
El Ministerio Federal de Asuntos Exteriores confirmó el sábado por la noche que había convocado al embajador de Rusia tras descubrir que dos incidentes cibernéticos de gran repercusión estaban vinculados a la unidad APT-28 ("Fancy Bear") del GRU. La primera brecha, revelada ahora, afectó a la red interna de comunicaciones de Deutsche Flugsicherung a mediados de 2024; la segunda, denominada “Storm-1516”, atacó los servidores de conteo digital de votos antes de las elecciones federales de febrero de 2025.
Aunque no se retrasaron vuelos comerciales, DFS informó que el hackeo obligó a redirigir de emergencia los datos de tráfico aéreo, lo que le costó a la agencia unos 9 millones de euros en horas extras y correcciones de software.
La respuesta de Alemania representa una escalada significativa en cómo Berlín vincula la ciberseguridad con la movilidad nacional y transfronteriza. El ministro de Exteriores, Martin Giese, declaró a la prensa que la infraestructura de aviación y electoral son “arterias críticas de una sociedad moderna y abierta” y que los ataques contra ellas ahora desencadenarán sanciones a nivel de la UE, similares a las que Alemania promueve tras agresiones físicas en las fronteras. Las medidas propuestas incluyen congelación de activos, prohibiciones de viaje para sospechosos operativos del GRU y una nueva obligación para que las aerolíneas presenten autoevaluaciones de ciberseguridad con 24 horas de antelación antes de usar el espacio aéreo alemán.
En medio de estos requisitos de seguridad reforzados, VisaHQ puede ayudar a empresas y viajeros a adaptarse a este cambiante panorama de cumplimiento. A través de su portal dedicado a Alemania (https://www.visahq.com/germany/), VisaHQ ofrece información actualizada sobre normas de entrada, permisos para tripulación y documentación de tránsito, recursos que resultan esenciales cuando cambios de última hora en políticas surgen tras incidentes cibernéticos o nuevas regulaciones aéreas.
Para los equipos de movilidad global, la preocupación inmediata es la resiliencia operativa. Aerolíneas y empresas de logística deberán integrarse a la plataforma ampliada de información sobre amenazas de la Agencia Federal de Seguridad Informática (BSI) a partir del 1 de enero de 2026. Las multinacionales que reubiquen personal a través de los hubs alemanes deben revisar sus planes de continuidad de negocio: los aeropuertos de Frankfurt y Múnich implementan controles adicionales de gestión de identidad en los carriles de seguridad para tripulación, y los operadores de jets corporativos deben presentar claves de cifrado reforzadas para sus planes de vuelo.
Expertos en ciberseguridad señalan que este episodio refleja una tendencia más amplia: hackers respaldados por estados que atacan puntos críticos de movilidad para obtener ventaja geopolítica. Mientras Alemania impulsa represalias a nivel europeo, las empresas que dependen de conexiones de viaje fluidas deben prepararse para directivas regulatorias de aviso corto e incluir auditorías de ciberseguridad en sus presupuestos de reubicación para 2026.
Aunque no se retrasaron vuelos comerciales, DFS informó que el hackeo obligó a redirigir de emergencia los datos de tráfico aéreo, lo que le costó a la agencia unos 9 millones de euros en horas extras y correcciones de software.
La respuesta de Alemania representa una escalada significativa en cómo Berlín vincula la ciberseguridad con la movilidad nacional y transfronteriza. El ministro de Exteriores, Martin Giese, declaró a la prensa que la infraestructura de aviación y electoral son “arterias críticas de una sociedad moderna y abierta” y que los ataques contra ellas ahora desencadenarán sanciones a nivel de la UE, similares a las que Alemania promueve tras agresiones físicas en las fronteras. Las medidas propuestas incluyen congelación de activos, prohibiciones de viaje para sospechosos operativos del GRU y una nueva obligación para que las aerolíneas presenten autoevaluaciones de ciberseguridad con 24 horas de antelación antes de usar el espacio aéreo alemán.
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Para los equipos de movilidad global, la preocupación inmediata es la resiliencia operativa. Aerolíneas y empresas de logística deberán integrarse a la plataforma ampliada de información sobre amenazas de la Agencia Federal de Seguridad Informática (BSI) a partir del 1 de enero de 2026. Las multinacionales que reubiquen personal a través de los hubs alemanes deben revisar sus planes de continuidad de negocio: los aeropuertos de Frankfurt y Múnich implementan controles adicionales de gestión de identidad en los carriles de seguridad para tripulación, y los operadores de jets corporativos deben presentar claves de cifrado reforzadas para sus planes de vuelo.
Expertos en ciberseguridad señalan que este episodio refleja una tendencia más amplia: hackers respaldados por estados que atacan puntos críticos de movilidad para obtener ventaja geopolítica. Mientras Alemania impulsa represalias a nivel europeo, las empresas que dependen de conexiones de viaje fluidas deben prepararse para directivas regulatorias de aviso corto e incluir auditorías de ciberseguridad en sus presupuestos de reubicación para 2026.









