
En una dura reprimenda a las autoridades federales, la jueza de distrito de EE. UU. Paula Xinis ordenó el 11 de diciembre a Inmigración y Control de Aduanas (ICE) liberar a Kilmar Abrego García, un salvadoreño casado con una ciudadana estadounidense, tras considerar que su detención de un año fue “totalmente carente de base legal”. Abrego García había sido deportado previamente a pesar de una orden judicial que garantizaba su regreso; ICE intentó luego deportarlo a varios países africanos sin el consentimiento de esos gobiernos, acciones que la jueza calificó como “falsedades” ante el tribunal.
El fallo pone en evidencia las fallas en el debido proceso dentro de la agresiva política de deportaciones de la administración. Abrego García enfrenta simultáneamente cargos por tráfico de personas en Tennessee, que sus abogados aseguran son represalias. La decisión del tribunal de Maryland podría sentar un precedente para otros inmigrantes sometidos a detenciones administrativas prolongadas e injustificadas.
Para los empleadores, el caso resalta los riesgos de cumplimiento al patrocinar a familias con estatus migratorios mixtos: la detención prolongada puede interrumpir la autorización de trabajo y generar problemas en la reverificación del formulario I-9. Los gestores de movilidad con personal extranjero deben seguir de cerca los resultados de litigios que puedan cambiar abruptamente el estatus legal de sus empleados.
Al enfrentar las complejidades que revelan casos como el de Abrego García, VisaHQ (https://www.visahq.com/united-states/) puede apoyar tanto a empleadores como a extranjeros facilitando las solicitudes de visa, monitoreando cambios de estatus y ofreciendo orientación en cumplimiento en tiempo real, ayudando a las organizaciones a evitar interrupciones inesperadas en la autorización laboral mientras se desarrollan los procesos legales.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que apelará, pero grupos de defensa señalan que la opinión reafirma que los atajos en deportaciones —como las expulsiones a terceros países sin audiencias— no pueden prevalecer sobre órdenes judiciales. Las empresas que emplean a trabajadores con TPS o en proceso de asilo podrían enfrentar nuevos desafíos legales basados en el precedente de Abrego García.
El fallo pone en evidencia las fallas en el debido proceso dentro de la agresiva política de deportaciones de la administración. Abrego García enfrenta simultáneamente cargos por tráfico de personas en Tennessee, que sus abogados aseguran son represalias. La decisión del tribunal de Maryland podría sentar un precedente para otros inmigrantes sometidos a detenciones administrativas prolongadas e injustificadas.
Para los empleadores, el caso resalta los riesgos de cumplimiento al patrocinar a familias con estatus migratorios mixtos: la detención prolongada puede interrumpir la autorización de trabajo y generar problemas en la reverificación del formulario I-9. Los gestores de movilidad con personal extranjero deben seguir de cerca los resultados de litigios que puedan cambiar abruptamente el estatus legal de sus empleados.
Al enfrentar las complejidades que revelan casos como el de Abrego García, VisaHQ (https://www.visahq.com/united-states/) puede apoyar tanto a empleadores como a extranjeros facilitando las solicitudes de visa, monitoreando cambios de estatus y ofreciendo orientación en cumplimiento en tiempo real, ayudando a las organizaciones a evitar interrupciones inesperadas en la autorización laboral mientras se desarrollan los procesos legales.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que apelará, pero grupos de defensa señalan que la opinión reafirma que los atajos en deportaciones —como las expulsiones a terceros países sin audiencias— no pueden prevalecer sobre órdenes judiciales. Las empresas que emplean a trabajadores con TPS o en proceso de asilo podrían enfrentar nuevos desafíos legales basados en el precedente de Abrego García.









