
Los vuelos de entrada y salida del Aeropuerto de Edimburgo, el centro más concurrido de Escocia, se reanudaron lentamente el viernes por la tarde tras una suspensión de dos horas provocada por una falla en los sistemas de control de tráfico aéreo (ATC) del proveedor Air Navigation Solutions (ANS). La interrupción, que comenzó a las 08:25 GMT, obligó a los controladores en tierra a detener todas las salidas y desviar cinco aeronaves entrantes, incluido un vuelo transatlántico de Delta que fue redirigido a Dublín.
Aunque la afectación se limitó a Edimburgo, sus repercusiones se sintieron en toda la red del Reino Unido, ya que aviones y tripulaciones quedaron fuera de posición. EasyJet canceló 11 rotaciones, British Airways y Ryanair advirtieron sobre retrasos residuales durante el fin de semana, y los operadores ferroviarios reportaron un aumento en las reservas de última hora entre Escocia e Inglaterra. ANS confirmó que el incidente no estuvo relacionado con la falla global de Cloudflare que afectó a múltiples sectores esa misma mañana.
El Aeropuerto de Edimburgo manejó 15,7 millones de pasajeros el año pasado y es una puerta clave para los viajes corporativos hacia los sectores en auge de fintech y energías renovables de la capital. Viajeros de negocios comentaron a medios locales que la paralización repentina evidenció la fragilidad de la infraestructura de control aéreo del Reino Unido, que también sufrió una falla nacional de software en agosto de 2023.
Se ha iniciado una revisión preliminar por parte de la Autoridad de Aviación Civil. Las aerolíneas tienen un plazo de siete días para presentar datos de compensación bajo las normas tipo EU261, que se mantienen vigentes en la legislación británica tras el Brexit. Los empleadores deben recordar a su personal viajero que guarden comprobantes de gastos derivados de retrasos y que estén atentos a las aplicaciones de las aerolíneas para opciones de reprogramación automática.
Este episodio es un nuevo recordatorio para los gestores de movilidad de incluir márgenes en itinerarios ajustados y de poner a prueba los planes de contingencia, especialmente en invierno, cuando las fallas técnicas suelen agravarse con las condiciones meteorológicas adversas.
Aunque la afectación se limitó a Edimburgo, sus repercusiones se sintieron en toda la red del Reino Unido, ya que aviones y tripulaciones quedaron fuera de posición. EasyJet canceló 11 rotaciones, British Airways y Ryanair advirtieron sobre retrasos residuales durante el fin de semana, y los operadores ferroviarios reportaron un aumento en las reservas de última hora entre Escocia e Inglaterra. ANS confirmó que el incidente no estuvo relacionado con la falla global de Cloudflare que afectó a múltiples sectores esa misma mañana.
El Aeropuerto de Edimburgo manejó 15,7 millones de pasajeros el año pasado y es una puerta clave para los viajes corporativos hacia los sectores en auge de fintech y energías renovables de la capital. Viajeros de negocios comentaron a medios locales que la paralización repentina evidenció la fragilidad de la infraestructura de control aéreo del Reino Unido, que también sufrió una falla nacional de software en agosto de 2023.
Se ha iniciado una revisión preliminar por parte de la Autoridad de Aviación Civil. Las aerolíneas tienen un plazo de siete días para presentar datos de compensación bajo las normas tipo EU261, que se mantienen vigentes en la legislación británica tras el Brexit. Los empleadores deben recordar a su personal viajero que guarden comprobantes de gastos derivados de retrasos y que estén atentos a las aplicaciones de las aerolíneas para opciones de reprogramación automática.
Este episodio es un nuevo recordatorio para los gestores de movilidad de incluir márgenes en itinerarios ajustados y de poner a prueba los planes de contingencia, especialmente en invierno, cuando las fallas técnicas suelen agravarse con las condiciones meteorológicas adversas.











