
Los viajeros que esperaban una salida sin contratiempos el 5 y 6 de diciembre se encontraron con lo que el sitio especializado VisaHQ denominó “Caos Aéreo”. Los datos recopilados de los registros de movimientos aeroportuarios muestran 31 vuelos cancelados y 730 retrasos en Melbourne, Sídney, Brisbane, Cairns y Adelaida.
Melbourne fue la más afectada, con diez cancelaciones y más de 250 movimientos retrasados. Sídney le siguió con ocho cancelaciones y 226 salidas tardías. Los analistas de aviación atribuyen el desorden a una tormenta perfecta: la escasez persistente de aviones tras la suspensión de los A320 de Jetstar, tormentas eléctricas en la costa este y la falta crónica de personal en las plataformas.
La interrupción prolongó los tiempos promedio de viaje puerta a puerta entre 1 y 3 horas, según la firma de datos de viajes OAG. Para los programas corporativos, esto se traduce en horas extras para técnicos en viaje, reuniones con clientes perdidas y noches adicionales de hotel. Las aseguradoras advierten que algunas pólizas excluyen retrasos por condiciones climáticas, por lo que los gestores de riesgos deben revisar sus coberturas.
Los organismos estatales de turismo expresaron preocupación por el daño a la reputación justo cuando comienza la lucrativa temporada de verano. Airports Australia anunció que esta semana convocará un grupo de trabajo de “operaciones irregulares” para mejorar la comunicación entre el personal de tierra y los operadores de transporte compartido, con el objetivo de evitar el colapso en las terminales cuando los vuelos arriben simultáneamente.
Melbourne fue la más afectada, con diez cancelaciones y más de 250 movimientos retrasados. Sídney le siguió con ocho cancelaciones y 226 salidas tardías. Los analistas de aviación atribuyen el desorden a una tormenta perfecta: la escasez persistente de aviones tras la suspensión de los A320 de Jetstar, tormentas eléctricas en la costa este y la falta crónica de personal en las plataformas.
La interrupción prolongó los tiempos promedio de viaje puerta a puerta entre 1 y 3 horas, según la firma de datos de viajes OAG. Para los programas corporativos, esto se traduce en horas extras para técnicos en viaje, reuniones con clientes perdidas y noches adicionales de hotel. Las aseguradoras advierten que algunas pólizas excluyen retrasos por condiciones climáticas, por lo que los gestores de riesgos deben revisar sus coberturas.
Los organismos estatales de turismo expresaron preocupación por el daño a la reputación justo cuando comienza la lucrativa temporada de verano. Airports Australia anunció que esta semana convocará un grupo de trabajo de “operaciones irregulares” para mejorar la comunicación entre el personal de tierra y los operadores de transporte compartido, con el objetivo de evitar el colapso en las terminales cuando los vuelos arriben simultáneamente.






