Bruselas y Londres han entrado en la fase final de las negociaciones sobre un Programa de Movilidad Juvenil (YMS) post-Brexit que permitiría a jóvenes de entre 18 y 32 años vivir, trabajar y viajar en el territorio del otro sin necesidad de una visa laboral completa. Según borradores vistos por Financial Times y The Times, la Comisión Europea quiere que el programa sea abierto y sin límite de plazas, permitiendo a cualquier joven cualificado de la UE-27 obtener un permiso de tres años.
Por su parte, el Reino Unido, liderado por el Ministerio del Interior y el Departamento de Negocios y Comercio, insiste en que las plazas deben estar limitadas, siguiendo el modelo de los acuerdos bilaterales existentes con Australia, Nueva Zelanda y Canadá (actualmente con un tope combinado de 35,000 plazas anuales). Sin embargo, funcionarios del Tesoro prefieren un modelo más amplio y menos restrictivo para aumentar la oferta laboral y los ingresos fiscales, lo que ha generado una división interna en el gabinete.
![La UE presiona al Reino Unido para que acepte un programa de movilidad juvenil sin límites mientras se intensifican las negociaciones]()
Otro punto conflictivo son las tasas universitarias. Bruselas quiere que los estudiantes de la UE cubiertos por el YMS paguen las mismas tasas “locales” que los estudiantes nacionales y estén exentos del recargo sanitario de inmigración del NHS. Los rectores advierten que esta demanda podría generar un déficit de 3,000 millones de libras en las finanzas universitarias, que desde el Brexit dependen en gran medida de las tasas más altas para estudiantes no comunitarios. La propuesta del Reino Unido es un piloto de dos años con un límite numérico y sin concesiones en las tasas, junto con la reincorporación al programa de intercambio Erasmus+.
Los funcionarios esperan cerrar el acuerdo político en la primera mitad de 2026 para que las solicitudes puedan abrirse en 2027. Grupos empresariales, especialmente de la hostelería, tecnología e industrias creativas, han presionado intensamente a favor del acuerdo, argumentando que la pérdida de la movilidad juvenil fácil entre la UE y el Reino Unido ha dañado las cadenas de talento y los vínculos culturales. Por el contrario, los sindicatos advierten que un programa sin límite podría deprimir los salarios en puestos de entrada a menos que se apliquen estándares laborales estrictos.
De concretarse, el YMS sería la liberalización más significativa del movimiento entre Reino Unido y UE desde el fin de la libre circulación en enero de 2021. Las empresas que dependen de talento estacional o recién graduado deberían comenzar a revisar sus políticas de patrocinio, planes de alojamiento y sistemas de nómina para contrataciones a corto plazo. Igualmente, los equipos de recursos humanos deberán controlar los períodos máximos de estancia, asegurar que los participantes tengan las inscripciones correctas en la Seguridad Social y prepararse para complejas verificaciones de derecho a trabajar mientras el sistema de eVisa del Reino Unido sigue en fase de implantación.
Por su parte, el Reino Unido, liderado por el Ministerio del Interior y el Departamento de Negocios y Comercio, insiste en que las plazas deben estar limitadas, siguiendo el modelo de los acuerdos bilaterales existentes con Australia, Nueva Zelanda y Canadá (actualmente con un tope combinado de 35,000 plazas anuales). Sin embargo, funcionarios del Tesoro prefieren un modelo más amplio y menos restrictivo para aumentar la oferta laboral y los ingresos fiscales, lo que ha generado una división interna en el gabinete.
Otro punto conflictivo son las tasas universitarias. Bruselas quiere que los estudiantes de la UE cubiertos por el YMS paguen las mismas tasas “locales” que los estudiantes nacionales y estén exentos del recargo sanitario de inmigración del NHS. Los rectores advierten que esta demanda podría generar un déficit de 3,000 millones de libras en las finanzas universitarias, que desde el Brexit dependen en gran medida de las tasas más altas para estudiantes no comunitarios. La propuesta del Reino Unido es un piloto de dos años con un límite numérico y sin concesiones en las tasas, junto con la reincorporación al programa de intercambio Erasmus+.
Los funcionarios esperan cerrar el acuerdo político en la primera mitad de 2026 para que las solicitudes puedan abrirse en 2027. Grupos empresariales, especialmente de la hostelería, tecnología e industrias creativas, han presionado intensamente a favor del acuerdo, argumentando que la pérdida de la movilidad juvenil fácil entre la UE y el Reino Unido ha dañado las cadenas de talento y los vínculos culturales. Por el contrario, los sindicatos advierten que un programa sin límite podría deprimir los salarios en puestos de entrada a menos que se apliquen estándares laborales estrictos.
De concretarse, el YMS sería la liberalización más significativa del movimiento entre Reino Unido y UE desde el fin de la libre circulación en enero de 2021. Las empresas que dependen de talento estacional o recién graduado deberían comenzar a revisar sus políticas de patrocinio, planes de alojamiento y sistemas de nómina para contrataciones a corto plazo. Igualmente, los equipos de recursos humanos deberán controlar los períodos máximos de estancia, asegurar que los participantes tengan las inscripciones correctas en la Seguridad Social y prepararse para complejas verificaciones de derecho a trabajar mientras el sistema de eVisa del Reino Unido sigue en fase de implantación.
