
Nueva Delhi ha eliminado una capa adicional de revisión de seguridad para las visas de negocios de ciudadanos chinos y ha establecido un plazo objetivo de cuatro semanas para aprobar las solicitudes, confirmaron altos funcionarios indios el 12 de diciembre. Este cambio sigue a la visita del primer ministro Narendra Modi a Pekín en noviembre, la primera en siete años, y pone fin a un retraso acumulado desde el conflicto fronterizo de 2020.
Para los fabricantes indios, especialmente en los sectores de electrónica y equipos de energía renovable, este cuello de botella resultó muy costoso. El organismo industrial ICEA estima pérdidas de producción por 15.000 millones de dólares en cuatro años, debido a que técnicos chinos no podían ingresar a las plantas para instalar o dar mantenimiento a la maquinaria. Según una nota preliminar del Ministerio de Comercio, el proceso simplificado podría recuperar al menos 4.000 millones de dólares en producción para 2026.
China ha recibido esta medida como un “paso constructivo” hacia la normalización de las relaciones bilaterales. Los vuelos directos entre ambos países, suspendidos durante la pandemia, han vuelto gradualmente a un 70 % de los niveles de 2019, y las aerolíneas aseguran que el cambio en las visas podría restablecer la conectividad total para el próximo verano.
Empresas e individuos interesados en aprovechar esta ventana de aprobación más rápida pueden simplificar los trámites a través de VisaHQ. El portal para China (https://www.visahq.com/china/) ofrece preevaluación de documentos, programación de citas y seguimiento en tiempo real de las solicitudes de visa de negocios para India, permitiendo a los viajeros aprovechar al máximo el nuevo plazo de cuatro semanas sin complicaciones administrativas.
Desde una perspectiva de movilidad global, las empresas con expertos basados en China —especialmente en telecomunicaciones, fabricantes de baterías para vehículos eléctricos y firmas fotovoltaicas— deberían revisar sus calendarios de asignaciones. Los equipos de recursos humanos ahora pueden planificar viajes cortos a sitios de clientes en India sin el margen de dos meses que antes se requería para los trámites de visa, aunque las exenciones de seguridad para instalaciones cerca de estados fronterizos sensibles siguen vigentes.
En la práctica, los solicitantes chinos aún deben presentar una carta de invitación y comprobante de alojamiento, pero las citas consulares se otorgarán por orden de llegada, en lugar de pasar por un panel interministerial de revisión. Las multinacionales deben monitorear el volumen de visas: las misiones indias en Pekín y Shanghái pueden procesar conjuntamente hasta 6.000 visas de negocios al mes bajo el nuevo plazo.
Para los fabricantes indios, especialmente en los sectores de electrónica y equipos de energía renovable, este cuello de botella resultó muy costoso. El organismo industrial ICEA estima pérdidas de producción por 15.000 millones de dólares en cuatro años, debido a que técnicos chinos no podían ingresar a las plantas para instalar o dar mantenimiento a la maquinaria. Según una nota preliminar del Ministerio de Comercio, el proceso simplificado podría recuperar al menos 4.000 millones de dólares en producción para 2026.
China ha recibido esta medida como un “paso constructivo” hacia la normalización de las relaciones bilaterales. Los vuelos directos entre ambos países, suspendidos durante la pandemia, han vuelto gradualmente a un 70 % de los niveles de 2019, y las aerolíneas aseguran que el cambio en las visas podría restablecer la conectividad total para el próximo verano.
Empresas e individuos interesados en aprovechar esta ventana de aprobación más rápida pueden simplificar los trámites a través de VisaHQ. El portal para China (https://www.visahq.com/china/) ofrece preevaluación de documentos, programación de citas y seguimiento en tiempo real de las solicitudes de visa de negocios para India, permitiendo a los viajeros aprovechar al máximo el nuevo plazo de cuatro semanas sin complicaciones administrativas.
Desde una perspectiva de movilidad global, las empresas con expertos basados en China —especialmente en telecomunicaciones, fabricantes de baterías para vehículos eléctricos y firmas fotovoltaicas— deberían revisar sus calendarios de asignaciones. Los equipos de recursos humanos ahora pueden planificar viajes cortos a sitios de clientes en India sin el margen de dos meses que antes se requería para los trámites de visa, aunque las exenciones de seguridad para instalaciones cerca de estados fronterizos sensibles siguen vigentes.
En la práctica, los solicitantes chinos aún deben presentar una carta de invitación y comprobante de alojamiento, pero las citas consulares se otorgarán por orden de llegada, en lugar de pasar por un panel interministerial de revisión. Las multinacionales deben monitorear el volumen de visas: las misiones indias en Pekín y Shanghái pueden procesar conjuntamente hasta 6.000 visas de negocios al mes bajo el nuevo plazo.






