
Durante la visita del presidente Vladimir Putin a Nueva Delhi el 6 de diciembre, India y Rusia firmaron dos acuerdos de movilidad destinados a canalizar talento indio calificado y semi-calificado hacia las carencias laborales críticas de Rusia, al tiempo que se combate la migración irregular.
El primer memorando, titulado «Actividad Laboral Temporal de Ciudadanos de un Estado en el Territorio del Otro», establece un canal gubernamental para la contratación de trabajadores indios en sectores como la construcción, la agricultura, los servicios de TI y la manufactura ligera. Las autoridades estiman que las cuotas podrían alcanzar los 70,000 indios para 2027, con contratos supervisados por ambos ministerios de trabajo para garantizar salarios, seguros y derechos de repatriación.
Un acuerdo complementario sobre «Cooperación para Combatir la Migración Irregular» busca frenar el flujo de reclutadores que han atraído a indios —a veces bajo falsas promesas— hacia las fuerzas armadas rusas y empleos informales. Entre las medidas se incluyen bases de datos compartidas, orientación previa a la salida, verificación biométrica y líneas directas para denuncias.
Para las agencias de empleo indias y las empresas globales que operan proyectos en Rusia, estos pactos ofrecen una alternativa legalmente segura frente a los visados improvisados. Los empleadores deberán demostrar la disponibilidad de vivienda y formación en idioma, y las auditorías de cumplimiento podrán derivar en la inclusión en listas negras para quienes incumplan.
Estratégicamente, estos acuerdos amplían la red india de corredores de movilidad laboral (Japón, Alemania, Israel, EAU) y brindan a Moscú acceso a una fuerza laboral joven en un contexto de envejecimiento demográfico interno. También indican que, pese a las tensiones geopolíticas, Delhi está dispuesto a proteger la cooperación económica y salvaguardar a sus ciudadanos en el extranjero.
El primer memorando, titulado «Actividad Laboral Temporal de Ciudadanos de un Estado en el Territorio del Otro», establece un canal gubernamental para la contratación de trabajadores indios en sectores como la construcción, la agricultura, los servicios de TI y la manufactura ligera. Las autoridades estiman que las cuotas podrían alcanzar los 70,000 indios para 2027, con contratos supervisados por ambos ministerios de trabajo para garantizar salarios, seguros y derechos de repatriación.
Un acuerdo complementario sobre «Cooperación para Combatir la Migración Irregular» busca frenar el flujo de reclutadores que han atraído a indios —a veces bajo falsas promesas— hacia las fuerzas armadas rusas y empleos informales. Entre las medidas se incluyen bases de datos compartidas, orientación previa a la salida, verificación biométrica y líneas directas para denuncias.
Para las agencias de empleo indias y las empresas globales que operan proyectos en Rusia, estos pactos ofrecen una alternativa legalmente segura frente a los visados improvisados. Los empleadores deberán demostrar la disponibilidad de vivienda y formación en idioma, y las auditorías de cumplimiento podrán derivar en la inclusión en listas negras para quienes incumplan.
Estratégicamente, estos acuerdos amplían la red india de corredores de movilidad laboral (Japón, Alemania, Israel, EAU) y brindan a Moscú acceso a una fuerza laboral joven en un contexto de envejecimiento demográfico interno. También indican que, pese a las tensiones geopolíticas, Delhi está dispuesto a proteger la cooperación económica y salvaguardar a sus ciudadanos en el extranjero.










