
Los viajes durante la semana de Navidad a través del Aeropuerto Václav Havel de Praga se convirtieron en una prueba de estrés para el nuevo Sistema Automatizado de Entrada/Salida (EES) de la UE. Durante la mañana del 19 de diciembre, los quioscos biométricos que capturan las huellas dactilares y las imágenes faciales de los pasajeros se congelaron tras una actualización de software nocturna. Los agentes de la Policía de Extranjería checa tuvieron que volver al procesamiento manual, haciendo que los viajeros no pertenecientes a la UE esperaran hasta tres horas en el control de pasaportes, entre cuatro y cinco veces más de lo habitual. Dos vuelos de larga distancia (Etihad EY-62 a Abu Dhabi y Korean Air KE-936 a Seúl) se retrasaron para que los pasajeros en tránsito pudieran pasar nuevamente por seguridad, mientras que decenas de vuelos de corta distancia partieron con asientos vacíos.
La dirección del aeropuerto informó que una revisión forense atribuyó la falla a una actualización mal configurada de la base de datos suministrada por el contratista de la UE. Como solución de emergencia, se contratarán 60 “asistentes fronterizos” temporales y se instalarán 20 quioscos de autoservicio adicionales para mediados de enero. La organización aeroportuaria Airports Council International advierte que problemas similares con el EES están aumentando los tiempos de procesamiento en fronteras hasta en un 70% en toda Europa. Praga manejó 14,8 millones de pasajeros en 2025 y espera superar los 15 millones el próximo año, pero ese objetivo ahora depende de estabilizar la nueva tecnología.
Para los planificadores de viajes de negocios, las implicaciones son inmediatas. Las empresas están recomendando a su personal llegar al menos tres horas antes de la salida, evitar conexiones ajustadas a través de Praga o Viena, y llevar itinerarios impresos en caso de que retrasos adicionales requieran cambios de ruta. Los gestores de movilidad también deben informar a los viajeros frecuentes no pertenecientes a la UE que el EES calcula automáticamente su límite de ‘90/180 días’; errores en los datos biométricos podrían provocar multas inmediatas o prohibiciones de entrada por varios años.
Si no está seguro de que la documentación de su equipo esté en regla ante estos cambios, VisaHQ puede simplificar el proceso con orientación en tiempo real para visas a la República Checa y solicitudes en línea (https://www.visahq.com/czech-republic/). La plataforma verifica la documentación, ayuda a evitar errores comunes que podrían confundir a los nuevos escáneres EES e incluso ofrece recogida por mensajería para pasaportes urgentes, brindando tranquilidad extra cuando la tecnología fronteriza es impredecible.
A medio plazo, la respuesta del Aeropuerto de Praga será observada de cerca por sus competidores regionales. Si el aumento de personal y quioscos funciona, el modelo podría ser replicado en Budapest y Viena. De lo contrario, los gestores de viajes podrían desviar el tráfico a través de Múnich o Frankfurt hasta que el sistema madure.
Consejos prácticos: 1) Llegar con anticipación y completar previamente los formularios web del EES disponibles; 2) conservar copias impresas de las reservas; 3) instruir a los empleados para que soliciten proactivamente el carril UE/EEE si tienen tarjeta biométrica de residencia checa; y 4) actualizar las pólizas de seguro corporativas para cubrir conexiones perdidas por fallos tecnológicos en fronteras.
La dirección del aeropuerto informó que una revisión forense atribuyó la falla a una actualización mal configurada de la base de datos suministrada por el contratista de la UE. Como solución de emergencia, se contratarán 60 “asistentes fronterizos” temporales y se instalarán 20 quioscos de autoservicio adicionales para mediados de enero. La organización aeroportuaria Airports Council International advierte que problemas similares con el EES están aumentando los tiempos de procesamiento en fronteras hasta en un 70% en toda Europa. Praga manejó 14,8 millones de pasajeros en 2025 y espera superar los 15 millones el próximo año, pero ese objetivo ahora depende de estabilizar la nueva tecnología.
Para los planificadores de viajes de negocios, las implicaciones son inmediatas. Las empresas están recomendando a su personal llegar al menos tres horas antes de la salida, evitar conexiones ajustadas a través de Praga o Viena, y llevar itinerarios impresos en caso de que retrasos adicionales requieran cambios de ruta. Los gestores de movilidad también deben informar a los viajeros frecuentes no pertenecientes a la UE que el EES calcula automáticamente su límite de ‘90/180 días’; errores en los datos biométricos podrían provocar multas inmediatas o prohibiciones de entrada por varios años.
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A medio plazo, la respuesta del Aeropuerto de Praga será observada de cerca por sus competidores regionales. Si el aumento de personal y quioscos funciona, el modelo podría ser replicado en Budapest y Viena. De lo contrario, los gestores de viajes podrían desviar el tráfico a través de Múnich o Frankfurt hasta que el sistema madure.
Consejos prácticos: 1) Llegar con anticipación y completar previamente los formularios web del EES disponibles; 2) conservar copias impresas de las reservas; 3) instruir a los empleados para que soliciten proactivamente el carril UE/EEE si tienen tarjeta biométrica de residencia checa; y 4) actualizar las pólizas de seguro corporativas para cubrir conexiones perdidas por fallos tecnológicos en fronteras.







