
En un intento por aliviar las tensiones posteriores a Ladakh y atraer inversiones en la cadena de suministro, India anunció el 13 de diciembre la reducción de los tiempos de procesamiento y la flexibilización de los requisitos documentales para ciudadanos chinos que soliciten visas de negocios y soporte técnico de corta duración.
Según las nuevas directrices, ingenieros, auditores y gerentes de proyectos chinos que vengan por asignaciones de hasta 90 días podrán solicitar la visa bajo la categoría estándar de negocios, en lugar de la visa de empleo (E), que requiere un proceso de verificación más riguroso. Las solicitudes se resolverán en un plazo de tres a cuatro semanas, la mitad del tiempo que antes, según funcionarios citados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Este cambio de política llega tras meses de negociaciones discretas entre ambos gobiernos y coincide con la reanudación de vuelos directos y la reapertura de visas turísticas para ciudadanos chinos en el último trimestre. Los fabricantes indios que dependen de máquinas CNC, líneas de paneles solares y equipos de telecomunicaciones fabricados en China han denunciado durante mucho tiempo que los retrasos en la obtención de visas afectaban la puesta en marcha y el mantenimiento.
Las empresas y viajeros que quieran aprovechar estas nuevas reglas pueden agilizar el proceso a través de VisaHQ, cuyo portal para India (https://www.visahq.com/india/) ofrece una guía paso a paso para la solicitud, verificación de documentos y seguimiento en tiempo real de visas de negocios y soporte técnico. Al delegar la gestión documental a los especialistas de VisaHQ, los equipos de recursos humanos pueden cumplir con el límite de 90 días y minimizar retrasos y rechazos.
Las medidas de mitigación de riesgos se mantienen. Las visas serán de entrada única y con un máximo de 90 días, y los solicitantes deberán presentar cartas de las empresas anfitrionas en India que certifiquen la responsabilidad en el cumplimiento de la seguridad. Los controles de antecedentes por parte de las agencias de seguridad indias continuarán, aunque se ha eliminado una capa interna de “verificación administrativa” para acelerar el proceso.
Para los equipos de movilidad, esta medida facilita la programación de proveedores chinos y aumenta el atractivo de India como un centro alternativo de producción en medio de los aranceles estadounidenses a productos chinos. Las empresas deberían actualizar sus modelos de cartas de invitación y prepararse para una mayor demanda de apoyo en mandarín en ciudades como Chennai, Pune y Noida, donde los proveedores chinos de equipos tienen mayor presencia.
Según las nuevas directrices, ingenieros, auditores y gerentes de proyectos chinos que vengan por asignaciones de hasta 90 días podrán solicitar la visa bajo la categoría estándar de negocios, en lugar de la visa de empleo (E), que requiere un proceso de verificación más riguroso. Las solicitudes se resolverán en un plazo de tres a cuatro semanas, la mitad del tiempo que antes, según funcionarios citados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Este cambio de política llega tras meses de negociaciones discretas entre ambos gobiernos y coincide con la reanudación de vuelos directos y la reapertura de visas turísticas para ciudadanos chinos en el último trimestre. Los fabricantes indios que dependen de máquinas CNC, líneas de paneles solares y equipos de telecomunicaciones fabricados en China han denunciado durante mucho tiempo que los retrasos en la obtención de visas afectaban la puesta en marcha y el mantenimiento.
Las empresas y viajeros que quieran aprovechar estas nuevas reglas pueden agilizar el proceso a través de VisaHQ, cuyo portal para India (https://www.visahq.com/india/) ofrece una guía paso a paso para la solicitud, verificación de documentos y seguimiento en tiempo real de visas de negocios y soporte técnico. Al delegar la gestión documental a los especialistas de VisaHQ, los equipos de recursos humanos pueden cumplir con el límite de 90 días y minimizar retrasos y rechazos.
Las medidas de mitigación de riesgos se mantienen. Las visas serán de entrada única y con un máximo de 90 días, y los solicitantes deberán presentar cartas de las empresas anfitrionas en India que certifiquen la responsabilidad en el cumplimiento de la seguridad. Los controles de antecedentes por parte de las agencias de seguridad indias continuarán, aunque se ha eliminado una capa interna de “verificación administrativa” para acelerar el proceso.
Para los equipos de movilidad, esta medida facilita la programación de proveedores chinos y aumenta el atractivo de India como un centro alternativo de producción en medio de los aranceles estadounidenses a productos chinos. Las empresas deberían actualizar sus modelos de cartas de invitación y prepararse para una mayor demanda de apoyo en mandarín en ciudades como Chennai, Pune y Noida, donde los proveedores chinos de equipos tienen mayor presencia.








