
El Aeropuerto de Bruselas despertó el 23 de diciembre con una caótica jornada navideña, confirmando 110 vuelos retrasados y tres cancelaciones en apenas unas horas de la mañana. Estas cifras provienen de datos en tiempo real recopilados por FlightAware y compilados por el portal especializado Travel and Tour World, que registró 1.507 vuelos retrasados y 25 cancelados en los cinco mercados europeos más activos: Reino Unido, Francia, Portugal, España y Bélgica.
Aunque Heathrow en Reino Unido y Charles de Gaulle en Francia sufrieron el mayor número absoluto de incidencias, la estrechez de la red del Aeropuerto de Bruselas amplificó el efecto dominó para los viajeros belgas y pasajeros en conexión. Los viajeros de negocios rumbo a Estados Unidos o África con Brussels Airlines reportaron conexiones perdidas, mientras que trabajadores expatriados que llegaban tuvieron que hacer largas colas para reprogramar sus vuelos en lugar de asistir a sus reuniones de fin de año. Con una plantilla aún por debajo de los niveles de 2019, las aerolíneas atribuyeron el caos a una combinación de condiciones meteorológicas invernales, saturación del control aéreo y falta de personal.
Desde la perspectiva de la movilidad corporativa, esta interrupción evidencia lo ajustados que siguen siendo los márgenes operativos en temporada alta. Las empresas que repatrian empleados para Navidad o rotan equipos de proyecto en sitios belgas enfrentan ahora costes adicionales en hoteles, dietas y pérdida de productividad. Abogados especializados en inmigración advierten que las estancias prolongadas en el espacio Schengen por cancelaciones de vuelos siguen siendo responsabilidad del viajero; por ello, las compañías deben preparar justificaciones por escrito y conservar los pases de abordar como prueba ante posibles auditorías futuras.
En medio de estas incertidumbres relacionadas con visados, VisaHQ puede intervenir para agilizar extensiones de emergencia del Schengen o la solicitud de documentos de viaje alternativos; su plataforma digital (https://www.visahq.com/belgium/) permite a pasajeros varados y coordinadores de viajes corporativos subir documentación, seguir el estado en tiempo real y recibir asesoría experta sin salir de la sala VIP del aeropuerto.
Los gestores de viajes recomiendan a los asignados incluir márgenes de 24 horas en sus itinerarios por Bruselas, usar las aplicaciones de las aerolíneas para reprogramar antes de que se formen colas en el aeropuerto y familiarizarse con las normas de compensación EU261. Analistas de Belfius estiman que una interrupción de un día de esta magnitud podría reducir hasta 4 millones de euros en ingresos del comercio minorista en la zona aeroportuaria y llevar las puntuaciones de experiencia de pasajeros en diciembre a su nivel más bajo desde las huelgas de principios de 2024.
De cara al futuro, el equipo de planificación de capacidad del Aeropuerto de Bruselas ha convocado una reunión de emergencia con aerolíneas y operadores terrestres para diseñar turnos de personal de contingencia durante la semana de Año Nuevo. Si esto será suficiente para evitar una repetición el próximo fin de semana está por verse, pero por ahora, los responsables de movilidad corporativa se preparan para otro pico navideño complicado.
Aunque Heathrow en Reino Unido y Charles de Gaulle en Francia sufrieron el mayor número absoluto de incidencias, la estrechez de la red del Aeropuerto de Bruselas amplificó el efecto dominó para los viajeros belgas y pasajeros en conexión. Los viajeros de negocios rumbo a Estados Unidos o África con Brussels Airlines reportaron conexiones perdidas, mientras que trabajadores expatriados que llegaban tuvieron que hacer largas colas para reprogramar sus vuelos en lugar de asistir a sus reuniones de fin de año. Con una plantilla aún por debajo de los niveles de 2019, las aerolíneas atribuyeron el caos a una combinación de condiciones meteorológicas invernales, saturación del control aéreo y falta de personal.
Desde la perspectiva de la movilidad corporativa, esta interrupción evidencia lo ajustados que siguen siendo los márgenes operativos en temporada alta. Las empresas que repatrian empleados para Navidad o rotan equipos de proyecto en sitios belgas enfrentan ahora costes adicionales en hoteles, dietas y pérdida de productividad. Abogados especializados en inmigración advierten que las estancias prolongadas en el espacio Schengen por cancelaciones de vuelos siguen siendo responsabilidad del viajero; por ello, las compañías deben preparar justificaciones por escrito y conservar los pases de abordar como prueba ante posibles auditorías futuras.
En medio de estas incertidumbres relacionadas con visados, VisaHQ puede intervenir para agilizar extensiones de emergencia del Schengen o la solicitud de documentos de viaje alternativos; su plataforma digital (https://www.visahq.com/belgium/) permite a pasajeros varados y coordinadores de viajes corporativos subir documentación, seguir el estado en tiempo real y recibir asesoría experta sin salir de la sala VIP del aeropuerto.
Los gestores de viajes recomiendan a los asignados incluir márgenes de 24 horas en sus itinerarios por Bruselas, usar las aplicaciones de las aerolíneas para reprogramar antes de que se formen colas en el aeropuerto y familiarizarse con las normas de compensación EU261. Analistas de Belfius estiman que una interrupción de un día de esta magnitud podría reducir hasta 4 millones de euros en ingresos del comercio minorista en la zona aeroportuaria y llevar las puntuaciones de experiencia de pasajeros en diciembre a su nivel más bajo desde las huelgas de principios de 2024.
De cara al futuro, el equipo de planificación de capacidad del Aeropuerto de Bruselas ha convocado una reunión de emergencia con aerolíneas y operadores terrestres para diseñar turnos de personal de contingencia durante la semana de Año Nuevo. Si esto será suficiente para evitar una repetición el próximo fin de semana está por verse, pero por ahora, los responsables de movilidad corporativa se preparan para otro pico navideño complicado.








