
En una actualización de política publicada discretamente y que entró en vigor el lunes 8 de diciembre de 2025, Irlanda amplió el plazo para obtener la ciudadanía para las personas que reciben Protección Internacional (estatus de refugiado o protección subsidiaria). A partir de hoy, los solicitantes deben demostrar cinco años de residencia computable antes de poder presentar una solicitud de naturalización, en lugar del período de tres años que se aplicaba desde 2011. Las solicitudes presentadas antes de esta fecha límite se tramitarán bajo la norma anterior; todas las nuevas solicitudes se evaluarán con el requisito más estricto de cinco años.
Contexto y motivos – El Departamento de Justicia ha justificado el cambio como una alineación con las “mejores prácticas” de otros Estados miembros de la UE comparables y como un intento de aliviar la presión administrativa en la división de Ciudadanía, que ha enfrentado un volumen récord de solicitudes desde 2022. Funcionarios reconocen en privado que este aumento se debe al fuerte incremento en concesiones de protección internacional (casi 25,000 desde enero de 2023) y a las llegadas por reunificación familiar. Se espera que la extensión del requisito de residencia ayude a suavizar los picos de procesamiento y, según críticos, podría disuadir algunos movimientos secundarios hacia Irlanda a través del Área Común de Viaje.
Implicaciones para negocios y movilidad – Las empresas que contraten talento con estatus de refugiado deben ahora planificar plazos más largos antes de que sus empleados puedan obtener pasaportes irlandeses o de la UE. Esto afecta políticas de movilidad global como viajes de negocios a destinos sin visa, asignaciones dentro de la UE que requieren estatus de ciudadano europeo y la elegibilidad para ciertos puestos con autorización de seguridad. Los equipos de Recursos Humanos deberían revisar contratos de asignación y beneficios a largo plazo (por ejemplo, portabilidad de pensiones) que asumían un proceso de ciudadanía de tres años.
Consejos prácticos – • Realizar un inventario del personal actual que tenga o espere recibir Protección Internacional para identificar a quienes se verán afectados por la nueva regla de cinco años. • Considerar estrategias alternativas de movilidad (por ejemplo, Permiso de Empleo para Habilidades Críticas que conduce al Stamp 4 tras dos años) cuando el tiempo para obtener la ciudadanía sea crítico para el negocio. • Prepararse para preguntas de los empleados: la norma no afecta el derecho a trabajar ni la validez de los documentos de viaje para refugiados, pero sí retrasa el acceso pleno al voto y la libertad de movimiento en la UE.
Reacción de los actores involucrados – Las ONG han criticado la política como “regresiva”, advirtiendo que prolongará los retrasos en la reunificación familiar y dificultará la integración. El Irish Refugee Council anunció que está evaluando un posible recurso legal, argumentando que el efecto retroactivo para quienes no habían completado aún los tres años es desproporcionado. El Departamento insiste en que la medida es solo prospectiva y, por tanto, legal. Se espera un mayor escrutinio político cuando el Oireachtas regrese de su receso invernal.
Contexto y motivos – El Departamento de Justicia ha justificado el cambio como una alineación con las “mejores prácticas” de otros Estados miembros de la UE comparables y como un intento de aliviar la presión administrativa en la división de Ciudadanía, que ha enfrentado un volumen récord de solicitudes desde 2022. Funcionarios reconocen en privado que este aumento se debe al fuerte incremento en concesiones de protección internacional (casi 25,000 desde enero de 2023) y a las llegadas por reunificación familiar. Se espera que la extensión del requisito de residencia ayude a suavizar los picos de procesamiento y, según críticos, podría disuadir algunos movimientos secundarios hacia Irlanda a través del Área Común de Viaje.
Implicaciones para negocios y movilidad – Las empresas que contraten talento con estatus de refugiado deben ahora planificar plazos más largos antes de que sus empleados puedan obtener pasaportes irlandeses o de la UE. Esto afecta políticas de movilidad global como viajes de negocios a destinos sin visa, asignaciones dentro de la UE que requieren estatus de ciudadano europeo y la elegibilidad para ciertos puestos con autorización de seguridad. Los equipos de Recursos Humanos deberían revisar contratos de asignación y beneficios a largo plazo (por ejemplo, portabilidad de pensiones) que asumían un proceso de ciudadanía de tres años.
Consejos prácticos – • Realizar un inventario del personal actual que tenga o espere recibir Protección Internacional para identificar a quienes se verán afectados por la nueva regla de cinco años. • Considerar estrategias alternativas de movilidad (por ejemplo, Permiso de Empleo para Habilidades Críticas que conduce al Stamp 4 tras dos años) cuando el tiempo para obtener la ciudadanía sea crítico para el negocio. • Prepararse para preguntas de los empleados: la norma no afecta el derecho a trabajar ni la validez de los documentos de viaje para refugiados, pero sí retrasa el acceso pleno al voto y la libertad de movimiento en la UE.
Reacción de los actores involucrados – Las ONG han criticado la política como “regresiva”, advirtiendo que prolongará los retrasos en la reunificación familiar y dificultará la integración. El Irish Refugee Council anunció que está evaluando un posible recurso legal, argumentando que el efecto retroactivo para quienes no habían completado aún los tres años es desproporcionado. El Departamento insiste en que la medida es solo prospectiva y, por tanto, legal. Se espera un mayor escrutinio político cuando el Oireachtas regrese de su receso invernal.






