
Un incidente durante el retroceso en São Paulo/Guarulhos se tornó dramático la noche del 4 de diciembre cuando un vehículo de servicio en tierra se incendió junto al vuelo LA3418 de LATAM con destino a Porto Alegre. El capitán abortó el despegue, desplegó los toboganes de evacuación y evacuó a 169 pasajeros y tripulantes en minutos; no se reportaron heridos. Los bomberos del aeropuerto apagaron el fuego rápidamente, pero LATAM canceló la rotación y reubicó a los pasajeros en un avión de reserva que despegó dos horas después.
El regulador nacional de aviación, ANAC, ha abierto una investigación sobre el historial de mantenimiento del proveedor externo de servicios en tierra. Los hallazgos preliminares se esperan en 30 días y podrían influir en las primas de seguro de rampa para 2026 y en las cláusulas contractuales de seguridad.
Para las empresas multinacionales, el incidente es un recordatorio de que las fallas en equipos aumentan durante el pico de vacaciones en Brasil, cuando GRU maneja más de 900 movimientos de aeronaves al día. Los gestores de movilidad deberían incluir márgenes en los horarios, favorecer salidas temprano en la mañana y recordar a los viajeros la importancia de seguir las órdenes de evacuación de la tripulación — abandonar el equipaje de mano puede ahorrar segundos valiosos.
Los propietarios de carga deben verificar si las inspecciones por daños térmicos podrían retrasar la liberación de mercancías de alto valor en los compartimentos inferiores afectados. Los sindicatos advierten que las horas extras crónicas y los objetivos estrictos de rotación aumentan los riesgos en la rampa; las empresas podrían necesitar considerar posibles retrasos en tierra dentro de sus planes de deber de cuidado y continuidad del negocio.
El regulador nacional de aviación, ANAC, ha abierto una investigación sobre el historial de mantenimiento del proveedor externo de servicios en tierra. Los hallazgos preliminares se esperan en 30 días y podrían influir en las primas de seguro de rampa para 2026 y en las cláusulas contractuales de seguridad.
Para las empresas multinacionales, el incidente es un recordatorio de que las fallas en equipos aumentan durante el pico de vacaciones en Brasil, cuando GRU maneja más de 900 movimientos de aeronaves al día. Los gestores de movilidad deberían incluir márgenes en los horarios, favorecer salidas temprano en la mañana y recordar a los viajeros la importancia de seguir las órdenes de evacuación de la tripulación — abandonar el equipaje de mano puede ahorrar segundos valiosos.
Los propietarios de carga deben verificar si las inspecciones por daños térmicos podrían retrasar la liberación de mercancías de alto valor en los compartimentos inferiores afectados. Los sindicatos advierten que las horas extras crónicas y los objetivos estrictos de rotación aumentan los riesgos en la rampa; las empresas podrían necesitar considerar posibles retrasos en tierra dentro de sus planes de deber de cuidado y continuidad del negocio.










