
Las esperanzas de que el Reino Unido lograra una exención de última hora del Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono (CBAM) de la UE se desvanecieron este fin de semana, después de que funcionarios de la Comisión Europea confirmaran que no se alcanzará ningún acuerdo antes de fin de año.
A partir del 1 de enero de 2026, los fabricantes británicos de acero, aluminio, fertilizantes, cemento y ciertos productos intensivos en energía, con un valor anual de 7.000 millones de libras, deberán presentar declaraciones detalladas de emisiones de carbono ante la aduana de la UE, una carga que los líderes industriales comparan con las primeras semanas del comercio post-Brexit. Aunque los impuestos reales sobre el carbono no se aplicarán hasta 2027, la documentación debe estar completa desde el primer día o los productos podrían quedar retenidos en los puertos europeos.
Para las empresas exportadoras que también trasladan personal por Europa para supervisar la producción o resolver problemas en la cadena de suministro, VisaHQ puede aliviar al menos una preocupación. Su portal para el Reino Unido (https://www.visahq.com/united-kingdom/) ofrece requisitos actualizados de visados, verificación de documentos y servicios de solicitud para todos los países del espacio Schengen, permitiendo a los responsables de movilidad centrarse en los formularios del CBAM en lugar de hacer largas filas en consulados.
Asociaciones comerciales como UK Steel advierten que los exportadores pequeños y medianos no están preparados para lo que podría ser un dossier de hasta 20 páginas por envío. El coste adicional —estimado en 13 euros por tonelada para algunas categorías de acero, incluso antes de aplicar cualquier impuesto— amenaza la competitividad frente a proveedores de países como China y Turquía.
El Departamento de Negocios y Comercio asegura que publicará una guía paso a paso y una línea de ayuda a principios de enero, pero las empresas de logística esperan problemas iniciales similares a la confusión sobre las reglas de origen en 2021. Las compañías con cadenas de suministro paneuropeas deberían identificar ahora los insumos afectados por el CBAM, contratar agentes de aduanas y considerar tiempos de entrega más amplios en sus calendarios.
Aunque el CBAM es principalmente una herramienta comercial ambiental, los responsables de movilidad deben tener en cuenta su efecto indirecto en las asignaciones dentro de la empresa: el personal que viaje a sedes en la UE podría tener que llevar documentación en mano o resolver incidencias en aduanas, y los plazos de los proyectos podrían alargarse, afectando la duración de los visados y los presupuestos de viaje.
A partir del 1 de enero de 2026, los fabricantes británicos de acero, aluminio, fertilizantes, cemento y ciertos productos intensivos en energía, con un valor anual de 7.000 millones de libras, deberán presentar declaraciones detalladas de emisiones de carbono ante la aduana de la UE, una carga que los líderes industriales comparan con las primeras semanas del comercio post-Brexit. Aunque los impuestos reales sobre el carbono no se aplicarán hasta 2027, la documentación debe estar completa desde el primer día o los productos podrían quedar retenidos en los puertos europeos.
Para las empresas exportadoras que también trasladan personal por Europa para supervisar la producción o resolver problemas en la cadena de suministro, VisaHQ puede aliviar al menos una preocupación. Su portal para el Reino Unido (https://www.visahq.com/united-kingdom/) ofrece requisitos actualizados de visados, verificación de documentos y servicios de solicitud para todos los países del espacio Schengen, permitiendo a los responsables de movilidad centrarse en los formularios del CBAM en lugar de hacer largas filas en consulados.
Asociaciones comerciales como UK Steel advierten que los exportadores pequeños y medianos no están preparados para lo que podría ser un dossier de hasta 20 páginas por envío. El coste adicional —estimado en 13 euros por tonelada para algunas categorías de acero, incluso antes de aplicar cualquier impuesto— amenaza la competitividad frente a proveedores de países como China y Turquía.
El Departamento de Negocios y Comercio asegura que publicará una guía paso a paso y una línea de ayuda a principios de enero, pero las empresas de logística esperan problemas iniciales similares a la confusión sobre las reglas de origen en 2021. Las compañías con cadenas de suministro paneuropeas deberían identificar ahora los insumos afectados por el CBAM, contratar agentes de aduanas y considerar tiempos de entrega más amplios en sus calendarios.
Aunque el CBAM es principalmente una herramienta comercial ambiental, los responsables de movilidad deben tener en cuenta su efecto indirecto en las asignaciones dentro de la empresa: el personal que viaje a sedes en la UE podría tener que llevar documentación en mano o resolver incidencias en aduanas, y los plazos de los proyectos podrían alargarse, afectando la duración de los visados y los presupuestos de viaje.










