
La ambiciosa reforma de la gestión del riesgo por fatiga en India, diseñada para acercar su régimen de Límites de Tiempo de Servicio de Vuelo (FDTL) a las mejores prácticas de la OACI, se topó esta semana con un obstáculo cuando IndiGo, la aerolínea más grande del país, admitió que no había programado suficientes pilotos para cumplir con los límites más estrictos. Cientos de cancelaciones se convirtieron en más de 2,000 vuelos suspendidos, dejando varados a viajeros de temporada de bodas y ejecutivos corporativos en todos los principales centros.
La Dirección General de Aviación Civil (DGCA) había aumentado el descanso semanal obligatorio de 36 a 48 horas, reducido los aterrizajes nocturnos permitidos de seis a dos y limitado la jornada combinada en sectores nocturnos a diez horas. Las aerolíneas también deben presentar informes trimestrales sobre fatiga y, lo que es crucial, ya no pueden considerar las vacaciones anuales de un piloto como parte del tiempo de descanso. Mientras los defensores de la seguridad aplaudían estas normas basadas en la ciencia, la incapacidad de IndiGo para contratar y capacitar con rapidez expuso la fragilidad de los modelos de tripulación de las aerolíneas indias, que operan con reservas mínimas.
Para estabilizar la red, el Ministerio de Aviación Civil emitió una exención temporal para IndiGo hasta el 10 de febrero de 2026, suspendiendo el límite de aterrizajes nocturnos, el tope de horas de servicio y la cláusula de que las vacaciones no cuentan como descanso. Sin embargo, el bloque básico de 48 horas de descanso permanece vigente. Competidores como Air India y Vistara deben continuar cumpliendo plenamente, pero se les ha pedido presentar planes de contingencia.
Para los gestores de viajes corporativos, este episodio es una llamada de atención: el error de personal de una sola aerolínea puede paralizar todo un mercado doméstico donde el 60 % de los asientos están concentrados en una sola compañía. Las empresas están apresurándose a actualizar sus políticas de viaje con reglas de reserva en dos aerolíneas, billetes flexibles y, cuando es posible, alternativas ferroviarias.
A medio plazo, los expertos creen que la DGCA mantendrá su postura, argumentando que pilotos descansados son un pilar de seguridad no negociable, y que las aerolíneas tendrán que invertir en mayores reservas de tripulación y en software de programación más inteligente. Si no lo hacen, los reguladores han dejado claro que están dispuestos a tomar medidas coercitivas, incluyendo sanciones económicas y restricciones en los horarios.
La Dirección General de Aviación Civil (DGCA) había aumentado el descanso semanal obligatorio de 36 a 48 horas, reducido los aterrizajes nocturnos permitidos de seis a dos y limitado la jornada combinada en sectores nocturnos a diez horas. Las aerolíneas también deben presentar informes trimestrales sobre fatiga y, lo que es crucial, ya no pueden considerar las vacaciones anuales de un piloto como parte del tiempo de descanso. Mientras los defensores de la seguridad aplaudían estas normas basadas en la ciencia, la incapacidad de IndiGo para contratar y capacitar con rapidez expuso la fragilidad de los modelos de tripulación de las aerolíneas indias, que operan con reservas mínimas.
Para estabilizar la red, el Ministerio de Aviación Civil emitió una exención temporal para IndiGo hasta el 10 de febrero de 2026, suspendiendo el límite de aterrizajes nocturnos, el tope de horas de servicio y la cláusula de que las vacaciones no cuentan como descanso. Sin embargo, el bloque básico de 48 horas de descanso permanece vigente. Competidores como Air India y Vistara deben continuar cumpliendo plenamente, pero se les ha pedido presentar planes de contingencia.
Para los gestores de viajes corporativos, este episodio es una llamada de atención: el error de personal de una sola aerolínea puede paralizar todo un mercado doméstico donde el 60 % de los asientos están concentrados en una sola compañía. Las empresas están apresurándose a actualizar sus políticas de viaje con reglas de reserva en dos aerolíneas, billetes flexibles y, cuando es posible, alternativas ferroviarias.
A medio plazo, los expertos creen que la DGCA mantendrá su postura, argumentando que pilotos descansados son un pilar de seguridad no negociable, y que las aerolíneas tendrán que invertir en mayores reservas de tripulación y en software de programación más inteligente. Si no lo hacen, los reguladores han dejado claro que están dispuestos a tomar medidas coercitivas, incluyendo sanciones económicas y restricciones en los horarios.









