
Mumbai International Airport Limited (MIAL) informó el 9 de diciembre que las continuas interrupciones en los vuelos de IndiGo han afectado a más de 40,000 pasajeros desde el 1 de diciembre y han dejado a otros 260,000 con retrasos superiores a tres horas. La aerolínea más grande de India por cuota de mercado canceló decenas de vuelos debido a la recurrente escasez de tripulación, agravada por el efecto dominó en los horarios.
Los departamentos de viajes corporativos se vieron obligados a redirigir a ejecutivos a través de competidores con tarifas completas o a contratar conexiones de última hora vía Bengaluru y Delhi, lo que incrementó los costos de los viajes durante el ciclo presupuestario de fin de año. Empresas multinacionales con visitas sensibles en la cadena de suministro a Maharashtra reportaron aplazamientos en auditorías de fábricas y lanzamientos de ventas.
En estos periodos de viaje impredecibles, los ejecutivos también están comprendiendo que la documentación de visas debe ser igual de flexible. La plataforma de VisaHQ en India (https://www.visahq.com/india/) facilita la gestión urgente de e-visas y pasaportes, permitiendo a los equipos de movilidad corporativa seguir múltiples solicitudes desde un solo panel y coordinar recogidas por mensajería, para que el personal redirigido pueda pasar inmigración sin estrés adicional.
MIAL ha instalado asientos adicionales, puntos de hidratación y pantallas de alertas en tiempo real, pero las filas de seguridad y los mostradores de inmigración en la Terminal 2 siguen sufriendo congestión en horas pico. El Ministerio de Aviación Civil ha impuesto topes temporales a las tarifas en rutas principales para evitar abusos, sin embargo, los viajeros siguen denunciando precios puntuales que superan las ₹45,000 por trayecto en sectores que normalmente cuestan menos de ₹10,000.
Las agencias de gestión de viajes recomiendan a las empresas aumentar el tiempo de conexión entre vuelos nacionales e internacionales desde Mumbai, o considerar desplazamientos por tren o carretera hasta Pune para vuelos de continuación. Este episodio también reaviva el debate sobre la necesidad de que las aerolíneas presenten planes de continuidad de movilidad —similares a las normas de continuidad operativa en la banca— cuando las tripulaciones caen por debajo de umbrales críticos.
Los departamentos de viajes corporativos se vieron obligados a redirigir a ejecutivos a través de competidores con tarifas completas o a contratar conexiones de última hora vía Bengaluru y Delhi, lo que incrementó los costos de los viajes durante el ciclo presupuestario de fin de año. Empresas multinacionales con visitas sensibles en la cadena de suministro a Maharashtra reportaron aplazamientos en auditorías de fábricas y lanzamientos de ventas.
En estos periodos de viaje impredecibles, los ejecutivos también están comprendiendo que la documentación de visas debe ser igual de flexible. La plataforma de VisaHQ en India (https://www.visahq.com/india/) facilita la gestión urgente de e-visas y pasaportes, permitiendo a los equipos de movilidad corporativa seguir múltiples solicitudes desde un solo panel y coordinar recogidas por mensajería, para que el personal redirigido pueda pasar inmigración sin estrés adicional.
MIAL ha instalado asientos adicionales, puntos de hidratación y pantallas de alertas en tiempo real, pero las filas de seguridad y los mostradores de inmigración en la Terminal 2 siguen sufriendo congestión en horas pico. El Ministerio de Aviación Civil ha impuesto topes temporales a las tarifas en rutas principales para evitar abusos, sin embargo, los viajeros siguen denunciando precios puntuales que superan las ₹45,000 por trayecto en sectores que normalmente cuestan menos de ₹10,000.
Las agencias de gestión de viajes recomiendan a las empresas aumentar el tiempo de conexión entre vuelos nacionales e internacionales desde Mumbai, o considerar desplazamientos por tren o carretera hasta Pune para vuelos de continuación. Este episodio también reaviva el debate sobre la necesidad de que las aerolíneas presenten planes de continuidad de movilidad —similares a las normas de continuidad operativa en la banca— cuando las tripulaciones caen por debajo de umbrales críticos.









