
Casi tres años después del colapso operativo de Southwest Airlines durante la semana de Navidad, que dejó varados a más de dos millones de pasajeros, la saga llegó a su fin administrativo el domingo, cuando el Departamento de Transporte de EE. UU. (DOT) perdonó el último pago de multa de 11 millones de dólares a la aerolínea.
Southwest ya había pagado 24 millones en efectivo y emitido más de 100 millones en créditos de viaje como parte de un acuerdo de 140 millones anunciado en 2023. El DOT justificó la exención porque la aerolínea completó una renovación de 112 millones en su plataforma de programación de tripulaciones y cumplió con los objetivos de puntualidad durante cuatro trimestres consecutivos.
Para los viajeros de negocios, esta decisión elimina la posibilidad de litigios adicionales por protección al consumidor, pero también reaviva el debate sobre si las mejoras tecnológicas son suficientes para evitar un colapso similar. Las agencias de gestión de viajes reportan que los clientes corporativos aún imponen límites temporales de reservas en Southwest durante los picos del invierno, hasta que los nuevos sistemas de la aerolínea sean puestos a prueba.
Desde el punto de vista regulatorio, este episodio marca un precedente: el DOT indicó que podría convertir parte de las multas futuras a aerolíneas en obligaciones de reparación y compensación, en lugar de solo pagos en efectivo. Las aerolíneas que enfrenten grandes indemnizaciones por impacto climático podrían buscar un trato similar.
Los gestores de movilidad deben actualizar las evaluaciones de riesgo de sus aerolíneas preferidas y monitorear el desempeño de Southwest durante el próximo aumento de viajes de Año Nuevo, cuando la alta ocupación y las tormentas invernales pondrán a prueba el renovado centro de operaciones de la red de la aerolínea.
Southwest ya había pagado 24 millones en efectivo y emitido más de 100 millones en créditos de viaje como parte de un acuerdo de 140 millones anunciado en 2023. El DOT justificó la exención porque la aerolínea completó una renovación de 112 millones en su plataforma de programación de tripulaciones y cumplió con los objetivos de puntualidad durante cuatro trimestres consecutivos.
Para los viajeros de negocios, esta decisión elimina la posibilidad de litigios adicionales por protección al consumidor, pero también reaviva el debate sobre si las mejoras tecnológicas son suficientes para evitar un colapso similar. Las agencias de gestión de viajes reportan que los clientes corporativos aún imponen límites temporales de reservas en Southwest durante los picos del invierno, hasta que los nuevos sistemas de la aerolínea sean puestos a prueba.
Desde el punto de vista regulatorio, este episodio marca un precedente: el DOT indicó que podría convertir parte de las multas futuras a aerolíneas en obligaciones de reparación y compensación, en lugar de solo pagos en efectivo. Las aerolíneas que enfrenten grandes indemnizaciones por impacto climático podrían buscar un trato similar.
Los gestores de movilidad deben actualizar las evaluaciones de riesgo de sus aerolíneas preferidas y monitorear el desempeño de Southwest durante el próximo aumento de viajes de Año Nuevo, cuando la alta ocupación y las tormentas invernales pondrán a prueba el renovado centro de operaciones de la red de la aerolínea.










