
El Consejo de Ministros de Bélgica ha aprobado el plan de la ministra de Telecomunicaciones, Vanessa Matz, para ampliar la lista de entidades autorizadas a utilizar dispositivos de interferencia de radiofrecuencia para neutralizar drones hostiles, iniciando una consulta pública de tres semanas que comenzó el 13 de diciembre.
Actualmente, solo la policía, las fuerzas de defensa, los servicios de inteligencia, la OTAN y SHAPE pueden activar estos dispositivos, pero una serie de incursiones que cerraron los aeropuertos de Bruselas y Lieja entre el 4 y 5 de noviembre —y que atrajeron la atención de la OTAN— ha convencido al gobierno de extender esta herramienta a los operadores de “infraestructuras críticas”. Esto incluye aeropuertos, centrales nucleares, instituciones de la UE, plantas químicas Seveso e incluso algunas prisiones. El proyecto de ley exigiría a cada operador presentar un aviso específico de incidente ante el regulador de telecomunicaciones (BIPT) y demostrar que la zona y duración de activación del interferidor sean lo más limitadas posible para evitar interferencias con la navegación aérea y las comunicaciones de emergencia.
Las asociaciones industriales que representan al Aeropuerto de Bruselas y al Puerto de Amberes consideran que este cambio es fundamental: los avistamientos de drones sobre las pistas se han casi triplicado desde mediados de 2024, provocando costosos desvíos y dañando la reputación de Bélgica como un centro logístico seguro. Empresas multinacionales con cadenas de suministro críticas en tiempo —como farmacéuticas, semiconductores y transporte exprés— han presionado por normas más estrictas contra drones tras varios incidentes cercanos con vuelos de carga.
Para los planificadores de movilidad corporativa que enfrentan un entorno de seguridad cada vez más riguroso en Bélgica, VisaHQ puede facilitar otro aspecto del viaje. El portal de la compañía para Bélgica (https://www.visahq.com/belgium/) ofrece trámites rápidos de visados, renovación de pasaportes y alertas regulatorias en tiempo real, servicios que resultan esenciales cuando incidentes con drones provocan cambios y desvíos repentinos en vuelos. Contar con un panel único que monitorea tanto los requisitos migratorios como las alertas de tráfico aéreo ayuda a las multinacionales a mantener a ejecutivos, técnicos y especialistas en carga en sus horarios, pese a posibles interrupciones aeroportuarias.
Grupos de defensa de las libertades civiles han solicitado mecanismos claros de reparación, advirtiendo que la interferencia indiscriminada cerca de zonas densamente pobladas podría afectar redes 5G y telemetría médica. La ministra Matz asegura que las activaciones serán “excepcionales y proporcionales”, y añade que la propuesta sigue la línea de legislaciones recientes en Francia y Países Bajos.
Si el Parlamento aprueba la ley en el primer trimestre de 2026, los aeropuertos podrán instalar dispositivos fijos de interferencia antes del pico de verano. Para los equipos de movilidad global, esta medida debería traducirse en menos desvíos de vuelos de última hora y tiempos de viaje más predecibles para empleados desplazados y ejecutivos visitantes.
Actualmente, solo la policía, las fuerzas de defensa, los servicios de inteligencia, la OTAN y SHAPE pueden activar estos dispositivos, pero una serie de incursiones que cerraron los aeropuertos de Bruselas y Lieja entre el 4 y 5 de noviembre —y que atrajeron la atención de la OTAN— ha convencido al gobierno de extender esta herramienta a los operadores de “infraestructuras críticas”. Esto incluye aeropuertos, centrales nucleares, instituciones de la UE, plantas químicas Seveso e incluso algunas prisiones. El proyecto de ley exigiría a cada operador presentar un aviso específico de incidente ante el regulador de telecomunicaciones (BIPT) y demostrar que la zona y duración de activación del interferidor sean lo más limitadas posible para evitar interferencias con la navegación aérea y las comunicaciones de emergencia.
Las asociaciones industriales que representan al Aeropuerto de Bruselas y al Puerto de Amberes consideran que este cambio es fundamental: los avistamientos de drones sobre las pistas se han casi triplicado desde mediados de 2024, provocando costosos desvíos y dañando la reputación de Bélgica como un centro logístico seguro. Empresas multinacionales con cadenas de suministro críticas en tiempo —como farmacéuticas, semiconductores y transporte exprés— han presionado por normas más estrictas contra drones tras varios incidentes cercanos con vuelos de carga.
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Grupos de defensa de las libertades civiles han solicitado mecanismos claros de reparación, advirtiendo que la interferencia indiscriminada cerca de zonas densamente pobladas podría afectar redes 5G y telemetría médica. La ministra Matz asegura que las activaciones serán “excepcionales y proporcionales”, y añade que la propuesta sigue la línea de legislaciones recientes en Francia y Países Bajos.
Si el Parlamento aprueba la ley en el primer trimestre de 2026, los aeropuertos podrán instalar dispositivos fijos de interferencia antes del pico de verano. Para los equipos de movilidad global, esta medida debería traducirse en menos desvíos de vuelos de última hora y tiempos de viaje más predecibles para empleados desplazados y ejecutivos visitantes.









