
Lo que debía ser una tranquila semana de viajes tras la Navidad se convirtió en una pesadilla para muchos pasajeros que transitaban por los dos principales centros de Alemania. La implementación gradual del nuevo Sistema de Entrada/Salida (EES) de la UE y el esquema ETA del Reino Unido generaron colas de varias horas en Frankfurt y Múnich, ya que los quioscos de pasaportes tuvieron dificultades para capturar huellas dactilares y escaneos faciales de miles de viajeros de terceros países.
En Frankfurt, el principal centro intercontinental de Alemania, los viajeros reportaron esperas de más de dos horas en las puertas automáticas antes de ser derivados a mostradores manuales con poco personal. Múnich, un punto clave de conexión para itinerarios centroeuropeos, no tuvo mejor suerte, con tripulaciones de Lufthansa obligadas a retrasar vuelos de conexión por pasajeros que no llegaron a tiempo. El operador aeroportuario Fraport informó que ya aumentó el personal en un 20 %, pero el hardware biométrico no pudo manejar el volumen máximo.
Para ayudar a los viajeros a anticiparse a estos nuevos requisitos de entrada, VisaHQ ofrece una plataforma en línea que agiliza el procesamiento de visas y documentos de viaje, proporciona actualizaciones en tiempo real sobre la implementación del EES en Alemania y asiste con las solicitudes de visa Schengen. Visitando https://www.visahq.com/germany/, pasajeros y gestores de viajes corporativos pueden acceder a soporte personalizado y evitar problemas con la documentación mucho antes de llegar al aeropuerto.
Los problemas no son exclusivos de Alemania. España, Italia, Grecia, Portugal e Islandia enfrentan dificultades similares mientras el EES pasa de la fase piloto a la operación en vivo. Sin embargo, el papel de Alemania como centro de conexiones amplifica la disrupción a nivel global: los vuelos de conexión perdidos afectan a las redes aéreas, y las conexiones ajustadas dentro del espacio Schengen se vuelven imposibles cuando los viajeros ingresan primero por Frankfurt o Múnich.
Para los gestores de movilidad, el consejo es claro: prever un margen mínimo de tres horas para viajeros no comunitarios que entren por centros alemanes, preinscribir datos biométricos cuando sea posible y advertir al personal que los sellos tradicionales en pasaportes están desapareciendo. Las aerolíneas han comenzado a reasignar personal en tierra para guiar a los usuarios primerizos en el uso de los quioscos, pero las asociaciones del sector piden a la policía federal que flexibilice la captura obligatoria de huellas durante el pico de viajes de Año Nuevo.
De cara al futuro, la policía federal alemana asegura que el rendimiento mejorará una vez que los viajeros tengan un registro biométrico en el sistema y los quioscos reciban actualizaciones de software previstas para mediados de enero. Hasta entonces, las empresas deberían considerar redirigir a su personal crítico por otras puertas de entrada como Zúrich o Copenhague si los itinerarios son sensibles al tiempo.
En Frankfurt, el principal centro intercontinental de Alemania, los viajeros reportaron esperas de más de dos horas en las puertas automáticas antes de ser derivados a mostradores manuales con poco personal. Múnich, un punto clave de conexión para itinerarios centroeuropeos, no tuvo mejor suerte, con tripulaciones de Lufthansa obligadas a retrasar vuelos de conexión por pasajeros que no llegaron a tiempo. El operador aeroportuario Fraport informó que ya aumentó el personal en un 20 %, pero el hardware biométrico no pudo manejar el volumen máximo.
Para ayudar a los viajeros a anticiparse a estos nuevos requisitos de entrada, VisaHQ ofrece una plataforma en línea que agiliza el procesamiento de visas y documentos de viaje, proporciona actualizaciones en tiempo real sobre la implementación del EES en Alemania y asiste con las solicitudes de visa Schengen. Visitando https://www.visahq.com/germany/, pasajeros y gestores de viajes corporativos pueden acceder a soporte personalizado y evitar problemas con la documentación mucho antes de llegar al aeropuerto.
Los problemas no son exclusivos de Alemania. España, Italia, Grecia, Portugal e Islandia enfrentan dificultades similares mientras el EES pasa de la fase piloto a la operación en vivo. Sin embargo, el papel de Alemania como centro de conexiones amplifica la disrupción a nivel global: los vuelos de conexión perdidos afectan a las redes aéreas, y las conexiones ajustadas dentro del espacio Schengen se vuelven imposibles cuando los viajeros ingresan primero por Frankfurt o Múnich.
Para los gestores de movilidad, el consejo es claro: prever un margen mínimo de tres horas para viajeros no comunitarios que entren por centros alemanes, preinscribir datos biométricos cuando sea posible y advertir al personal que los sellos tradicionales en pasaportes están desapareciendo. Las aerolíneas han comenzado a reasignar personal en tierra para guiar a los usuarios primerizos en el uso de los quioscos, pero las asociaciones del sector piden a la policía federal que flexibilice la captura obligatoria de huellas durante el pico de viajes de Año Nuevo.
De cara al futuro, la policía federal alemana asegura que el rendimiento mejorará una vez que los viajeros tengan un registro biométrico en el sistema y los quioscos reciban actualizaciones de software previstas para mediados de enero. Hasta entonces, las empresas deberían considerar redirigir a su personal crítico por otras puertas de entrada como Zúrich o Copenhague si los itinerarios son sensibles al tiempo.








