
Un fallo en cascada en el Centro de Control de Área de ENAV en Milán dejó fuera de servicio los radares y las comunicaciones a las 20:55 del 6 de diciembre, provocando una parada inmediata de vuelos en cinco aeropuertos clave: Malpensa, Linate, Bérgamo, Turín y Génova. Durante casi dos horas no se permitió ni despegues ni aterrizajes; más de 300 vuelos sufrieron retrasos, desvíos o cancelaciones, dejando varados a miles de pasajeros en Lombardía, Piamonte, Liguria y el Valle de Aosta.
Los ingenieros identificaron la causa en la corrupción de las transmisiones de datos de radar y meteorológicos. El servicio limitado se reanudó a las 22:15, pero los problemas intermitentes continuaron hasta la estabilización total poco después de las 23:00. Las aerolíneas redirigieron vuelos de larga distancia hacia Zúrich, Bolonia y Roma; easyJet y Ryanair advirtieron que los retrasos se extenderían hasta el domingo.
El incidente pone de manifiesto la fragilidad de la infraestructura de control aéreo cada vez más digitalizada en Europa. Italia completó en 2023 una modernización de 750 millones de euros en su red de ACC, pero el colapso del sábado evidenció fallos en la integración entre sistemas antiguos y de nueva generación. Malpensa gestiona ahora un 56 % más de movimientos que en 2019, dejando poco margen de maniobra ante la caída de un solo nodo.
El impacto en los negocios fue inmediato: ejecutivos que se dirigían a plantas automotrices en Turín o compradores de moda con destino a ferias en Milán perdieron ventanas de reunión cruciales, y productos perecederos transportados por carga sufrieron retrasos en aduanas. Los equipos de logística están revisando rutas alternativas y considerando el transporte por carretera, más costoso, desde centros del sur.
ENAV ha iniciado una investigación interna y ha informado a la EASA. El Ministerio de Transporte ha exigido un plan de acción en diez días y ha advertido sobre posibles sanciones si no se aplican correctamente los protocolos de redundancia. Los viajeros con reservas esta semana deben estar atentos a los NOTAM y prever tiempos extra para conexiones en el norte de Italia.
Los ingenieros identificaron la causa en la corrupción de las transmisiones de datos de radar y meteorológicos. El servicio limitado se reanudó a las 22:15, pero los problemas intermitentes continuaron hasta la estabilización total poco después de las 23:00. Las aerolíneas redirigieron vuelos de larga distancia hacia Zúrich, Bolonia y Roma; easyJet y Ryanair advirtieron que los retrasos se extenderían hasta el domingo.
El incidente pone de manifiesto la fragilidad de la infraestructura de control aéreo cada vez más digitalizada en Europa. Italia completó en 2023 una modernización de 750 millones de euros en su red de ACC, pero el colapso del sábado evidenció fallos en la integración entre sistemas antiguos y de nueva generación. Malpensa gestiona ahora un 56 % más de movimientos que en 2019, dejando poco margen de maniobra ante la caída de un solo nodo.
El impacto en los negocios fue inmediato: ejecutivos que se dirigían a plantas automotrices en Turín o compradores de moda con destino a ferias en Milán perdieron ventanas de reunión cruciales, y productos perecederos transportados por carga sufrieron retrasos en aduanas. Los equipos de logística están revisando rutas alternativas y considerando el transporte por carretera, más costoso, desde centros del sur.
ENAV ha iniciado una investigación interna y ha informado a la EASA. El Ministerio de Transporte ha exigido un plan de acción en diez días y ha advertido sobre posibles sanciones si no se aplican correctamente los protocolos de redundancia. Los viajeros con reservas esta semana deben estar atentos a los NOTAM y prever tiempos extra para conexiones en el norte de Italia.







