
Estados Unidos desató una disputa transatlántica el 26 de diciembre al incluir al exministro francés y excomisario europeo del Mercado Interior Thierry Breton, junto con otros cuatro europeos, en una nueva lista de prohibición de viaje.
En un comunicado, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, acusó al grupo de “esfuerzos organizados para coaccionar a plataformas estadounidenses a censurar puntos de vista de EE. UU.”, citando la aplicación de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE contra X (antes Twitter). Breton, que dejó la Comisión en octubre, fue el impulsor principal del despliegue de la DSA.
La Comisión Europea y el presidente francés Emmanuel Macron condenaron la decisión en pocas horas. Bruselas calificó la prohibición como “un ataque a la autonomía regulatoria europea”, mientras que Macron la definió como “una coacción destinada a socavar la soberanía digital de Europa” y sugirió medidas recíprocas que podrían complicar los viajes de ejecutivos estadounidenses a Francia.
Para los equipos de movilidad global, este episodio es un recordatorio palpable de que las tensiones geopolíticas pueden traducirse en restricciones de viaje repentinas para altos cargos. Las multinacionales francesas con operaciones en EE. UU., así como las empresas tecnológicas estadounidenses con oficinas en París, deberían revisar sus planes de contingencia, actualizar los rastreadores de visados VIP y preparar a los viajeros afectados sobre los riesgos de controles secundarios en los puntos de entrada estadounidenses.
En momentos como este, los especialistas en cumplimiento de visados y viajes pueden ser de gran ayuda. El portal de VisaHQ para Francia (https://www.visahq.com/france/) ofrece actualizaciones en tiempo real sobre las políticas de entrada a EE. UU., alertas automáticas para personas sancionadas y soporte personalizado para reprogramar itinerarios, recursos que pueden ahorrar horas valiosas a los equipos internos de movilidad y ayudar a los ejecutivos a evitar sorpresas desagradables.
Los asesores legales señalan que la Ley de Inmigración y Nacionalidad de EE. UU. otorga amplia discreción para prohibir la entrada a individuos cuyas actividades se consideren contrarias a los intereses estadounidenses; revertir una designación puede tardar meses. Por ello, las empresas podrían necesitar reasignar ejecutivos o trasladar negociaciones a otros países mientras tanto.
En un comunicado, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, acusó al grupo de “esfuerzos organizados para coaccionar a plataformas estadounidenses a censurar puntos de vista de EE. UU.”, citando la aplicación de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE contra X (antes Twitter). Breton, que dejó la Comisión en octubre, fue el impulsor principal del despliegue de la DSA.
La Comisión Europea y el presidente francés Emmanuel Macron condenaron la decisión en pocas horas. Bruselas calificó la prohibición como “un ataque a la autonomía regulatoria europea”, mientras que Macron la definió como “una coacción destinada a socavar la soberanía digital de Europa” y sugirió medidas recíprocas que podrían complicar los viajes de ejecutivos estadounidenses a Francia.
Para los equipos de movilidad global, este episodio es un recordatorio palpable de que las tensiones geopolíticas pueden traducirse en restricciones de viaje repentinas para altos cargos. Las multinacionales francesas con operaciones en EE. UU., así como las empresas tecnológicas estadounidenses con oficinas en París, deberían revisar sus planes de contingencia, actualizar los rastreadores de visados VIP y preparar a los viajeros afectados sobre los riesgos de controles secundarios en los puntos de entrada estadounidenses.
En momentos como este, los especialistas en cumplimiento de visados y viajes pueden ser de gran ayuda. El portal de VisaHQ para Francia (https://www.visahq.com/france/) ofrece actualizaciones en tiempo real sobre las políticas de entrada a EE. UU., alertas automáticas para personas sancionadas y soporte personalizado para reprogramar itinerarios, recursos que pueden ahorrar horas valiosas a los equipos internos de movilidad y ayudar a los ejecutivos a evitar sorpresas desagradables.
Los asesores legales señalan que la Ley de Inmigración y Nacionalidad de EE. UU. otorga amplia discreción para prohibir la entrada a individuos cuyas actividades se consideren contrarias a los intereses estadounidenses; revertir una designación puede tardar meses. Por ello, las empresas podrían necesitar reasignar ejecutivos o trasladar negociaciones a otros países mientras tanto.









