
En el deshielo más significativo en los vínculos entre personas de India y China desde los enfrentamientos fronterizos en Ladakh en 2020, Nueva Delhi ha eliminado toda una capa de “verificación de seguridad” y ha ordenado a sus misiones emitir visas de negocios para técnicos y ejecutivos chinos en un plazo de cuatro semanas.
Plantas de electrónica, automóviles y energías renovables en toda India han reportado pérdidas de producción que superan los 15 mil millones de dólares debido a que especialistas de sus proveedores chinos no podían obtener permisos de entrada. La nueva directiva, aprobada tras la visita del primer ministro Narendra Modi a Pekín en diciembre, tiene como objetivo explícito “restaurar las cadenas de suministro interrumpidas” y asegurar a los inversores extranjeros que los proyectos ya no se retrasarán por falta de personal calificado.
Más allá de acortar los tiempos de procesamiento, el Ministerio del Interior ha autorizado a los consulados a eximir las entrevistas presenciales para viajeros recurrentes y a emitir visas de entrada múltiple válidas hasta por tres años. Las industrias que demuestren ingresos en divisas o un gran potencial de empleo podrán solicitar listas de preaprobación grupal, reduciendo aún más las fricciones para viajes frecuentes.
Para las empresas que navegan estas reglas en evolución, un facilitador en línea como VisaHQ puede eliminar aún más incertidumbre. Su portal para India (https://www.visahq.com/india/) monitorea las actualizaciones regulatorias en tiempo real, puede presentar solicitudes electrónicas, coordinar la toma de datos biométricos cuando aún se requiera y enviar los pasaportes de vuelta a los solicitantes por mensajería, ayudando a los equipos de movilidad a reducir los plazos y evitar errores administrativos.
Los gremios empresariales de ambos países celebraron la medida. La Asociación India de Celulares y Electrónica afirmó que al menos 300 líneas SMT (tecnología de montaje superficial) paralizadas podrán ponerse en marcha en el próximo trimestre, impulsando las ambiciones del gobierno con su iniciativa “Make in India” para smartphones. El ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín calificó el paso como “positivo” y reanudó las conversaciones sobre visas recíprocas de largo plazo para gerentes indios destacados en China.
Para las multinacionales, la conclusión inmediata es que los viajes de especialistas entre las dos potencias asiáticas vuelven a ser previsibles. Sin embargo, las empresas deben revisar sus políticas internas de movilidad: los asignados chinos aún deben registrarse en el portal e-FRRO de India tras su llegada, y los proyectos en estados fronterizos sensibles seguirán requiriendo autorizaciones de seguridad adicionales.
De cara al futuro, los analistas esperan una liberalización más amplia —posiblemente una tarjeta de viajero de negocios al estilo APEC— si la actual distensión se mantiene. Por ahora, los equipos de movilidad deben actualizar sus supuestos sobre los tiempos de anticipación, alertar a los proveedores chinos sobre la lista simplificada y monitorear la capacidad de vuelos bilaterales, que también se está incrementando por primera vez desde la pandemia.
Plantas de electrónica, automóviles y energías renovables en toda India han reportado pérdidas de producción que superan los 15 mil millones de dólares debido a que especialistas de sus proveedores chinos no podían obtener permisos de entrada. La nueva directiva, aprobada tras la visita del primer ministro Narendra Modi a Pekín en diciembre, tiene como objetivo explícito “restaurar las cadenas de suministro interrumpidas” y asegurar a los inversores extranjeros que los proyectos ya no se retrasarán por falta de personal calificado.
Más allá de acortar los tiempos de procesamiento, el Ministerio del Interior ha autorizado a los consulados a eximir las entrevistas presenciales para viajeros recurrentes y a emitir visas de entrada múltiple válidas hasta por tres años. Las industrias que demuestren ingresos en divisas o un gran potencial de empleo podrán solicitar listas de preaprobación grupal, reduciendo aún más las fricciones para viajes frecuentes.
Para las empresas que navegan estas reglas en evolución, un facilitador en línea como VisaHQ puede eliminar aún más incertidumbre. Su portal para India (https://www.visahq.com/india/) monitorea las actualizaciones regulatorias en tiempo real, puede presentar solicitudes electrónicas, coordinar la toma de datos biométricos cuando aún se requiera y enviar los pasaportes de vuelta a los solicitantes por mensajería, ayudando a los equipos de movilidad a reducir los plazos y evitar errores administrativos.
Los gremios empresariales de ambos países celebraron la medida. La Asociación India de Celulares y Electrónica afirmó que al menos 300 líneas SMT (tecnología de montaje superficial) paralizadas podrán ponerse en marcha en el próximo trimestre, impulsando las ambiciones del gobierno con su iniciativa “Make in India” para smartphones. El ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín calificó el paso como “positivo” y reanudó las conversaciones sobre visas recíprocas de largo plazo para gerentes indios destacados en China.
Para las multinacionales, la conclusión inmediata es que los viajes de especialistas entre las dos potencias asiáticas vuelven a ser previsibles. Sin embargo, las empresas deben revisar sus políticas internas de movilidad: los asignados chinos aún deben registrarse en el portal e-FRRO de India tras su llegada, y los proyectos en estados fronterizos sensibles seguirán requiriendo autorizaciones de seguridad adicionales.
De cara al futuro, los analistas esperan una liberalización más amplia —posiblemente una tarjeta de viajero de negocios al estilo APEC— si la actual distensión se mantiene. Por ahora, los equipos de movilidad deben actualizar sus supuestos sobre los tiempos de anticipación, alertar a los proveedores chinos sobre la lista simplificada y monitorear la capacidad de vuelos bilaterales, que también se está incrementando por primera vez desde la pandemia.








