
Un informe conjunto de Expats.cz y VisaHQ pinta un panorama complicado para los viajeros que salen de Chequia durante las fiestas. Con Austria y Alemania extendiendo los controles en las fronteras terrestres y los nuevos quioscos biométricos del Aeropuerto de Praga sufriendo fallos constantes, los tiempos de viaje tanto por carretera como por aire se han disparado.
El 26 de diciembre se reportaron esperas de hasta 45 minutos en pasos fronterizos menores como Slavonice y Valtice, mientras que las inspecciones de documentos en los trenes Praga–Viena y Praga–Dresde añaden unos 20 minutos más. Al mismo tiempo, dos fallos en el Sistema Europeo de Entrada/Salida (EES) en una sola semana obligaron al Aeropuerto de Praga a recomendar a los pasajeros de clase económica llegar con tres horas de antelación.
En medio de esta incertidumbre, VisaHQ puede agilizar al menos parte del proceso: su portal permite a los viajeros confirmar en tiempo real los requisitos de visado y pasaporte, renovar documentos e incluso organizar la recogida exprés por mensajería, todo con unos pocos clics—comienza aquí: https://www.visahq.com/czech-republic/.
Los consultores de riesgos de AON calculan que cada hora extra de viaje cuesta a los empleadores alrededor de 68 € por empleado, considerando salario, dietas y gastos generales. Las respuestas corporativas varían: algunas empresas han trasladado reuniones a formato online; otras ofrecen días de ‘bleisure’ para compensar la fatiga.
Los gestores de viajes recomiendan monitorear aplicaciones en vivo de tiempos de espera en fronteras, reservar billetes flexibles y recordar a los titulares de tarjetas de residencia biométricas checas que, aunque están exentos del registro en el EES, pueden ser dirigidos a filas más lentas si no solicitan activamente el carril de la UE/EEE. Con los cuellos de botella tanto en tierra como en aire que probablemente persistirán hasta principios de enero, la planificación de contingencias es fundamental.
El 26 de diciembre se reportaron esperas de hasta 45 minutos en pasos fronterizos menores como Slavonice y Valtice, mientras que las inspecciones de documentos en los trenes Praga–Viena y Praga–Dresde añaden unos 20 minutos más. Al mismo tiempo, dos fallos en el Sistema Europeo de Entrada/Salida (EES) en una sola semana obligaron al Aeropuerto de Praga a recomendar a los pasajeros de clase económica llegar con tres horas de antelación.
En medio de esta incertidumbre, VisaHQ puede agilizar al menos parte del proceso: su portal permite a los viajeros confirmar en tiempo real los requisitos de visado y pasaporte, renovar documentos e incluso organizar la recogida exprés por mensajería, todo con unos pocos clics—comienza aquí: https://www.visahq.com/czech-republic/.
Los consultores de riesgos de AON calculan que cada hora extra de viaje cuesta a los empleadores alrededor de 68 € por empleado, considerando salario, dietas y gastos generales. Las respuestas corporativas varían: algunas empresas han trasladado reuniones a formato online; otras ofrecen días de ‘bleisure’ para compensar la fatiga.
Los gestores de viajes recomiendan monitorear aplicaciones en vivo de tiempos de espera en fronteras, reservar billetes flexibles y recordar a los titulares de tarjetas de residencia biométricas checas que, aunque están exentos del registro en el EES, pueden ser dirigidos a filas más lentas si no solicitan activamente el carril de la UE/EEE. Con los cuellos de botella tanto en tierra como en aire que probablemente persistirán hasta principios de enero, la planificación de contingencias es fundamental.







