ciudadanos de países vecinos regularizar su situación rápidamente.
Para los responsables de movilidad global, estos datos confirman lo que muchos equipos de recursos humanos están observando en el terreno: una fuerza laboral más diversa internacionalmente y una mayor demanda de servicios en portugués para la integración, igualación fiscal y apoyo familiar. Las empresas que envían expatriados a Brasil deben ahora considerar la mayor competencia por la vivienda en ciudades con alta concentración de migrantes como Boa Vista, Manaos y São Paulo, así como las largas filas en las oficinas de la Policía Federal que registran a los residentes extranjeros.
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Especialistas legales señalan que el aumento en la contratación formal coincide con una mayor fiscalización de las normas de autorización laboral. El Ministerio de Trabajo ha intensificado las inspecciones en los lugares de trabajo y está cruzando los datos del Caged con las categorías de visa. Las multas por empleo informal de extranjeros comienzan en R$800 por trabajador y pueden superar los R$100.000 para reincidentes.
De cara al futuro, los analistas prevén que la proporción de extranjeros entre los nuevos contratados seguirá creciendo si la economía brasileña mantiene un crecimiento superior al 2 % y la inestabilidad regional continúa impulsando la emigración. También advierten que el impacto en el mercado laboral variará según el estado: en Roraima, los venezolanos ya representan más de uno de cada cinco trabajadores formales, mientras que en el sur su presencia es casi imperceptible.









