
El gigante bancario suizo UBS podría reducir su plantilla global hasta en 10,000 puestos para 2027, mientras continúa con la integración de Credit Suisse, según un informe de SonntagsBlick confirmado parcialmente por UBS a Reuters el 7 de diciembre. Los recortes, que representan aproximadamente el 9 % de los 110,000 empleados actuales, se implementarán de forma gradual mediante jubilaciones anticipadas, movilidad interna, no reemplazo de bajas y la repatriación de puestos externalizados.
Para los profesionales de movilidad internacional, esta noticia oculta una serie de problemas derivados. UBS emplea a miles de especialistas extranjeros en Suiza con permisos B y L, y cuenta con importantes comunidades de expatriados en Londres, Nueva York y Singapur. Expertos en recursos humanos señalan que una reestructuración de esta magnitud suele implicar una revisión de los planes de asignación: proyectos pueden ser cancelados, empleados en misión regresados anticipadamente y nuevos permisos de entrada retrasados, afectando a proveedores de reubicación, redes educativas y mercados inmobiliarios en Zúrich y Basilea.
El banco asegura que “mantendrá los recortes de empleo en Suiza y a nivel global lo más bajos posible”, pero rondas anteriores de reestructuración han demostrado que incluso empleados no despedidos pueden verse afectados por la consolidación de roles que exige traslados internacionales o cambios contractuales. En Suiza, el personal extranjero despedido generalmente dispone de 30 días para encontrar un nuevo empleo antes de que su estatus de residencia corra peligro, lo que genera presión sobre los asesores de transición profesional.
Los expertos en inmigración destacan que el momento coincide con la decisión del Consejo Federal de mantener las cuotas para terceros países en 8,500 para 2026. Una liberación repentina de profesionales cualificados en finanzas podría aliviar la escasez de talento en fintech y cumplimiento normativo, pero también complicar la gestión de cuotas si UBS opta por reincorporar personal mediante contratos a corto plazo.
Los clientes corporativos que siguen la transformación de UBS deben prepararse para cambios en los equipos de servicio y posibles retrasos en la aprobación de proyectos transfronterizos. Este episodio subraya la necesidad de que los equipos de movilidad cuenten con herramientas dinámicas de planificación de plantilla que permitan simular distintos escenarios de personal y sus consecuencias en visados mucho antes de emitir avisos formales de despido.
Para los profesionales de movilidad internacional, esta noticia oculta una serie de problemas derivados. UBS emplea a miles de especialistas extranjeros en Suiza con permisos B y L, y cuenta con importantes comunidades de expatriados en Londres, Nueva York y Singapur. Expertos en recursos humanos señalan que una reestructuración de esta magnitud suele implicar una revisión de los planes de asignación: proyectos pueden ser cancelados, empleados en misión regresados anticipadamente y nuevos permisos de entrada retrasados, afectando a proveedores de reubicación, redes educativas y mercados inmobiliarios en Zúrich y Basilea.
El banco asegura que “mantendrá los recortes de empleo en Suiza y a nivel global lo más bajos posible”, pero rondas anteriores de reestructuración han demostrado que incluso empleados no despedidos pueden verse afectados por la consolidación de roles que exige traslados internacionales o cambios contractuales. En Suiza, el personal extranjero despedido generalmente dispone de 30 días para encontrar un nuevo empleo antes de que su estatus de residencia corra peligro, lo que genera presión sobre los asesores de transición profesional.
Los expertos en inmigración destacan que el momento coincide con la decisión del Consejo Federal de mantener las cuotas para terceros países en 8,500 para 2026. Una liberación repentina de profesionales cualificados en finanzas podría aliviar la escasez de talento en fintech y cumplimiento normativo, pero también complicar la gestión de cuotas si UBS opta por reincorporar personal mediante contratos a corto plazo.
Los clientes corporativos que siguen la transformación de UBS deben prepararse para cambios en los equipos de servicio y posibles retrasos en la aprobación de proyectos transfronterizos. Este episodio subraya la necesidad de que los equipos de movilidad cuenten con herramientas dinámicas de planificación de plantilla que permitan simular distintos escenarios de personal y sus consecuencias en visados mucho antes de emitir avisos formales de despido.







