
La red de transporte público de Roma se paralizó el martes 9 de diciembre, cuando los miembros del sindicato OSR SUL realizaron una huelga de 24 horas exigiendo mejores salarios y protocolos de seguridad más estrictos para los conductores. La operadora municipal ATAC advirtió a los pasajeros sobre cancelaciones entre las 08:30 y las 17:00, y nuevamente desde las 20:00 hasta el fin del servicio. Solo los intervalos legalmente garantizados protegieron a los viajeros durante las horas punta de la mañana y la tarde.
La huelga afectó a autobuses, tranvías y las tres líneas de metro, aunque los trenes suburbanos operados por Trenitalia funcionaron con normalidad. ATAC informó que una veintena de rutas de autobuses subcontratados continuaron operando, pero se suspendieron los autobuses nocturnos y varias líneas diurnas programadas después de la medianoche.
Para los viajeros de negocios y empleados móviles, la huelga provocó reuniones perdidas y desvíos obligados mediante taxis o patinetes eléctricos. Las empresas con operaciones críticas cerca de los aeropuertos de Fiumicino y Ciampino reportaron retrasos al no poder conectar desde la estación Termini.
Según la legislación italiana, los sindicatos deben avisar con antelación mínima para las huelgas de transporte; diciembre es tradicionalmente un mes con muchas huelgas, ya que los grupos laborales aprovechan el aumento del tráfico navideño para obtener concesiones. Por ello, los gestores de movilidad deben preparar planes de contingencia para diciembre, recomendando a los empleados programar reuniones fuera de los horarios de huelga o trabajar de forma remota.
De cara al futuro, el calendario de huelgas del Ministerio de Transporte señala nuevas acciones para el 12 de diciembre. Los empleadores deben informar a los viajeros, reservar con antelación noches de hotel cerca de las oficinas y presupuestar el uso de servicios de transporte privado a precios elevados durante los periodos sin servicio.
La huelga afectó a autobuses, tranvías y las tres líneas de metro, aunque los trenes suburbanos operados por Trenitalia funcionaron con normalidad. ATAC informó que una veintena de rutas de autobuses subcontratados continuaron operando, pero se suspendieron los autobuses nocturnos y varias líneas diurnas programadas después de la medianoche.
Para los viajeros de negocios y empleados móviles, la huelga provocó reuniones perdidas y desvíos obligados mediante taxis o patinetes eléctricos. Las empresas con operaciones críticas cerca de los aeropuertos de Fiumicino y Ciampino reportaron retrasos al no poder conectar desde la estación Termini.
Según la legislación italiana, los sindicatos deben avisar con antelación mínima para las huelgas de transporte; diciembre es tradicionalmente un mes con muchas huelgas, ya que los grupos laborales aprovechan el aumento del tráfico navideño para obtener concesiones. Por ello, los gestores de movilidad deben preparar planes de contingencia para diciembre, recomendando a los empleados programar reuniones fuera de los horarios de huelga o trabajar de forma remota.
De cara al futuro, el calendario de huelgas del Ministerio de Transporte señala nuevas acciones para el 12 de diciembre. Los empleadores deben informar a los viajeros, reservar con antelación noches de hotel cerca de las oficinas y presupuestar el uso de servicios de transporte privado a precios elevados durante los periodos sin servicio.










