
La calma tras la Navidad se convirtió en una pesadilla para miles de pasajeros que transitaban por los dos principales hubs de Alemania el 30 de diciembre, cuando la implementación gradual del nuevo Sistema de Entrada/Salida (EES) de la UE chocó con el pico del tráfico vacacional. Los aeropuertos de Frankfurt-Main y Múnich, que habían ido trasladando a un número creciente de pasajeros de terceros países a quioscos de autoservicio que capturan huellas dactilares y escaneos faciales, vieron filas de horas cuando muchas de estas máquinas no pudieron manejar el volumen.
En Frankfurt, los viajeros reportaron esperas de más de dos horas en las puertas automáticas antes de ser redirigidos a mostradores manuales con poco personal, lo que obligó a Lufthansa a retrasar varios vuelos de conexión. Múnich no estuvo mucho mejor: el personal de tierra aumentó la dotación, pero el hardware biométrico resultó ser el cuello de botella. El operador aeroportuario Fraport informó que ya se había incrementado el personal en los puntos de control en un 20 %, pero el flujo seguía muy por debajo de lo normal porque los escaneos iniciales “por primera vez” toman mucho más tiempo.
Según la normativa de la UE, todo ciudadano no perteneciente a la UE debe proporcionar cuatro huellas dactilares y una imagen facial la primera vez que entra en el espacio Schengen tras la puesta en marcha del sistema. Una vez almacenados los datos, los cruces posteriores deberían ser más rápidos, pero la fase inicial de registro está resultando complicada.
Los gestores de viajes que buscan apoyo extra durante esta transición pueden acceder al portal de VisaHQ para Alemania (https://www.visahq.com/germany/), que ofrece actualizaciones en tiempo real sobre las normas de entrada a Schengen, orientación sobre el registro biométrico y asistencia acelerada para visados. El servicio puede preevaluar la documentación, alertar sobre próximas expiraciones de pasaportes y enviar avisos cuando cambien los procedimientos del EES, ayudando a las empresas a mantener sus itinerarios a pesar de las dificultades.
Por ello, los equipos de movilidad corporativa aconsejan a los asignados y visitantes programar una conexión mínima de tres horas si su primer punto de entrada a Schengen es Frankfurt o Múnich.
Las aerolíneas y asociaciones del sector están presionando a la policía federal para que flexibilice los requisitos de huellas dactilares durante la avalancha de Año Nuevo, pero Berlín insiste en que los datos biométricos son clave para detectar estancias irregulares y fraudes de identidad. Hasta que lleguen las actualizaciones de software a mediados de enero, las empresas con viajeros con tiempos ajustados están considerando rutas alternativas vía Zúrich, Copenhague o Viena.
Consejos prácticos: verificar previamente si el personal ya ha proporcionado datos biométricos al EES en viajes anteriores; reservar servicios de paso rápido donde estén disponibles; informar a los viajeros que los sellos en pasaportes están desapareciendo y que la fotografía tomada en el quiosco reemplaza al antiguo sello de tinta como prueba de entrada.
En Frankfurt, los viajeros reportaron esperas de más de dos horas en las puertas automáticas antes de ser redirigidos a mostradores manuales con poco personal, lo que obligó a Lufthansa a retrasar varios vuelos de conexión. Múnich no estuvo mucho mejor: el personal de tierra aumentó la dotación, pero el hardware biométrico resultó ser el cuello de botella. El operador aeroportuario Fraport informó que ya se había incrementado el personal en los puntos de control en un 20 %, pero el flujo seguía muy por debajo de lo normal porque los escaneos iniciales “por primera vez” toman mucho más tiempo.
Según la normativa de la UE, todo ciudadano no perteneciente a la UE debe proporcionar cuatro huellas dactilares y una imagen facial la primera vez que entra en el espacio Schengen tras la puesta en marcha del sistema. Una vez almacenados los datos, los cruces posteriores deberían ser más rápidos, pero la fase inicial de registro está resultando complicada.
Los gestores de viajes que buscan apoyo extra durante esta transición pueden acceder al portal de VisaHQ para Alemania (https://www.visahq.com/germany/), que ofrece actualizaciones en tiempo real sobre las normas de entrada a Schengen, orientación sobre el registro biométrico y asistencia acelerada para visados. El servicio puede preevaluar la documentación, alertar sobre próximas expiraciones de pasaportes y enviar avisos cuando cambien los procedimientos del EES, ayudando a las empresas a mantener sus itinerarios a pesar de las dificultades.
Por ello, los equipos de movilidad corporativa aconsejan a los asignados y visitantes programar una conexión mínima de tres horas si su primer punto de entrada a Schengen es Frankfurt o Múnich.
Las aerolíneas y asociaciones del sector están presionando a la policía federal para que flexibilice los requisitos de huellas dactilares durante la avalancha de Año Nuevo, pero Berlín insiste en que los datos biométricos son clave para detectar estancias irregulares y fraudes de identidad. Hasta que lleguen las actualizaciones de software a mediados de enero, las empresas con viajeros con tiempos ajustados están considerando rutas alternativas vía Zúrich, Copenhague o Viena.
Consejos prácticos: verificar previamente si el personal ya ha proporcionado datos biométricos al EES en viajes anteriores; reservar servicios de paso rápido donde estén disponibles; informar a los viajeros que los sellos en pasaportes están desapareciendo y que la fotografía tomada en el quiosco reemplaza al antiguo sello de tinta como prueba de entrada.







