
El Ministerio del Interior ha confirmado que, a partir del 25 de febrero de 2026, el Reino Unido hará obligatorio su sistema de Autorización Electrónica de Viaje (ETA) para todos los viajeros exentos de visado. Anunciada durante el fin de semana, esta medida implica que los ciudadanos de 85 países —incluidos Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y los estados miembros de la UE— deberán obtener un permiso digital de £16 antes de abordar cualquier transporte con destino al Reino Unido.
Esta decisión representa la fase final del plan post-Brexit del Reino Unido para digitalizar sus fronteras. Las compañías de transporte estarán obligadas a verificar que cada pasajero cuente con una ETA aprobada o un e-Visa antes de la salida, alineando al Reino Unido con los sistemas estadounidenses ESTA y el próximo ETIAS de la UE. Según el Ministerio del Interior, más de 13 millones de visitantes ya han utilizado este sistema voluntario desde su lanzamiento gradual en 2023, con la mayoría de las solicitudes aprobadas automáticamente en cuestión de minutos.
Para los gestores de viajes de negocios, este cambio tiene dos caras. Por un lado, la preautorización debería reducir las colas en puntos clave como Heathrow y Gatwick, mejorando la experiencia de los viajeros de alto valor. Por otro, las empresas deberán implementar nuevos controles de cumplimiento, ya que los pasajeros que olviden solicitar la autorización podrían ser rechazados al embarcar, perder reuniones y enfrentar costosos cambios de ruta. Las agencias de gestión de viajes recomiendan a sus clientes integrar recordatorios de ETA en los procesos de reserva y en las aplicaciones para viajeros con suficiente antelación a la fecha de entrada en vigor en febrero de 2026.
Los responsables políticos del Reino Unido presentan la ETA como una herramienta de seguridad que permite a las autoridades verificar a los visitantes en listas de vigilancia antes de que lleguen al territorio británico. Sin embargo, los defensores de la privacidad advierten que la base de datos centralizada podría generar nuevos riesgos de vigilancia, mientras que las organizaciones de turismo temen que la curva de aprendizaje inicial desanime los viajes espontáneos. A pesar de ello, la mayoría de los analistas prevé que esta medida acelerará la tendencia global hacia controles fronterizos basados en algoritmos, con gobiernos dispuestos a asumir una pequeña carga administrativa para las compañías y viajeros a cambio de procedimientos de entrada más rápidos y predecibles.
Consejos prácticos: los viajeros frecuentes deberían descargar la aplicación oficial de ETA y guardar los datos del pasaporte con antelación; los ciudadanos con doble nacionalidad británica e irlandesa deben viajar con su pasaporte británico para evitar confusiones; y las empresas deben conservar el comprobante de aprobación de la ETA para cumplir con sus obligaciones de cuidado.
Esta decisión representa la fase final del plan post-Brexit del Reino Unido para digitalizar sus fronteras. Las compañías de transporte estarán obligadas a verificar que cada pasajero cuente con una ETA aprobada o un e-Visa antes de la salida, alineando al Reino Unido con los sistemas estadounidenses ESTA y el próximo ETIAS de la UE. Según el Ministerio del Interior, más de 13 millones de visitantes ya han utilizado este sistema voluntario desde su lanzamiento gradual en 2023, con la mayoría de las solicitudes aprobadas automáticamente en cuestión de minutos.
Para los gestores de viajes de negocios, este cambio tiene dos caras. Por un lado, la preautorización debería reducir las colas en puntos clave como Heathrow y Gatwick, mejorando la experiencia de los viajeros de alto valor. Por otro, las empresas deberán implementar nuevos controles de cumplimiento, ya que los pasajeros que olviden solicitar la autorización podrían ser rechazados al embarcar, perder reuniones y enfrentar costosos cambios de ruta. Las agencias de gestión de viajes recomiendan a sus clientes integrar recordatorios de ETA en los procesos de reserva y en las aplicaciones para viajeros con suficiente antelación a la fecha de entrada en vigor en febrero de 2026.
Los responsables políticos del Reino Unido presentan la ETA como una herramienta de seguridad que permite a las autoridades verificar a los visitantes en listas de vigilancia antes de que lleguen al territorio británico. Sin embargo, los defensores de la privacidad advierten que la base de datos centralizada podría generar nuevos riesgos de vigilancia, mientras que las organizaciones de turismo temen que la curva de aprendizaje inicial desanime los viajes espontáneos. A pesar de ello, la mayoría de los analistas prevé que esta medida acelerará la tendencia global hacia controles fronterizos basados en algoritmos, con gobiernos dispuestos a asumir una pequeña carga administrativa para las compañías y viajeros a cambio de procedimientos de entrada más rápidos y predecibles.
Consejos prácticos: los viajeros frecuentes deberían descargar la aplicación oficial de ETA y guardar los datos del pasaporte con antelación; los ciudadanos con doble nacionalidad británica e irlandesa deben viajar con su pasaporte británico para evitar confusiones; y las empresas deben conservar el comprobante de aprobación de la ETA para cumplir con sus obligaciones de cuidado.








