
El Ministerio de Medio Ambiente de la República Checa confirmó el 8 de diciembre que destinará casi 11.000 millones de coronas checas (460 millones de euros) del Fondo de Modernización del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) de la UE a proyectos de electrificación ferroviaria hasta 2028. El paquete incluye 205 km de líneas que actualmente funcionan solo con diésel, abarcando tramos del eje de carga Plzeň–České Budějovice y el centro regional alrededor de Olomouc.
Los trabajos contemplan la instalación de catenarias, la modernización de subestaciones y la renovación de vías para aumentar la velocidad de las líneas a entre 120 y 160 km/h. Los operadores de carga podrán acceder a subvenciones para retirar locomotoras diésel antiguas y adquirir trenes eléctricos multisistema, en línea con el objetivo de la UE de un cambio modal del 30 % hacia el ferrocarril para 2030.
Para los responsables de movilidad corporativa, estos proyectos prometen conexiones más rápidas y sostenibles entre zonas industriales y los puertos del oeste del país, reduciendo potencialmente horas en el tránsito puerta a puerta cuando se combinen con los nuevos trenes de pasajeros ComfortJet. Las multinacionales con plantas en Chequia podrán esperar una reducción de las emisiones de Alcance 3 en sus cadenas de suministro una vez que las líneas entren en funcionamiento.
La construcción está prevista para comenzar en el tercer trimestre de 2026 tras las evaluaciones ambientales, con una puesta en marcha escalonada hasta 2029. El Ministerio de Transporte ha garantizado ventanas de trabajo durante los fines de semana para minimizar las interrupciones en los servicios de cercanías, aunque los equipos logísticos deben prepararse para desvíos temporales y tiempos de tránsito más largos en determinados fines de semana.
Esta inversión llega en un momento en que Austria y Alemania, países vecinos, aceleran sus propios proyectos de electrificación, señalando un cambio más amplio en Europa Central hacia la tracción eléctrica y generando un nuevo impulso para los servicios transfronterizos.
Los trabajos contemplan la instalación de catenarias, la modernización de subestaciones y la renovación de vías para aumentar la velocidad de las líneas a entre 120 y 160 km/h. Los operadores de carga podrán acceder a subvenciones para retirar locomotoras diésel antiguas y adquirir trenes eléctricos multisistema, en línea con el objetivo de la UE de un cambio modal del 30 % hacia el ferrocarril para 2030.
Para los responsables de movilidad corporativa, estos proyectos prometen conexiones más rápidas y sostenibles entre zonas industriales y los puertos del oeste del país, reduciendo potencialmente horas en el tránsito puerta a puerta cuando se combinen con los nuevos trenes de pasajeros ComfortJet. Las multinacionales con plantas en Chequia podrán esperar una reducción de las emisiones de Alcance 3 en sus cadenas de suministro una vez que las líneas entren en funcionamiento.
La construcción está prevista para comenzar en el tercer trimestre de 2026 tras las evaluaciones ambientales, con una puesta en marcha escalonada hasta 2029. El Ministerio de Transporte ha garantizado ventanas de trabajo durante los fines de semana para minimizar las interrupciones en los servicios de cercanías, aunque los equipos logísticos deben prepararse para desvíos temporales y tiempos de tránsito más largos en determinados fines de semana.
Esta inversión llega en un momento en que Austria y Alemania, países vecinos, aceleran sus propios proyectos de electrificación, señalando un cambio más amplio en Europa Central hacia la tracción eléctrica y generando un nuevo impulso para los servicios transfronterizos.










