
En una sesión nocturna el 20 de diciembre, el Comité Principal del Consejo Nacional votó extender el §36 de la Ley de Asilo, manteniendo congelados los derechos de reunificación familiar para refugiados por otros doce meses, hasta el 2 de julio de 2026. Esta controvertida medida, impuesta por primera vez en julio de 2025, suspende el derecho de los refugiados reconocidos y titulares de protección subsidiaria a traer a sus cónyuges e hijos menores a Austria.
El ministro del Interior, Gerhard Karner, explicó a los diputados que los municipios enfrentan “escasez de viviendas y aulas saturadas” tras un récord de solicitudes de asilo entre 2022 y 2024. Un estudio de 48 páginas del ministerio sostiene que admitir a otros 12,000 familiares en 2026 sobrecargaría los servicios locales más allá de su capacidad. La coalición gobernante ÖVP-SPÖ-NEOS apoyó la extensión; la ultraderechista FPÖ la respaldó, pero pidió acelerar las deportaciones de solicitantes rechazados, mientras que Los Verdes y los partidos liberales de izquierda votaron en contra.
ONGs de derechos humanos acusan a Viena de incumplir la Directiva Europea 2003/86/CE, que obliga a los estados miembros a facilitar la unidad familiar. Alertan que los refugiados ya en Austria enfrentan una separación prolongada de sus parejas e hijos, lo que agrava problemas de salud mental y dificulta la integración. Los grupos empresariales han guardado silencio en su mayoría, pero los proveedores de reubicación señalan que la congelación genera incertidumbre para los empleadores que contratan talento que anteriormente buscó refugio en Austria.
En la práctica, los equipos de movilidad que trabajan con refugiados deben planificar al menos un año más sin la vía de reunificación familiar. Las alternativas, como los visados humanitarios para familiares, son discrecionales y se tramitan lentamente. Las empresas podrían necesitar ampliar sus programas de asistencia al empleado para incluir asesoramiento y, cuando sea posible, patrocinar visitas bajo visados de corta estancia Schengen, teniendo en cuenta que estos no otorgan derechos de trabajo o estudio.
Una solución práctica tanto para empleadores como para las familias afectadas es utilizar servicios especializados en tramitación de visados. VisaHQ, por ejemplo, ofrece orientación en tiempo real y gestión de solicitudes para visados de entrada a Austria —incluyendo opciones de corta estancia Schengen que las empresas podrían usar para facilitar visitas temporales de familiares— a través de su portal dedicado (https://www.visahq.com/austria/). Las verificaciones digitales de documentos, el soporte de mensajería y las alertas de estado de la plataforma pueden ayudar a reducir errores en el proceso y ahorrar tiempo valioso a los equipos de RRHH mientras dure la prohibición de reunificación.
La Ley de Asilo permite dos renovaciones anuales adicionales, lo que significa que la suspensión podría extenderse legalmente hasta mediados de 2028. Los responsables de RRHH deben seguir de cerca los debates parlamentarios cada primavera y mantener contacto estrecho con asesores legales para informar rápidamente a los empleados afectados.
El ministro del Interior, Gerhard Karner, explicó a los diputados que los municipios enfrentan “escasez de viviendas y aulas saturadas” tras un récord de solicitudes de asilo entre 2022 y 2024. Un estudio de 48 páginas del ministerio sostiene que admitir a otros 12,000 familiares en 2026 sobrecargaría los servicios locales más allá de su capacidad. La coalición gobernante ÖVP-SPÖ-NEOS apoyó la extensión; la ultraderechista FPÖ la respaldó, pero pidió acelerar las deportaciones de solicitantes rechazados, mientras que Los Verdes y los partidos liberales de izquierda votaron en contra.
ONGs de derechos humanos acusan a Viena de incumplir la Directiva Europea 2003/86/CE, que obliga a los estados miembros a facilitar la unidad familiar. Alertan que los refugiados ya en Austria enfrentan una separación prolongada de sus parejas e hijos, lo que agrava problemas de salud mental y dificulta la integración. Los grupos empresariales han guardado silencio en su mayoría, pero los proveedores de reubicación señalan que la congelación genera incertidumbre para los empleadores que contratan talento que anteriormente buscó refugio en Austria.
En la práctica, los equipos de movilidad que trabajan con refugiados deben planificar al menos un año más sin la vía de reunificación familiar. Las alternativas, como los visados humanitarios para familiares, son discrecionales y se tramitan lentamente. Las empresas podrían necesitar ampliar sus programas de asistencia al empleado para incluir asesoramiento y, cuando sea posible, patrocinar visitas bajo visados de corta estancia Schengen, teniendo en cuenta que estos no otorgan derechos de trabajo o estudio.
Una solución práctica tanto para empleadores como para las familias afectadas es utilizar servicios especializados en tramitación de visados. VisaHQ, por ejemplo, ofrece orientación en tiempo real y gestión de solicitudes para visados de entrada a Austria —incluyendo opciones de corta estancia Schengen que las empresas podrían usar para facilitar visitas temporales de familiares— a través de su portal dedicado (https://www.visahq.com/austria/). Las verificaciones digitales de documentos, el soporte de mensajería y las alertas de estado de la plataforma pueden ayudar a reducir errores en el proceso y ahorrar tiempo valioso a los equipos de RRHH mientras dure la prohibición de reunificación.
La Ley de Asilo permite dos renovaciones anuales adicionales, lo que significa que la suspensión podría extenderse legalmente hasta mediados de 2028. Los responsables de RRHH deben seguir de cerca los debates parlamentarios cada primavera y mantener contacto estrecho con asesores legales para informar rápidamente a los empleados afectados.










