
Un intenso sistema de nieve y hielo a finales de diciembre paralizó la red aérea de Canadá el 27 y 28 de diciembre, obligando a las aerolíneas a cancelar más de 1,200 vuelos y retrasar otros 2,300 al menos 30 minutos. Los aeropuertos de Toronto Pearson, Montréal-Trudeau, Calgary y Vancouver fueron los más afectados, con Pearson registrando solo 320 cancelaciones, según el Informe de Disrupción del Transporte Aéreo de Transport Canada publicado a las 08:45 EST del sábado.
Los operadores aeroportuarios activaron los protocolos de “espera invernal”: las aeronaves entrantes fueron desviadas a patrones de espera prolongados mientras convoyes de quitanieves despejaban las pistas y los equipos de deshielo trabajaban sin descanso. El retraso más largo, de seis horas en el vuelo AC 876 de Air Canada, muestra cómo los límites de tiempo de tripulación provocan rápidamente un caos en toda la red. La congestión en las puertas obligó a varios aviones de fuselaje ancho a desviarse a Ottawa y Winnipeg para repostar antes de continuar a sus destinos finales.
Para los viajeros de negocios, el momento no podría ser peor. El período posterior a Navidad, conocido como “Boxing Week”, es tradicionalmente uno de los más activos para los viajes de regreso por ocio y el inicio de asignaciones laborales en enero. Las empresas con empleados que deben incorporarse a principios de enero están buscando rutas alternativas o posponiendo fechas de inicio. Los gestores de movilidad deben recordar a los viajeros que, según el Reglamento de Protección al Pasajero Aéreo de Canadá, los eventos climáticos eximen a las aerolíneas de ofrecer alojamiento o vales de comida obligatorios, aunque los billetes no usados pueden reembolsarse o reprogramarse sin coste adicional.
Para simplificar al menos un aspecto, los equipos de movilidad pueden agilizar los servicios de visa, eTA y pasaporte a través de VisaHQ. La página de Canadá en la plataforma (https://www.visahq.com/canada/) permite a los viajeros confirmar los requisitos de entrada y enviar solicitudes seguras en línea, facilitando la adaptación de itinerarios o la reprogramación de vuelos cuando las tormentas invernales afectan las operaciones aeroportuarias.
A largo plazo, la disrupción reaviva el debate sobre la resiliencia del modelo canadiense de hub-and-spoke. El sindicato de trabajadores de tierra en Pearson ha advertido que la falta crónica de personal deja poco margen de maniobra ante grandes tormentas. Se espera que Transport Canada publique recomendaciones a principios de 2026 sobre la posible obligación de establecer ratios mínimas de personal para operaciones invernales en aeropuertos designados. Hasta entonces, las empresas podrían considerar diversificar rutas a través de hubs secundarios como Ottawa o Halifax durante los meses pico de invierno.
Finalmente, los retrasos en la carga podrían afectar los plazos de la cadena de suministro. Varias multinacionales informaron a Global Mobility Daily que están desviando componentes críticos a transporte terrestre transfronterizo para cumplir con los plazos de producción. La lección para recursos humanos y logística es clara: incluir márgenes adicionales en los planes de transición de enero y estar atentos a los pronósticos a largo plazo de Environment Canada.
Los operadores aeroportuarios activaron los protocolos de “espera invernal”: las aeronaves entrantes fueron desviadas a patrones de espera prolongados mientras convoyes de quitanieves despejaban las pistas y los equipos de deshielo trabajaban sin descanso. El retraso más largo, de seis horas en el vuelo AC 876 de Air Canada, muestra cómo los límites de tiempo de tripulación provocan rápidamente un caos en toda la red. La congestión en las puertas obligó a varios aviones de fuselaje ancho a desviarse a Ottawa y Winnipeg para repostar antes de continuar a sus destinos finales.
Para los viajeros de negocios, el momento no podría ser peor. El período posterior a Navidad, conocido como “Boxing Week”, es tradicionalmente uno de los más activos para los viajes de regreso por ocio y el inicio de asignaciones laborales en enero. Las empresas con empleados que deben incorporarse a principios de enero están buscando rutas alternativas o posponiendo fechas de inicio. Los gestores de movilidad deben recordar a los viajeros que, según el Reglamento de Protección al Pasajero Aéreo de Canadá, los eventos climáticos eximen a las aerolíneas de ofrecer alojamiento o vales de comida obligatorios, aunque los billetes no usados pueden reembolsarse o reprogramarse sin coste adicional.
Para simplificar al menos un aspecto, los equipos de movilidad pueden agilizar los servicios de visa, eTA y pasaporte a través de VisaHQ. La página de Canadá en la plataforma (https://www.visahq.com/canada/) permite a los viajeros confirmar los requisitos de entrada y enviar solicitudes seguras en línea, facilitando la adaptación de itinerarios o la reprogramación de vuelos cuando las tormentas invernales afectan las operaciones aeroportuarias.
A largo plazo, la disrupción reaviva el debate sobre la resiliencia del modelo canadiense de hub-and-spoke. El sindicato de trabajadores de tierra en Pearson ha advertido que la falta crónica de personal deja poco margen de maniobra ante grandes tormentas. Se espera que Transport Canada publique recomendaciones a principios de 2026 sobre la posible obligación de establecer ratios mínimas de personal para operaciones invernales en aeropuertos designados. Hasta entonces, las empresas podrían considerar diversificar rutas a través de hubs secundarios como Ottawa o Halifax durante los meses pico de invierno.
Finalmente, los retrasos en la carga podrían afectar los plazos de la cadena de suministro. Varias multinacionales informaron a Global Mobility Daily que están desviando componentes críticos a transporte terrestre transfronterizo para cumplir con los plazos de producción. La lección para recursos humanos y logística es clara: incluir márgenes adicionales en los planes de transición de enero y estar atentos a los pronósticos a largo plazo de Environment Canada.








