
Desde su sede en la Rue de la Loi, la Comisión Europea denunció el 24 de diciembre la decisión repentina de Washington de prohibir la entrada a cinco ciudadanos europeos, entre ellos el excomisario del Mercado Interior Thierry Breton, y exigió una explicación. Un portavoz declaró a los periodistas que esta medida se considera un “ataque injustificado” a la autonomía regulatoria de la UE y advirtió que Bruselas “responderá de manera rápida y contundente” si es necesario.
Aunque la prohibición afecta a individuos, las repercusiones diplomáticas podrían extenderse al ámbito de la movilidad para empresas con operaciones transatlánticas. Funcionarios de la UE insinuaron que se están considerando medidas recíprocas, lo que abre la posibilidad —aunque remota— de nuevos obstáculos burocráticos para ejecutivos estadounidenses que asistan a reuniones en la capital belga u otros Estados miembros. El momento es delicado: en febrero están previstas las negociaciones para modernizar el Programa de Exención de Visado UE-EE.UU. de 2026, y fuentes de la Comisión aseguran que este episodio “definitivamente influirá en la conversación”.
Desde una perspectiva de cumplimiento, los responsables de movilidad deberían vigilar si la UE decide aplicar el Artículo 77 de su Código de Visados de 2018, que permite suspender la facilitación de visados para nacionales estadounidenses si surgen problemas de reciprocidad “significativos y persistentes”. Aunque una escalada de este tipo es poco probable a corto plazo, las empresas que organizan visitas de alto nivel o viajes de lobby regulatorio a Bruselas podrían revisar la validez de los pasaportes y conservar las cartas de invitación.
En este contexto, las compañías que busquen orientación en tiempo real sobre cambios en las normas de entrada podrían beneficiarse de los servicios de VisaHQ. El portal belga de la empresa (https://www.visahq.com/belgium/) ofrece verificaciones rápidas de validez de pasaportes, monitorea los desarrollos en materia de reciprocidad y puede gestionar documentación de viaje acelerada, ayudando a los equipos de movilidad a anticiparse a cualquier cambio repentino en la política de visados provocado por la disputa actual.
Los asesores legales también señalan que el marco de sanciones al estilo Magnitsky de EE.UU., que sustenta la prohibición, podría ampliarse rápidamente y con poca antelación. Las entidades belgas que empleen o reciban a personas sancionadas deberán considerar las obligaciones del reglamento de bloqueo de la UE y la implementación local de las normas de cumplimiento contra delitos financieros.
Por ahora, la Comisión se ha limitado a solicitar formalmente aclaraciones al Departamento de Estado estadounidense. Cualquier acción adicional dependerá de la respuesta de Washington tras el periodo festivo, pero el episodio recuerda que las disputas geopolíticas pueden traducirse rápidamente en problemas prácticos para la movilidad.
Aunque la prohibición afecta a individuos, las repercusiones diplomáticas podrían extenderse al ámbito de la movilidad para empresas con operaciones transatlánticas. Funcionarios de la UE insinuaron que se están considerando medidas recíprocas, lo que abre la posibilidad —aunque remota— de nuevos obstáculos burocráticos para ejecutivos estadounidenses que asistan a reuniones en la capital belga u otros Estados miembros. El momento es delicado: en febrero están previstas las negociaciones para modernizar el Programa de Exención de Visado UE-EE.UU. de 2026, y fuentes de la Comisión aseguran que este episodio “definitivamente influirá en la conversación”.
Desde una perspectiva de cumplimiento, los responsables de movilidad deberían vigilar si la UE decide aplicar el Artículo 77 de su Código de Visados de 2018, que permite suspender la facilitación de visados para nacionales estadounidenses si surgen problemas de reciprocidad “significativos y persistentes”. Aunque una escalada de este tipo es poco probable a corto plazo, las empresas que organizan visitas de alto nivel o viajes de lobby regulatorio a Bruselas podrían revisar la validez de los pasaportes y conservar las cartas de invitación.
En este contexto, las compañías que busquen orientación en tiempo real sobre cambios en las normas de entrada podrían beneficiarse de los servicios de VisaHQ. El portal belga de la empresa (https://www.visahq.com/belgium/) ofrece verificaciones rápidas de validez de pasaportes, monitorea los desarrollos en materia de reciprocidad y puede gestionar documentación de viaje acelerada, ayudando a los equipos de movilidad a anticiparse a cualquier cambio repentino en la política de visados provocado por la disputa actual.
Los asesores legales también señalan que el marco de sanciones al estilo Magnitsky de EE.UU., que sustenta la prohibición, podría ampliarse rápidamente y con poca antelación. Las entidades belgas que empleen o reciban a personas sancionadas deberán considerar las obligaciones del reglamento de bloqueo de la UE y la implementación local de las normas de cumplimiento contra delitos financieros.
Por ahora, la Comisión se ha limitado a solicitar formalmente aclaraciones al Departamento de Estado estadounidense. Cualquier acción adicional dependerá de la respuesta de Washington tras el periodo festivo, pero el episodio recuerda que las disputas geopolíticas pueden traducirse rápidamente en problemas prácticos para la movilidad.











