
Una densa niebla de radiación cubrió el sureste de Inglaterra desde la medianoche del 25 de diciembre, obligando a Heathrow a implementar medidas de separación por baja visibilidad en salidas y llegadas. Datos en tiempo real recopilados por VisaHQ muestran 1,493 retrasos y 21 cancelaciones en nueve importantes hubs europeos, siendo Heathrow el más afectado. Los vuelos de corta distancia de British Airways a Madrid, Roma y Frankfurt estuvieron retenidos en pista hasta 90 minutos, y el vuelo emblemático BA177 a Nueva York salió con 47 minutos de retraso.
Sin embargo, el mayor problema fue el personal: los centros de control francés operaron con plantillas mínimas por Navidad y aplicaron restricciones de flujo al tráfico que entraba en el espacio aéreo del Reino Unido. Esto agravó los retrasos en París, Bruselas y Ámsterdam, mientras que Gatwick evitó en gran medida las interrupciones gracias a un menor volumen de vuelos durante las fiestas. Los vuelos de larga distancia se vieron menos afectados, ya que sus planes de vuelo incluían márgenes de contingencia.
Para los gestores de movilidad, el momento no podría ser peor. Muchos empleados aprovechan la calma navideña para iniciar proyectos en enero; las conexiones perdidas ya han provocado reprogramaciones en el costoso pico de Año Nuevo. Los equipos de atención al viajero recomiendan conservar las tarjetas de embarque y los recibos de comidas para poder presentar reclamaciones de compensación bajo la normativa EU261.
En momentos como este, VisaHQ puede aliviar parte de la carga logística. A través de su portal en Reino Unido (https://www.visahq.com/united-kingdom/), el servicio gestiona visados urgentes, eTAs y permisos de trabajo en cuestión de horas, dando a los equipos de movilidad la seguridad de que el personal redirigido llegará con los sellos correctos, incluso cuando los horarios de vuelo cambian a última hora.
De cara al futuro, el Network Manager de Eurocontrol levantó la mayoría de las restricciones de flujo el día de San Esteban, pero los coordinadores de slots de Heathrow advierten que cualquier nuevo evento meteorológico podría generar nuevamente retrasos, ya que la disponibilidad de posiciones en pista sigue siendo limitada. Por ello, las empresas recomiendan mantener un margen mínimo de cuatro horas entre vuelos transatlánticos entrantes y conexiones domésticas durante el resto de la semana.
Sin embargo, el mayor problema fue el personal: los centros de control francés operaron con plantillas mínimas por Navidad y aplicaron restricciones de flujo al tráfico que entraba en el espacio aéreo del Reino Unido. Esto agravó los retrasos en París, Bruselas y Ámsterdam, mientras que Gatwick evitó en gran medida las interrupciones gracias a un menor volumen de vuelos durante las fiestas. Los vuelos de larga distancia se vieron menos afectados, ya que sus planes de vuelo incluían márgenes de contingencia.
Para los gestores de movilidad, el momento no podría ser peor. Muchos empleados aprovechan la calma navideña para iniciar proyectos en enero; las conexiones perdidas ya han provocado reprogramaciones en el costoso pico de Año Nuevo. Los equipos de atención al viajero recomiendan conservar las tarjetas de embarque y los recibos de comidas para poder presentar reclamaciones de compensación bajo la normativa EU261.
En momentos como este, VisaHQ puede aliviar parte de la carga logística. A través de su portal en Reino Unido (https://www.visahq.com/united-kingdom/), el servicio gestiona visados urgentes, eTAs y permisos de trabajo en cuestión de horas, dando a los equipos de movilidad la seguridad de que el personal redirigido llegará con los sellos correctos, incluso cuando los horarios de vuelo cambian a última hora.
De cara al futuro, el Network Manager de Eurocontrol levantó la mayoría de las restricciones de flujo el día de San Esteban, pero los coordinadores de slots de Heathrow advierten que cualquier nuevo evento meteorológico podría generar nuevamente retrasos, ya que la disponibilidad de posiciones en pista sigue siendo limitada. Por ello, las empresas recomiendan mantener un margen mínimo de cuatro horas entre vuelos transatlánticos entrantes y conexiones domésticas durante el resto de la semana.






