
Japón ha confirmado que implementará el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje de Japón (JESTA) en el año fiscal 2028, poniendo fin a la entrada sin visa “a pie” para ciudadanos de 71 países, incluido Canadá. A partir de entonces, los canadienses deberán completar una solicitud en línea y pagar una tarifa de 2,000 a 3,000 yenes (18 a 27 CAD) antes de abordar sus vuelos.
Tokio señala que esta medida lo alinea con otros sistemas de preselección como el eTA de Canadá y el ESTA de EE. UU., y busca reforzar la seguridad ante el récord de visitantes. Los ingresos recaudados se destinarán en parte a la ayuda en desastres para turistas afectados por terremotos o tifones.
Para los viajeros de negocios y asignados canadienses, esta nueva capa de trámites exigirá planificaciones con mayor anticipación y ajustes en los sistemas de gastos. A diferencia del eTA canadiense (válido por cinco años y con un costo de 7 CAD), se espera que la validez de JESTA sea de dos a tres años, aunque las reglas finales están pendientes de aprobación por el Parlamento japonés. Los equipos de movilidad deberán actualizar los perfiles de viajeros en las herramientas de reserva y capacitar a los empleados sobre la necesidad de autorizaciones dobles cuando los itinerarios incluyan conexiones en terceros países con sus propios visados electrónicos.
Mientras los equipos de movilidad enfrentan estas complejidades, el apoyo especializado puede facilitar el proceso. El portal canadiense de VisaHQ (https://www.visahq.com/canada/) permite a viajeros y gestores preparar solicitudes de JESTA junto con eTAs, K-ETAs y otros permisos electrónicos en un solo lugar, seguir el estado en tiempo real y configurar alertas automáticas de renovación, reduciendo la carga administrativa mucho antes del plazo de 2028.
Las empresas de gestión de viajes advierten que, si el tráfico de salida canadiense vuelve a los 340,000 viajes anuales previos a la pandemia en 2019, las tarifas de JESTA podrían sumar hasta 9 millones de CAD en costos adicionales anuales para los presupuestos corporativos. Se recomienda a las compañías con filiales en Japón que agrupen las solicitudes de JESTA con las revisiones rutinarias de vencimiento de pasaportes para evitar sorpresas de último momento.
Aunque la implementación está a tres años, Recursos Humanos debería incluir este cambio en los manuales de políticas de asignación desde ahora; la concienciación temprana ayuda a evitar la prisa de último minuto que se vivió cuando Corea lanzó el K-ETA en 2022.
Tokio señala que esta medida lo alinea con otros sistemas de preselección como el eTA de Canadá y el ESTA de EE. UU., y busca reforzar la seguridad ante el récord de visitantes. Los ingresos recaudados se destinarán en parte a la ayuda en desastres para turistas afectados por terremotos o tifones.
Para los viajeros de negocios y asignados canadienses, esta nueva capa de trámites exigirá planificaciones con mayor anticipación y ajustes en los sistemas de gastos. A diferencia del eTA canadiense (válido por cinco años y con un costo de 7 CAD), se espera que la validez de JESTA sea de dos a tres años, aunque las reglas finales están pendientes de aprobación por el Parlamento japonés. Los equipos de movilidad deberán actualizar los perfiles de viajeros en las herramientas de reserva y capacitar a los empleados sobre la necesidad de autorizaciones dobles cuando los itinerarios incluyan conexiones en terceros países con sus propios visados electrónicos.
Mientras los equipos de movilidad enfrentan estas complejidades, el apoyo especializado puede facilitar el proceso. El portal canadiense de VisaHQ (https://www.visahq.com/canada/) permite a viajeros y gestores preparar solicitudes de JESTA junto con eTAs, K-ETAs y otros permisos electrónicos en un solo lugar, seguir el estado en tiempo real y configurar alertas automáticas de renovación, reduciendo la carga administrativa mucho antes del plazo de 2028.
Las empresas de gestión de viajes advierten que, si el tráfico de salida canadiense vuelve a los 340,000 viajes anuales previos a la pandemia en 2019, las tarifas de JESTA podrían sumar hasta 9 millones de CAD en costos adicionales anuales para los presupuestos corporativos. Se recomienda a las compañías con filiales en Japón que agrupen las solicitudes de JESTA con las revisiones rutinarias de vencimiento de pasaportes para evitar sorpresas de último momento.
Aunque la implementación está a tres años, Recursos Humanos debería incluir este cambio en los manuales de políticas de asignación desde ahora; la concienciación temprana ayuda a evitar la prisa de último minuto que se vivió cuando Corea lanzó el K-ETA en 2022.







