
China Eastern Airlines ha completado la rotación inaugural del vuelo MU745/746 entre Shanghai Pudong y Buenos Aires Ezeiza, posicionándose de inmediato en los récords por operar el servicio comercial programado más largo del mundo. El tramo hacia el este, que despegó de Pudong a las 02:00 del 6 de diciembre y aterrizó en Argentina a las 16:55 hora local del mismo día, cubrió más de 20,000 km y duró 25 horas y media, incluyendo una única escala técnica para reabastecimiento en Auckland, Nueva Zelanda.
Aunque se promociona como un vuelo "directo", la configuración con una escala evita las rutas tradicionales que obligaban a los pasajeros a hacer tránsito en Europa, Norteamérica o el Golfo, reduciendo el tiempo total de viaje en aproximadamente cinco horas. El servicio, operado con un Boeing 777-300ER, funcionará dos veces por semana (lunes/jueves hacia el sur; martes/viernes hacia el norte) con una capacidad estándar de 282 asientos distribuidos en tres clases.
Para China, esta ruta cubre un vacío importante en su mapa de conexiones, ofreciendo a exportadores e importadores del sector agroindustrial una opción directa hacia Mercosur por primera vez, alineándose con el compromiso de Pekín de aumentar el comercio bilateral con América Latina hasta 700,000 millones de dólares para 2030. Para Argentina, cuyo operador bandera Aerolíneas Argentinas no cuenta con una red de vuelos de largo alcance hacia Asia, el servicio promete impulsar el turismo receptivo y el flujo de carga, especialmente productos perecederos de alto valor, además de apoyar la ambición de Buenos Aires de convertirse en un hub sudamericano.
Los equipos de movilidad corporativa ya están ajustando sus políticas de viaje: multinacionales con presencia tanto en Asia como en el Cono Sur indicaron a Global Mobility News que esperan redirigir hasta un 60 % del tráfico originado en Shanghai hacia este nuevo vuelo para evitar requisitos de visa y controles de seguridad en terceros países. Analistas logísticos también anticipan un efecto positivo en la carga en bodega, con vendedores de comercio electrónico apuntando a ventanas de entrega puerta a puerta de 36 horas entre el este de China y el área metropolitana de Argentina.
Más allá del beneficio comercial inmediato, los estrategas de aviación ven este lanzamiento como una señal de la determinación de China para expandir su alcance de largo recorrido, a pesar de un entorno global de demanda aún frágil. La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) ha aprobado siete pares adicionales de vuelos de largo alcance para la próxima temporada de verano, la mayoría dirigidos a corredores emergentes poco atendidos. Si los factores de ocupación superan el umbral de rentabilidad del 75 %, China Eastern considera la posibilidad de convertir el tramo Shanghai–Buenos Aires en un vuelo verdaderamente sin escalas una vez que la aerolínea comience a recibir aviones de ultra largo alcance de nueva generación después de 2028.
Aunque se promociona como un vuelo "directo", la configuración con una escala evita las rutas tradicionales que obligaban a los pasajeros a hacer tránsito en Europa, Norteamérica o el Golfo, reduciendo el tiempo total de viaje en aproximadamente cinco horas. El servicio, operado con un Boeing 777-300ER, funcionará dos veces por semana (lunes/jueves hacia el sur; martes/viernes hacia el norte) con una capacidad estándar de 282 asientos distribuidos en tres clases.
Para China, esta ruta cubre un vacío importante en su mapa de conexiones, ofreciendo a exportadores e importadores del sector agroindustrial una opción directa hacia Mercosur por primera vez, alineándose con el compromiso de Pekín de aumentar el comercio bilateral con América Latina hasta 700,000 millones de dólares para 2030. Para Argentina, cuyo operador bandera Aerolíneas Argentinas no cuenta con una red de vuelos de largo alcance hacia Asia, el servicio promete impulsar el turismo receptivo y el flujo de carga, especialmente productos perecederos de alto valor, además de apoyar la ambición de Buenos Aires de convertirse en un hub sudamericano.
Los equipos de movilidad corporativa ya están ajustando sus políticas de viaje: multinacionales con presencia tanto en Asia como en el Cono Sur indicaron a Global Mobility News que esperan redirigir hasta un 60 % del tráfico originado en Shanghai hacia este nuevo vuelo para evitar requisitos de visa y controles de seguridad en terceros países. Analistas logísticos también anticipan un efecto positivo en la carga en bodega, con vendedores de comercio electrónico apuntando a ventanas de entrega puerta a puerta de 36 horas entre el este de China y el área metropolitana de Argentina.
Más allá del beneficio comercial inmediato, los estrategas de aviación ven este lanzamiento como una señal de la determinación de China para expandir su alcance de largo recorrido, a pesar de un entorno global de demanda aún frágil. La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) ha aprobado siete pares adicionales de vuelos de largo alcance para la próxima temporada de verano, la mayoría dirigidos a corredores emergentes poco atendidos. Si los factores de ocupación superan el umbral de rentabilidad del 75 %, China Eastern considera la posibilidad de convertir el tramo Shanghai–Buenos Aires en un vuelo verdaderamente sin escalas una vez que la aerolínea comience a recibir aviones de ultra largo alcance de nueva generación después de 2028.





