
Las empresas multinacionales con fábricas en las fronteras de Austria han recibido con agrado una nueva vía migratoria que entró en vigor el 1 de diciembre de 2025. El Permiso para Trabajadores Fronterizos permite a ciudadanos no pertenecientes a la UE que residan permanentemente en Eslovaquia, República Checa, Hungría o Eslovenia tener un contrato laboral regular en un distrito austriaco que limite directamente con su país de residencia.
El asesor fiscal y migratorio EY confirmó esta medida en un comunicado del 9 de diciembre, señalando que Austria había sido una excepción: mientras que las normas de libre circulación de la UE ya cubren a los ciudadanos de los Estados miembros, los nacionales de terceros países con residencia permanente en un país vecino de la UE no contaban con un procedimiento simplificado para cruzar la frontera por motivos laborales. Por ello, las empresas recurrían a estructuras complejas de desplazamiento o mantenían dos nóminas paralelas.
Los requisitos son intencionadamente estrictos. Los solicitantes deben demostrar (1) un derecho ilimitado a residir y trabajar en su país de origen; (2) un centro de trabajo austriaco ubicado en un distrito contiguo; (3) una prueba positiva del mercado laboral emitida por el Servicio Público de Empleo que confirme la ausencia de candidatos locales adecuados; y (4) patrones de desplazamiento diario o semanal. El permiso tiene una validez de dos años y es renovable mientras se mantengan las condiciones de trabajo fronterizo.
Las empresas y solicitantes que encuentren el papeleo complicado pueden agilizar el proceso a través de VisaHQ, que ya gestiona una amplia gama de solicitudes de visados y residencias para Austria. Su plataforma online (https://www.visahq.com/austria/) ofrece listas claras de documentos, seguimiento en tiempo real del estado de la solicitud y atención al cliente dedicada, facilitando la recopilación de pruebas para el Permiso de Trabajador Fronterizo y ayudando a cumplir con los plazos de renovación.
Para los empleadores, la ventaja es evidente: pueden contar con personal experimentado que prefiere mantener su domicilio —y tributación— en su país de origen, pero que vive lo suficientemente cerca para desplazarse. Se espera que proveedores del sector automotriz en la frontera eslovaca, fabricantes de microchips cerca de la frontera checa y empresas logísticas en la zona de Nickelsdorf sean los primeros en adoptar esta modalidad. Sin embargo, los departamentos de Recursos Humanos deben prepararse para auditorías detalladas de cumplimiento; las autoridades controlarán los sellos de entrada y salida y los datos de nóminas para asegurarse de que los “trabajadores fronterizos” no se estén trasladando silenciosamente a Viena.
Los próximos pasos prácticos incluyen actualizar las políticas de asignación, establecer reportes de nómina transfronterizos y educar a los trabajadores sobre la cobertura del seguro de salud. Dado que el nuevo permiso sigue sujeto a la cuota habitual para la contratación de extranjeros, se recomienda presentar las solicitudes a principios de año.
El asesor fiscal y migratorio EY confirmó esta medida en un comunicado del 9 de diciembre, señalando que Austria había sido una excepción: mientras que las normas de libre circulación de la UE ya cubren a los ciudadanos de los Estados miembros, los nacionales de terceros países con residencia permanente en un país vecino de la UE no contaban con un procedimiento simplificado para cruzar la frontera por motivos laborales. Por ello, las empresas recurrían a estructuras complejas de desplazamiento o mantenían dos nóminas paralelas.
Los requisitos son intencionadamente estrictos. Los solicitantes deben demostrar (1) un derecho ilimitado a residir y trabajar en su país de origen; (2) un centro de trabajo austriaco ubicado en un distrito contiguo; (3) una prueba positiva del mercado laboral emitida por el Servicio Público de Empleo que confirme la ausencia de candidatos locales adecuados; y (4) patrones de desplazamiento diario o semanal. El permiso tiene una validez de dos años y es renovable mientras se mantengan las condiciones de trabajo fronterizo.
Las empresas y solicitantes que encuentren el papeleo complicado pueden agilizar el proceso a través de VisaHQ, que ya gestiona una amplia gama de solicitudes de visados y residencias para Austria. Su plataforma online (https://www.visahq.com/austria/) ofrece listas claras de documentos, seguimiento en tiempo real del estado de la solicitud y atención al cliente dedicada, facilitando la recopilación de pruebas para el Permiso de Trabajador Fronterizo y ayudando a cumplir con los plazos de renovación.
Para los empleadores, la ventaja es evidente: pueden contar con personal experimentado que prefiere mantener su domicilio —y tributación— en su país de origen, pero que vive lo suficientemente cerca para desplazarse. Se espera que proveedores del sector automotriz en la frontera eslovaca, fabricantes de microchips cerca de la frontera checa y empresas logísticas en la zona de Nickelsdorf sean los primeros en adoptar esta modalidad. Sin embargo, los departamentos de Recursos Humanos deben prepararse para auditorías detalladas de cumplimiento; las autoridades controlarán los sellos de entrada y salida y los datos de nóminas para asegurarse de que los “trabajadores fronterizos” no se estén trasladando silenciosamente a Viena.
Los próximos pasos prácticos incluyen actualizar las políticas de asignación, establecer reportes de nómina transfronterizos y educar a los trabajadores sobre la cobertura del seguro de salud. Dado que el nuevo permiso sigue sujeto a la cuota habitual para la contratación de extranjeros, se recomienda presentar las solicitudes a principios de año.









