
La Oficina de Inmigración de Bélgica ha ordenado a sus consulados en todo el mundo verificar los ingresos del patrocinador *antes* de emitir cualquier visa D para la reunificación familiar, un cambio procedural que entró en vigor silenciosamente el 17 de diciembre de 2025. Aunque la prueba de “recursos suficientes” existe en la ley desde 2011, generalmente se verificaba solo después de que el familiar llegaba a Bélgica. Ahora, los funcionarios consulares deben comprobar que el residente belga gana al menos 2.323,08 € netos al mes para un cónyuge o primer dependiente, más un 10 % adicional por cada dependiente extra.
En términos prácticos, una familia de cuatro necesitará un patrocinador con un ingreso neto aproximado de 5.100 €, una cifra que muchos trabajadores manuales y empleados de nivel medio no alcanzan. Los solicitantes que no cumplan con este umbral podrían enfrentar rechazos o largos procesos de apelación, lo que añade meses a los tiempos de reunificación familiar.
La política se aplica en las tres regiones de Bélgica y afecta tanto a patrocinadores de la UE como a los de fuera de la UE, aunque estudiantes, refugiados reconocidos y residentes de larga duración están sujetos a condiciones distintas.
En medio de estos requisitos más estrictos, VisaHQ —una plataforma global de gestión de visas y pasaportes— puede guiar a los patrocinadores y sus familias a través del complejo proceso burocrático belga. Su portal dedicado (https://www.visahq.com/belgium/) ofrece listas de verificación paso a paso, plantillas de documentos y soporte en tiempo real, ayudando a los solicitantes a reunir certificados de salario, extractos bancarios y otras pruebas correctamente desde el primer intento, evitando rechazos costosos o demoras.
Abogados de inmigración reportan un aumento en las solicitudes de certificados salariales y extractos bancarios notarizados, mientras los patrocinadores se apresuran a cumplir con las exigencias consulares.
Las empresas multinacionales que habitualmente trasladan personal a Bélgica deberían informar a sus empleados sobre este mayor escrutinio. Los equipos de recursos humanos podrían necesitar ajustar las asignaciones de reubicación o explorar categorías de visa alternativas (como la Tarjeta Azul de la UE para cónyuges que califican para trabajar) para mantener unidas a las familias.
A largo plazo, la medida alinea a Bélgica con otros países de la UE que realizan controles financieros previos para desalentar llegadas que probablemente requieran asistencia social. Sin embargo, grupos de defensa de los derechos de los migrantes advierten que esta norma afecta desproporcionadamente a familias de bajos ingresos y podría fomentar estancias irregulares.
En términos prácticos, una familia de cuatro necesitará un patrocinador con un ingreso neto aproximado de 5.100 €, una cifra que muchos trabajadores manuales y empleados de nivel medio no alcanzan. Los solicitantes que no cumplan con este umbral podrían enfrentar rechazos o largos procesos de apelación, lo que añade meses a los tiempos de reunificación familiar.
La política se aplica en las tres regiones de Bélgica y afecta tanto a patrocinadores de la UE como a los de fuera de la UE, aunque estudiantes, refugiados reconocidos y residentes de larga duración están sujetos a condiciones distintas.
En medio de estos requisitos más estrictos, VisaHQ —una plataforma global de gestión de visas y pasaportes— puede guiar a los patrocinadores y sus familias a través del complejo proceso burocrático belga. Su portal dedicado (https://www.visahq.com/belgium/) ofrece listas de verificación paso a paso, plantillas de documentos y soporte en tiempo real, ayudando a los solicitantes a reunir certificados de salario, extractos bancarios y otras pruebas correctamente desde el primer intento, evitando rechazos costosos o demoras.
Abogados de inmigración reportan un aumento en las solicitudes de certificados salariales y extractos bancarios notarizados, mientras los patrocinadores se apresuran a cumplir con las exigencias consulares.
Las empresas multinacionales que habitualmente trasladan personal a Bélgica deberían informar a sus empleados sobre este mayor escrutinio. Los equipos de recursos humanos podrían necesitar ajustar las asignaciones de reubicación o explorar categorías de visa alternativas (como la Tarjeta Azul de la UE para cónyuges que califican para trabajar) para mantener unidas a las familias.
A largo plazo, la medida alinea a Bélgica con otros países de la UE que realizan controles financieros previos para desalentar llegadas que probablemente requieran asistencia social. Sin embargo, grupos de defensa de los derechos de los migrantes advierten que esta norma afecta desproporcionadamente a familias de bajos ingresos y podría fomentar estancias irregulares.









